Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

martes, 22 de diciembre de 2015

LAS LETRAS DE 2015, SIGNADAS POR PARTIDAS DE GALEANO, GRASS Y MANKELL

Galeano, la voz y la memoria de América Latina
 El año literario que culmina se vio marcado por la pérdida de narradores reconocidos y de fuerte compromiso social como el uruguayo Eduardo Galeano, el alemán Günter Grass y el sueco Henning Mankell, mientras la bielorrusa Svetlana Alexievich fue laureada con el codiciado Premio Nobel y el mexicano Fernando del Paso se alzó con el Cervantes.

A continuación algunos de los hechos más destacados del panorama de la literatura en 2015:
LA LITERATURA DE LUTO POR PARTIDA DOBLE: MUEREN GALEANO Y GRASS 
Grass, el influyente escritor alemán
El mundo de las letras se puso de luto por partida doble el lunes 13 de abril, con las muertes de Galeano y el Nobel Grass en sus respectivos países. El autor de "Las venas abiertas de América Latina", un intelectual que siempre abrazó las causas de izquierda, falleció a los 74 años, poco antes de que se publicara su último libro "Mujeres". Galeano, entre los autores más leídos de lengua española, combinó como pocos el oficio periodístico y la creación literaria y se dedicó a denunciar desigualdades e injusticias.
Mientras tanto, el autor de "El tambor de hojalata" se erigió en uno de los personajes más influyentes de la vida literaria y cívica desde la posguerra en Alemania. Provocador y comprometido hasta el final, murió a los 87 años. 2015 también será recordado por el fallecimiento de dos célebres escritores suecos: Mankell, autor de la exitosa saga de novelas negras protagonizada por el inspector Kurt Wallander, y el poeta y Nobel 2011 Tomas Tranströmer.
CERVANTES A MEXICANO DEL PASO Y NOBEL A BIELORRUSA ALEXIEVICH
Alexievich, primera periodista en ganar el Nobel
Del Paso, autor de "Palinuro de México" y "Noticias del imperio", se convirtió a los 80 años en el sexto mexicano en alzarse con el Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas. "Sus novelas llenas de riesgos recrean episodios fundamentales de la historia de México, haciéndolos universales", valoró el jurado del máximo galardón de las letras hispanas.
La concesión del Nobel de Literatura a la bielorrusa Alexievich tampoco sorprendió, ya que figuraba como favorita en listas de apuestas. Por "su obra polifónica, un monumento al sufrimiento y al valor en nuestro tiempo", la autora de "Voces de Chernóbil" fue la primera periodista y la decimocuarta mujer en quedarse con el premio de la Academia Sueca. Entre los galardonados de 2015 también se destacó el cubano Leonardo Padura, quien se alzó con el Princesa de Asturias de las Letras.
LETRAS IBEROAMERICANAS HUÉRFANAS: LA PARTIDA DE CARMEN BALCELLS
Gabo junto a su agente Balcells
La agente literaria española Carmen Balcells, artífice del "boom" de la literatura latinoamericana, falleció a los 85 años y dejó un vacío difícil de llenar para los autores iberoamericanos. Entre sus representados estuvieron el colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa, el mexicano Carlos Fuentes y el chileno Pablo Neruda.
"Gracias a ella los escritores de lengua española comenzamos a firmar contratos dignos y a ver nuestros derechos respetados", la despidió Vargas Llosa en "El País". Balcells, apodada "Mamá Grande" por un relato de Gabo, había firmado el año pasado con su colega estadounidense Andrew Wylie un acuerdo de intenciones para crear la mayor agencia literaria del mundo, que no llegó a concretarse. 
CERVANTES, ENTRE EL CONVENTO DE LAS TRINITARIAS Y UNA ESTRELLA
Mientras 2015 celebraba el cuarto centenario de la segunda parte del Quijote, se lograron dos empresas quijotescas. Primero, se localizaron los restos de Miguel de Cervantes Saavedra, que pueden visitarse desde mediados de año en la iglesia del convento de Las Trinitarias en Madrid.
Y el genial escritor español también dio nombre a una estrella y los personajes de su novela más famosa, Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea, a los cuatro planetas que la orbitan. 
La propuesta cervantina se impuso ampliamente con más de 38.000 votos en un concurso de la Unión Astronómica Internacional. 
LOS EXITOSOS REGRESOS DE HARPER LEE Y CHRISTIAN GREY
Más de medio siglo después del éxito de "Matar a un ruiseñor", se produjo gran revuelo con el lanzamiento de "Go set a Watchman" ("Ve y pon un centinela"), segunda novela de la estadounidense Harper Lee. Y tras la exitosa adaptación cinematográfica de "50 sombras de Grey", primera entrega de la saga erótica, la británica E.L. James publicó "Grey". El cuarto volumen narrado desde la óptica de su protagonista Christian Grey vendió 450.000 ejemplares en Latinoamérica, indicó a dpa editorial Grijalbo. 
"Creía que todos devendríamos artistas y poetas, pero luego las cosas se torcieron y, entre sombras de Grey, ahora triunfa la corriente de aire, siempre tan limitada, de los novelistas con tendencia obtusa al 'desfile cinematográfico de las cosas', por no hablar de la corriente de los libros que nos jactamos groseramente de haber leído de un tirón", advirtió el escritor catalán Enrique Vila-Matas al recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en la última Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
ALICIA CUMPLIÓ 150 AÑOS Y GREGOR SAMSA CELEBRÓ LOS 100
Dos grandes clásicos de la literatura universal festejaron aniversarios redondos en 2015, mientras siguen fascinando a quienes se sumergen en sus páginas. Las increíbles aventuras de "Alicia en el país de las maravillas" del británico Charles Dodgson, más conocido como Lewis Carroll, cumplieron 150 años de su primera edición. En tanto, "La metamorfosis", la obra más famosa e influyente del checo Franz Kafka, cuyo protagonista Gregor Samsa se convierte en insecto, celebró un siglo.
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jueves, 26 de noviembre de 2015

