Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 25 de junio de 2009

ENTREVISTA / CARLOS FRANZ: "LOS ESCRITORES NO SOMOS ESCLAVOS DE LA REALIDAD"

Buenos Aires, 25 jun (dpa) ­ El chileno Carlos Franz, de visita en Buenos Aires para presentar su novela "Almuerzo de vampiros", aseguró estar "un poco cansado de las novelas de denuncia", a la vez que reivindicó la libertad del escritor para transformar la realidad en sus ficciones.

"Esa es la libertad de los escritores: a diferencia de los historiadores no somos esclavos de la realidad, podemos transformarla. Esa es una de nuestras pocas venganzas posibles contra la historia y la mayor entre ellas pues reírnos de eso", dijo Franz en declaraciones a dpa.

"Almuerzo de vampiros", que hace gala de humor negro, grotesco muchas veces, gira en torno a un protagonista-narrador que rememora una extraña aventura. De estudiante secundario tuvo un profesor de lengua al que admiró mucho y años después, cuando se desplaza como taxista por el Santiago de Chile del toque de queda, conoce a un rufián de poca monta, físicamente idéntico a su maestro.

"Me parecía que hacía falta una novela satírica, que ya entre a utilizar el golpe y la dictadura como material dramático, que es lo que cada vez más es", sostuvo Franz, actualmente agregado cultural en la embajada de Chile en España.

A lo largo de su cuarta novela -que ya se publicó en Chile y España y aparecerá en algunos meses en México- persiste la duda de si el rufián es un doble que suplantó al profesor o si éste se ha degradado tanto "que se ha convertido casi en el reverso de sí mismo", señaló Franz.

"Esa inquietud es la que podemos tener todos con nuestras propias vidas cuando hemos vivido lo suficiente. Seguimos siendo los mismos, pero sin embargo hemos cambiado muchas veces, la vida nos ha hecho cambiar. Cuando revisamos la lista de los sueños que no hemos cumplido somos tan distintos a cómo soñamos que íbamos a ser", apuntó el también ensayista y periodista, nacido en Ginebra en 1959.

La novela aborda otro tema que lo apasiona: el aprendizaje. "El profesor de mi protagonista es un gran humanista, que le enseña los bellos conceptos y las hermosas palabras. Pero luego para sobrevivir unos años después en la larga noche de esa dictadura que le toca a mi protagonista encuentra otro maestro, otra versión diferente del aprendizaje, que es aquel que le enseña cómo sobrevivir, y para eso muchas veces hay que traicionar aquellos ideales que aprendió en primer lugar", indicó el autor con obras traducidas a diez idiomas.

Franz comenzó a escribir "Almuerzo de vampiros" hace 12 años, se bloqueó y finalmente la concluyó en 2006. "No es una novela del pasado, es una novela del presente, visto a través del prisma del pasado y cómo éste nos acompaña. Porque una de las cosas que más me repugna de la sociedad contemporánea es esa falta de memoria, esa necesidad de borrar las huellas, que es correlativa a nuestra ansia de no mirar el futuro, donde siempre nos aguarda la muerte. Entonces vivimos como en una especie de eterno presente", expresó.

En este sentido, apuntó que en Chile se ha avanzado muchísimo en lidiar con los problemas de derechos humanos y la carga histórica que dejó la dictadura de Augusto Pinochet. "Pero también es cierto que hay, fruto de esa euforia y ese entusiasmo por un país próspero, nuevo y distinto, la ilusión de que podemos cortar amarras con el pasado, y esa es una ilusión muy peligrosa", señaló el autor de las novelas "Santiago Cero", "El lugar donde estuvo el Paraíso" y "El desierto", así como el volumen de relatos "La prisionera".

Al igual que el propio Franz -cuya vida estuvo marcada por viajes y estancias en el exterior, primero por ser hijo de diplomático y luego por vocación-, el protagonista de su última novela reside fuera de Chile.

Consultado acerca del carácter autobiográfico de la obra, consideró que toda novela lo es, en la medida en que se escribe a partir de la memoria. "Pero es una memoria compleja, que está hecha de lo que nos ha ocurrido, de lo que hemos soñado, de lo que hemos leído, de las películas que hemos visto".

"Por ejemplo es autobiográfico el hecho de que en esta novela yo opongo un presente pragmático a un pasado idealista, porque yo mismo he pasado de un idealismo poético a un pragmatismo prosaico en mi vida. He tenido que aceptar las limitaciones que la vida me ha impuesto y aceptarme más pequeño de lo que yo creí que iba a ser", confesó.

Pese a que la agregaduría cultural le demanda buena parte de su tiempo en Madrid, Franz se encuentra embarcado en la escritura de una nueva novela. Es "muy distinta a lo que he hecho hasta ahora. Es un desafío nuevo, porque ocurre en el siglo XIX, pero no es histórica", adelantó.

"Es una novela situada en ese tiempo, lo cual obliga a una investigación de datos de época para validarla". "Pero no voy a decir más por cábala, no me gusta hablar del oso hasta haberlo cazado", se excusó Franz, para continuar acompañando las andanzas de sus "vampiros".