Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

martes, 13 de noviembre de 2007

CARLOS FUENTES: "MI CANON LITERARIO SE LLAMA MIGUEL DE CERVANTES"

Buenos Aires, 13 nov (dpa) - El escritor mexicano Carlos Fuentes afirmó hoy a su paso por Buenos Aires que su canon literario "se llama Miguel de Cervantes", a la vez que observó que las literaturas latinoamericas sufren un aislamiento y se están metiendo en "cotos nacionales cerrados".

"Cervantes funda la novela moderna, y todo lo demás que se ha hecho es una derivación de Cervantes y el Quijote", apuntó en un encuentro con periodistas el autor nacido en 1928 en Ciudad de Panamá, una de las figuras centrales del llamado "boom" de la novela latinoamericana.

"Seguimos viviendo de esa novela que es en cierto modo la novela de novelas. Cervantes se dio el gusto de acabar con los géneros literarios asumiéndolos todos. Ahí hay la novela de caballerías, la novela picaresca, la novela pastoral, todo lo que usted guste está en una novela de la cual se derivan todas las demás novelas que se han escrito. Es la novela madre del género narrativo".

De visita en la capital argentina, el autor de "La muerte de Artemio Cruz" está presentando "Cuentos Naturales" y "Cuentos sobrenaturales" (Alfaguara, Biblioteca Carlos Fuentes), así como el segundo tomo de sus obras reunidas (Fondo de Cultura Económica), que incluye "La región más transparente" -en 2008 festeja su 50 aniversario- y "Agua quemada".

"Yo no creo en la ruptura, creo en la tradición, creo en la creación apoyada en la tradición. Creo en la tradición continuada por la creación nueva. (Jorge Luis) Borges, y añadiría (Alejo) Carpentier, y añadiría (Miguel Angel) Asturias, y (José) Lezama Lima, y (Juan Carlos) Onetti, son nuestros padres, vienen antes de nosotros", manifestó.

"Y después de nosotros viene otra serie de generaciones. Hay el postboom, el babyboom, el 'ginecoboom'. Hay toda una diversificación de la literatura latinoamericana, donde antes había seis o siete escritores, hoy se cuentan casi por una centena", dijo el destacado intelectual y uno de los principales exponentes de la narrativa mexicana.

"Yo donde quiera que voy no me puedo poner al día, tengo que viajar al país para leer a los escritores, cosa que le achaco a mis amigos editores. Porque en 1962 desde México yo podía leer toda la literatura que se hacía en Latinoamérica. Hoy, si no viajo al país, no me entero de lo que pasa".

"Ya no hay esa posibilidad de intercomunicación, como que se han aislado las literaturas, están metidas en cotos nacionales cerrados, y no hay la comunicación que había antes", dijo Fuentes, con una vasta obra que incluye novela, cuento, teatro y ensayo.

Afirmó que entre los nuevos escritores encuentra a sus "nietos". Entre estos citó a Jorge Volpi, Juan Villoro, Pedro Angel Palou, Ignacio Padilla y Cristina Rivera Garza. "Son excelentes escritores mexicanos de generaciones posteriores a la mía. Hay una cosecha muy rica de nuevos escritores en mi país".

"Trato de estar muy atento a lo que sucede, pero los medios no nos facilitan el conocer la distribución de libros, no es buena en América Latina", se lamentó el escritor galardonado con el Cervantes, el Premio Rómulo Gallegos y el Príncipe de Asturias de las Letras, entre muchos otros.

Fuentes consideró que el primer compromiso del escritor es con la literatura, y señaló que la figura del autor latinoamericano como portavoz de la sociedad ha disminuido notablemente, al haber actualmente mayores libertades de comunicación y de expresión.

"Ante todo hay una función del escritor que es la imaginación del lenguaje. Una sociedad sin imaginación y lenguaje es una sociedad perdida", aseveró. "En un Estado totalitario, el escritor es enviado a un campo de concentración, en un Estado democrático es enviado a un estudio de televisión", graficó.

A la vez, afirmó que la Ciudad de México es una "catástrofe armada", "desbordada" y "caótica". En este sentido, dijo creer que "La región más transparente" es la última novela que pudo tomar a la ciudad como conjunto. "Hoy no se puede. La ciudad se nos escapó", agregó, a la vez que destacó su carácter entrañable pese a todas sus desventajas.

El autor de "Los años con Laura Díaz" sostuvo que en cuanto a una fórmula para el desarrollo de América Latina, tiene tres respuestas: "La primera es educación, la segunda es educación y la tercera es educación". "Si no hay educación, no va a haber desarrollo", remató.

Por otra parte, Fuentes destacó como un hecho fundamental la presencia del mundo hispanoparlante en Estados Unidos, donde hay 45 millones de personas que hablan castellano. "Los Angeles es la segunda ciudad hispanoparlante de América Latina, donde todo está en español, las indicaciones, los menús", aseveró.

"A ellos les asusta más su presencia que a nosotros la suya. Llevamos dos siglos viviendo al lado de los Estados Unidos. Eso no ha cambiado una sola enchilada en México. Seguimos haciendo la comida de siempre, las canciones de siempre, las costumbres de siempre".

Al mismo tiempo opinó que no hay que temer por las lenguas, ya que son organismos vivos. "No están petrificadas en un diccionario, no están en mármol. Finalmente las están hablando seres humanos, y van a ir cambiando las lenguas, van a ir evolucionando y se van a ir contagiando unas a otras, en buena hora".

Consultado sobre su relación con la tecnología, Fuentes replicó: "Mire, yo escribo con pluma". "A mí me encanta sentarme con un cuaderno, oler el papel, sacar la pluma, oler la tinta; usar la pluma es sólo comparable al acto sexual, no veo otra cosa a la cual comparar el hecho físico, sensual, de escribir a mano".

"Si yo prendiera la pantallita, y estuviera atendiendo todos los mails, no escribiría, sería prisionero del aparato. Pero no prejuzgo respecto a tecnologías, creo que la tecnología puede ser buena o mala de acuerdo con el uso que se le haga".