LEILA GUERRIERO DESMONTA CLAVES DEL PERIODISMO EN "ZONA DE OBRAS"

"La única regla con la escritura es el exceso. Entonces la única forma de llegar alguna vez a escribir algo decente es escribir mucho", dice la argentina Leila Guerriero, referente del periodismo narrativo en América Latina, que reunió una treintena de sus textos en "Zona de obras".

Guerriero (Junín, provincia de Buenos Aires, 1967) se define como "una autodidacta absoluta, un dinosaurio: una periodista salvaje" en las páginas de esta recopilación de sus columnas, conferencias y ensayos, donde defiende a la crónica, ese género que necesita "tiempo para producirse, tiempo para escribirse y mucho espacio para publicarse".

En diálogo con dpa, la periodista que colabora en diversos medios gráficos de América Latina y Europa cuenta: "Todos estos textos intentan ser una especie de radiografía de la cabeza de alguien que escribe, de las cosas que se pregunta, de las cosas que lee, de las cosas que critica, de las cosas que la soliviantan del oficio".

Por qué, para qué y cómo escribe un periodista son algunas de las preguntas clave que atraviesan "Zona de obras" (Anagrama), que llegó recientemente a las librerías de Argentina, México y Colombia y que Círculo de Tiza editó previamente en España. Su título se debe a que "muestra un poco el cimiento antes de que esté el edificio montado, es como ir al pozo de obra".

Antes de iniciar su carrera periodística en 1991 Guerriero escribía ficción, pero sentía que ya no le entusiasmaba. "Entonces evidentemente las historias reales allí me dieron algo que no encontraba en la ficción, que era básicamente el tener algo para contar", afirma. "Fue eso básicamente, un hambre que la ficción no saciaba. Fue como un encuentro feliz con una vocación que yo no sabía que tenía, el periodismo".

Su método, según define, consiste en "poner mucho empeño" en todas las etapas de construcción de un texto. Y su prosa exquisita cosechó múltiples elogios, incluido el del premio Nobel Mario Vargas Llosa.

