Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 4 de diciembre de 2014

ECOS CORTAZARIANOS RETUMBAN EN LA FIL, CON RECUERDO DE AURORA BERNÁRDEZ



La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara celebró al escritor argentino Julio Cortázar en su centenario con una mesa chispeante y desacartonada que contó con el nicaragüense Sergio Ramírez, el mexicano Gonzalo Celorio y el filólogo español Carles Álvarez Garriga.

A 100 años de su nacimiento en Bruselas y a 30 años de su muerte en París, el "cronopio mayor" es uno de los protagonistas de la participación de Argentina, país invitado de honor en la feria que se extiende hasta el próximo domingo.
Ramírez, amigo de Cortázar, recordó el miércoles por la noche durante el panel “Ecos cortazarianos en la FIL”: en la década del 60 "todos queríamos ser cronopios, nos burlábamos de las esperanzas y repudiábamos a los famas".
Y Álvarez Garriga evocó a Aurora Bernárdez, la primera esposa y albacea del escritor, fallecida hace casi un mes en París, junto a quien editó obras como “Papeles inesperados” y las “Cartas”.
Este 2014 marca también el 20 aniversario de la creación de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara. Su directora, Dulce María Zúñiga, quien moderó el panel, destacó que “Cortázar vive en sus lectores”.
“Julio nos boicotea cuando somos solemnes”, avisó Álvarez Garriga por algunos problemas imprevistos con el sonido al comienzo del acto, que se extendió durante casi dos horas.
Aurora, primera esposa de Cortázar
Luego compartió con los asistentes un texto que había preparado para el entierro de Bernárdez, pero que finalmente entonces no leyó.
"Aurora, que falleció a los 94 años, parecía inmortal", dijo, y se refirió con voz entrecortada a su "originalísima personalidad, su extraordinaria modestia y su maravillosa gentileza".
Recordó que en enero pasado, cuando ambos recibieron el primer ejemplar del álbum biográfico "Cortázar de la A a la Z", Bernárdez "suspiró largamente y dijo 'ahora ya me puedo morir, ya he hecho todo lo que debía'".
En la mesa participaron también el escritor mexicano Eduardo Casar y la especialista en Cortázar Marisol Luna.
Para regocijo del auditorio cronopio, Casar y Celorio se embarcaron en una lectura distendida a dúo de un fragmento del célebre capítulo 68 de “Rayuela”, escrito en gíglico, el idioma inventado por Cortázar. Y concluyeron exclamando a dúo “Evohé, evohé”.
Ramírez evocó sus encuentros con el autor de “Historias de cronopios y de famas” en Nicaragua y manifestó que, para los escritores de su generación, la década del ‘60 abrió desafíos y retos.
“Era a ese mismo mundo nuevo, abierto en el horizonte, al que Cortázar venía a dar las reglas de juego con la publicación de ‘Rayuela’. Esas reglas consistían antes que nada en no aceptar ninguno de los preceptos de lo establecido y poner al mundo patas arriba sin escrúpulos o concesiones”, afirmó el autor de "Adiós muchachos".
"Julio nos dio las instrucciones precisas para no seguir ninguna instrucción. Después de su lectura uno ya no puede convencionalmente subir la escalera, ni comportarse en un velorio ni ver una pintura famosa, menos hacer una presentación académica y oficial", coincidió Celorio, quien leyó el texto que escribió cuando murió Cortázar.
“Por esa manera suya tan generosa, tan abierta de compartir en cada página sus ceremonias domésticas, sus rituales, sus juegos prohibidos, lo queremos mucho y somos sus amigos y aun sus cómplices. ¿Quién de nosotros no ha tenido la certeza de que tal o cual frase de Julio fue escrita para nosotros solos y para nadie más?”, se preguntó.
Mientras tanto, tras las celebraciones en diferentes latitudes como Buenos Aires y París, Guadalajara va bajando de a poco el telón a un año pletórico de homenajes para Cortázar.


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