Consultada acerca de la meta de su trabajo, responde: "Creo que tratar de entender siempre estuvo en la base. El oficio periodístico siempre me pareció como la excusa más honesta para meterse en lugares en los que uno no podría meterse de otra manera. Por supuesto lo que sí va cambiando son las curiosidades".

La autora de libros como "Los suicidas del fin del mundo", "Frutos extraños" y "Una historia sencilla" piensa que a partir de la escritura se va formando una especie de enorme mural. "Cada texto, cada artículo, es como una venecita, un pequeño azulejo de ese mural que va diciendo cosas del mundo, pero también va reflejando algo de vos".

La ganadora del premio CEMEX-FNPI y del González-Ruano, una convencida de que "el periodismo bien hecho es una forma del arte", aclara que el periodismo narrativo "no es una cosa superlativa, no estamos haciendo física cuántica. Es simplemente un género dentro del periodismo. Me molesta un poco que se lo vea como una especie de género superador".

Mientras tanto, se muestra entusiasmada con su trabajo de editora para América Latina de la revista mexicana "Gatopardo": "Me fascina esa relación íntima con los autores. Siento que es como un crecimiento muy fuerte para la escritura propia. No quisiera perderlo, pero si estuviera en la disyuntiva, seguiría escribiendo. Podría vivir escribiendo todo el tiempo y sin editar, pero no podría vivir editando todo el tiempo y sin escribir. Para mí no escribir es impensable".

Guerriero desmitifica por otra parte que la crónica latinoamericana esté atravesando un "boom" como el que conoció la literatura en la década de los 60 y se refiere en cambio a "un fenómeno de alcance geográficamente muy grande, porque de México para abajo está toda América Latina involucrada, pero no es masivo".

También advierte que se piensa en "gente con sus pies arriba del escritorio fumando un puro, mientras los dólares caen a sus pies. Y yo no conozco un solo periodista latinoamericano que no haga 60 cosas a la vez para poder armarse una forma de hacer esto".

De todas maneras, ve algunos "síntomas saludables": "Es mejor el panorama ahora que el que teníamos hace 15 años atrás, donde había cuatro tipos en el continente que hacían crónica contra viento y marea".

"Era como un panorama bastante desolador, 'Gatopardo' recién estaba empezando. Me parece que lo que sí ha pasado es que todas esas revistas –'Gatopardo', (las colombianas) 'El Malpensante', 'SoHo'- hicieron un trabajo sostenido a lo largo del tiempo, con más y menos problemas económicos, algunas más exitosas, otras menos", y señala que desde el principio tuvieron "una vocación panamericana" al publicar textos de "aspiración transfronteriza".

"Esas historias asentaron esa manera de pensar el periodismo que tiene el periodismo narrativo, sin fecha de vencimiento y escritos para un lector que lo podría leer en España o en cualquier otro sitio, como leés una novela que te guste", considera.

Guerriero también destaca la labor de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que colocó al frente de sus talleres a grandes nombres como Jon Lee Anderson, Martín Caparrós, Juan Villoro y Alma Guillermoprieto, lo que logró "reunir a periodistas de distintos lugares del continente y armar redes". A partir de entonces empezó a fluir una comunicación "que antes estaba completamente desperdigada”, apunta.

Además, como la fundación puso a dar clases a los referentes de América Latina, "una nueva generación de periodistas se formó con un modelo mucho más cercano". Y analiza: "Creo que la primera señal de que fue una tarea de acumulación y que derramó muy lentamente es que la crónica está encontrando un lugar en las casas editoriales".


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jueves, 24 de septiembre de 2015

BARRERA TYSZKA: "NADIE VIVE DE LA LITERATURA EN VENEZUELA"

"Creo que nadie vive de la literatura en Venezuela, ni siquiera un escritor de autoayuda exitoso", afirma el narrador y guionista venezolano Alberto Barrera Tyszka, quien señala que en su país "hay una gran desazón" en medio de "una crisis económica que luce espantosa".
"Algunos se han dedicado al periodismo, a la televisión, la radio, buscando cómo ganarse la vida", dice a dpa el ganador del Premio Herralde de Novela 2006 con "La enfermedad". En una Venezuela "absolutamente dependiente del petróleo", la situación está "muy mal en general", apunta.
El propio Barrera Tyszka, uno de los invitados del festival de literatura Filba Internacional, trabaja desde hace más de 20 años como guionista de telenovelas en diferentes países de América Latina. Se inició cuando lo convocó un amigo que estaba en televisión y, como él no tenía trabajo estable, aceptó. 
"Venía de una sociedad como la venezolana donde hay un 'petroestado', donde lo natural era que los escritores vivieran del Estado, y mi generación y yo queríamos reaccionar frente a eso y queríamos vivir de la escritura como fuera. Tuve un largo aprendizaje a tolerar y entender la televisión, y la telenovela, más".
Barrera Tyszka, autor de la biografía "Hugo Chávez sin uniforme. Una historia personal" junto a la periodista Cristina Marcano, publicó asimismo cuento y poesía. Asegura sentirse cómodo "dentro de la narrativa y la novela. La poesía me parece muy difícil, o al revés, me parece que es muy fácil ser mal poeta".
El escritor nacido en Caracas en 1960, traducido a varios idiomas, terminó una novela que tal vez salga a fin de año y está trabajando en otra. "Creo que muchos narradores venezolanos estamos pensando y viendo si es posible contar algo de lo que nos pasa. Estamos empezando a hacer los primeros ensayos de tener relación un poco con la realidad que vivimos", reflexiona.
"Creo que nos va a costar muchos años. Pero que ciertamente esto tiene que estar en nuestra literatura. Son 16 años de un gobierno nuevamente militar de algo que se autoproclama como revolución y que ha determinado la vida de mucha gente. Se calcula que hay un millón y medio de venezolanos fuera", indica Barrera Tyszka, que publica sus columnas dominicales desde hace casi 20 años en el diario opositor venezolano "El Nacional".
A la pregunta de si cree que las elecciones legislativas en diciembre pueden marcar un punto de inflexión, duda: "Me gustaría que fuera, pero no puedo avizorarlo, no lo sé. En Venezuela desde hace tiempo vivimos como una especie de pre-apocalipsis cotidiano, siempre viene algo donde decimos 'aquí viene el desenlace' y nunca termina el desenlace de pasar, siempre seguimos como en ese mismo precipicio".
Por otra parte, Barrera Tyszka destaca que hace algunos años se vivió una "especie de renovación o de fuerza" de los autores venezolanos. "El control de cambio obligó también a los grupos editoriales grandes, como no podían sacar los dólares, a invertir en Venezuela, y esto estuvo muy bien porque se publicaron muchos autores y además descubrimos que éramos un país lector, (hubo) muchos autores locales que vendieron muchos libros”.
El auge alcanzó a la novela y a obras de periodismo e historia. "Tenía que ver con que los venezolanos queríamos saber qué nos pasaba y posiblemente los periódicos no daban respuestas suficientemente satisfactorias", afirma. "Lo que pasa es que ya cuando entra la crisis inflacionaria todo eso se viene abajo, porque es insostenible, la gente no va a comprar libros ahora".
Mientras, el autor de la novela "Rating" y el volumen de cuentos "Crímenes" se reparte entre sus dos oficios. La televisión clásica no soporta complejidades, en cambio la literatura es el territorio de esa complejidad y la ambigüedad, observa. ¿Cómo se organiza para saltar de una a otra? "Si tengo un proyecto de televisión muy fuerte no me puedo involucrar en otras cosas. Trato de pasar seis o siete meses (con él) y los otros meses termino de escribir mis proyectos literarios".
Respecto de la telenovela, Barrera Tyszka sostiene que en un momento se convirtió "en una marca de América Latina". "Fue incluso nuestra marca unificadora frente a Europa, cuando se volvían locos por 'Cristal' y por una cantidad de telenovelas. La cursilería llegó a ser un producto de exportación de los latinoamericanos. Lo que pasa que ahora producen telenovelas en Croacia, en Turquía. Descubrimos que esa emoción desbordada la puede tener todo el mundo".
Y de la mano de la tecnología se impuso un cambio drástico. En su momento se analizaba que "la televisión era un monstruo poderosísimo que nos alienaba, que reproducía la cultura dominante. Y de repente todo eso se hizo agua". El poder pasó a los televidentes "y ese monstruo se quedó sin ninguna fuerza, porque ahora los usuarios pueden decidir a qué hora ven la televisión, cómo la ven, si la ven con o sin publicidad. Incluso la televisión se va a acabar. La gente que tiene menos de 25 no usa la televisión, sino la pantalla de la computadora".
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lunes, 21 de septiembre de 2015

FESTIVAL LITERARIO FILBA DEBATE MITOS DEL FUTURO EN TRES CIUDADES

Coetzee, invitado estelar del octavo Filba
El festival de literatura Filba Internacional se celebrará en los próximos días nuevamente en Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile, y la reflexión sobre el porvenir cruzará el programa de esta séptima edición, bajo el concepto "Mitos del futuro próximo".
Del 23 al 29 de septiembre el evento nacido en la capital argentina en 2008 reunirá a una veintena de invitados internacionales y más de 100 autores de Argentina, Uruguay y Chile en cerca de 70 actividades como paneles, performances, talleres, lecturas y recitales de poesía.
Entre los invitados internacionales brillarán el Premio Nobel de Literatura sudafricano John Maxwell Coetzee y la neozelandesa Eleanor Catton, joven ganadora del Man Booker Prize en 2013. Las letras sudafricanas estarán representadas asimismo por Ivan Vladislavic y Zoë Wicomb, para debatir qué puntos de encuentro es posible tejer entre Sudáfrica y Sudamérica.
También habrá presencia destacada de escritores de países latinoamericanos, como el venezolano Alberto Barrera Tyzska, el colombiano Andrés Burgos, el costarricense Luis Chaves y el cubano Marcial Gala.
La programación del evento literario anual organizado por la Fundación Filba se desplegará en Buenos Aires del 23 al 27, en Montevideo, del 25 al 26, y en Santiago de Chile, del 26 al 29. A lo largo de estos siete días el eje será "Mitos del futuro próximo", que se inspira en el título de un libro del inglés James Graham Ballard.
"Se produce tanto contenido a lo largo de un encuentro como el Filba que nos pareció importante ordenarlo bajo un eje, darle una forma que luego nos permita aprovecharlo mejor", explicó a dpa la nueva directora del Filba, Gabriela Adamo.
"Estamos inmersos en cambios tan drásticos, sociales, económicos, políticos, ecológicos, que nos pareció que era muy importante aprovechar la variedad y calidad de los autores invitados para preguntarles a ellos cómo ven o cómo intuyen que pueda ser el futuro que ya no está tan lejos", afirmó.
Kohan, a cargo de la apertura
El argentino Martín Kohan abrirá el festival justamente con una relectura de la nueva literatura argentina. Su conferencia inaugural "Desfiguraciones" tendrá lugar el miércoles por la noche en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).
El festival también reflexionará sobre el porvenir a través de discusiones sobre nuevos formatos, encuentros con los autores más jóvenes y charlas sobre géneros como la ciencia ficción. 
Por otra parte, con el objetivo de entablar nuevos diálogos en torno a la idea de una escritura "del sur", el argentino Cristian Alarcón visitará Chile, sus compatriotas Leonardo Oyola y Eduardo Sacheri irán a Uruguay, los uruguayos Daniel Mella y Horacio Cavallo viajarán respectivamente a Argentina y Chile y los chilenos Héctor Hernández Montecinos y Mike Wilson cruzarán los Andes para llegar respectivamente a Uruguay y Argentina.
A Sudamérica arribarán asimismo invitados como los franceses Catherine Millet y David Foenkinos, la danesa Sissel-Jo Gazan, el estadounidense Tao Lin y el editor español Constantino Bértolo.
Adamo, nueva directora del Filba
En referencia a los escritores más jóvenes que participan del Filba, Adamo consideró: "Creo que tenemos un muy buen plantel en ese sentido: el costarricense Luis Chaves, el chileno Mike Wilson y la brasileña Ana Paula Maia pueden darnos grandes sorpresas. (El portugués) Gonçalo Tavares, sin dudas, también".
Y entre los argentinos sub30, "que tienen una mirada totalmente distinta sobre la cultura y la circulación del libro", la directora del Filba señaló a Leonardo Sabbatella, Valeria Tentoni y Martín Zicari.
Además habrá actividades de formato no tradicional como "Lecturas 1 a 1", durante las cuales un autor y una persona del público se encuentran solos a leer, y "Lecturas a Ciegas", en las que los visitantes entrarán a un espacio a oscuras para escuchar un cuento.
Adamo realzó que el festival literario se haga en tres ciudades a la vez, "tratando de crear un programa conjunto, que conjugue lo común y lo diferente". Ese despliegue "implica mirar qué es lo que están haciendo nuestros vecinos, enterarnos de lo que publican y presionar un poco a las editoriales para que importen esos libros o los impriman localmente".
Las expectativas de los organizadores son elevadas: "Sabemos que muchas veces es más fácil enterarse de lo que pasa en Europa que en otro país del continente y nos proponemos firmemente alterar eso". Pero también, añadió Adamo, aspiran a que el Filba sirva "para darle una dimensión literaria a un Cono Sur que, en general, es un proyecto más económico que social".
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jueves, 10 de septiembre de 2015

LOS DIARIOS DE PIGLIA: EL PASADO Y LA MEMORIA EN 327 CUADERNOS

Ricardo Piglia trabajando.
Ricardo Piglia escribe sus míticos diarios desde 1957 y, más de medio siglo después, se transformaron en el registro de una vida. En el documental "327 cuadernos", la cámara del cineasta Andrés Di Tella ilumina la relación del laureado escritor argentino con sus diarios.
Simultáneamente al estreno de la película por estos días en salas argentinas, Anagrama publica "Años de formación", el primero de los tres tomos de "Los diarios de Emilio Renzi", que reúne los años que van de 1957 a 1967. Renzi es nada menos que el álter ego del autor, que aparece y reaparece en sus ficciones.  
Di Tella dice en diálogo con dpa que concibió el documental como "la fábula de un hombre con su memoria, con su pasado. Qué hacemos con nuestros recuerdos es un poco de qué se trata la fábula. Y lo que hacemos es transformarlos, ordenarlos para darles un sentido, que es un poco el sentido que puede llegar a tener nuestra vida".
En el comienzo de "327 cuadernos", Piglia (Adrogué, 1940) evoca el escape de su familia de ese suburbio de Buenos Aires a Mar del Plata, ya que su padre era perseguido por su ideología peronista. "Viví ese viaje como un destierro, no quería irme del lugar donde había nacido. No podía concebir que se pudiera vivir en otro lado, y de hecho después no me ha importado nunca el lugar donde he vivido", recuerda el autor de "Respiración artificial" y "Plata quemada".
Por entonces, a sus 16 años y "en medio de la desbandada, en una de las habitaciones desmanteladas de la casa, empecé a escribir un diario", rememora. "Así empecé y todavía hoy sigo escribiendo ese diario. Muchas cosas cambiaron desde entonces, pero me mantuve fiel a esa manía", revela el ganador del Premio Rómulo Gallegos y recientemente del Formentor, cuyos diarios siempre alimentaron sus ficciones.
El proyecto del film tuvo sus inicios cuando el documentalista argentino coincidió con Piglia en la estadounidense Universidad de Princeton. "Él justo en ese momento, en octubre de 2012, estaba volviendo para Buenos Aires, había decidido regresar al país después de muchos años. Yo justo me había comprado una cámara y estaba con ganas de hacer una especie de diario fílmico. Y él me contó que estaba con este proyecto de ponerse a leer los diarios, que era algo que él tenía pendiente".
Andrés Di Tella
El autor de "Blanco nocturno" pensó que el documental tal vez le serviría como compromiso para seguir leyendo los diarios. "Porque no es algo fácil afrontar toda una vida ahí registrada con ese testigo incómodo que es el registro de los 327 cuadernos", señala Di Tella, quien ya hizo en 1995 un documental con Piglia sobre Macedonio Fernández y también dirigió entre otros "Montoneros, una historia", "Fotografías" y "Hachazos".
A lo largo del film que tendrá su estreno internacional este mes en la sección Zabaltegi del Festival de San Sebastián, Piglia lee, revisa, comenta y se sorprende con sus diarios, de los cuales emergen inesperadamente fotografías, recortes de periódicos y listas.

Di Tella, fundador y primer director del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), indica que en una de las escenas al comienzo de la película Piglia "está efectivamente sacando por primera vez los cuadernos. Después de eso empezó a ordenarlos, porque él los tenía completamente desordenados, inclusive algunos los había perdido. Alguna vez me dijo que había intentado pasar en limpio los primeros".
La película acusa el impacto cuando a Piglia se le declara una enfermedad degenerativa durante el rodaje. "Cuando apareció la enfermedad y supimos de qué se trataba, que tardó un rato, yo pensé que ya no quería seguir filmando eso, porque no era el objetivo, no era una película sobre un hombre enfermo”.
"Pero como Ricardo había seleccionado un montón de textos que él quería leer para la película, insistió en seguir adelante y terminar de leer esos textos y hacer algunas cosas que teníamos pensadas. Y sobre todo el final de la película".
Piglia mirando el documental junto a Di Tella.
"327 cuadernos" tiene dos partes claramente diferenciadas. "La primera es una situación donde se está revisando el pasado y de pronto en la segunda parte sigue esa revisión del pasado, pero de alguna manera irrumpe el presente. Y eso quizá sea inevitable, de alguna forma o de otra es lo que pasa en los documentales", dice Di Tella.
"En este caso pasó de una forma un poco inesperada y brutal. Pero yo rescato realmente el espíritu de Ricardo, cómo afronta sus circunstancias con un espíritu increíble, un humor y también con una productividad impresionante", apunta.
A lo largo de la cinta se muestran descartes de noticieros de época y antiguas películas familiares, en su mayoría anónimas. "La idea es un poco pigliana. Hay una frase que filmé en detalle en un cuaderno donde dice 'la autobiografía como collage (de otras autobiografías)'. La película también es como una cápsula de tiempo de medio siglo de vida argentina", afirma el director.
A Piglia el documental "le gustó muchísimo y se emocionó", cuenta Di Tella, muy satisfecho con algo que el escritor le dijo: "Que sentía que la poética de la película era muy próxima a la poética propia de él".
¿Son realmente 327 cuadernos o se trata más bien de un número al azar? "No lo sé, finalmente", se ríe Di Tella. "Yo asumí que sí. Y le pregunté, '¿pero vos los contaste?' Y él dijo 'no, no'. De hecho los tenía en forma muy desorganizada, en cajas, algunos los tenía allá en Princeton, otros estaban acá en el estudio en Buenos Aires, otros más estaban en la casa del hermano en Mar del Plata".
Pero en el prólogo de "Años de formación", Piglia insiste en señalar que "las notas y las entradas de estos diarios ocupan 327 cuadernos". Tal vez, especula Di Tella, esto se vincule con "el arte de mezclar ficción y realidad en Ricardo; a veces lo que parece mentira es verdad". 
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martes, 7 de julio de 2015

"DIARIO DE UN LIBRERO" DE MEY: LOS DESAFÍOS COTIDIANOS DE UN OFICIO

Un lector que quiere comprar "el último libro" de Ana Frank. Otros que buscan "Juan Rulfo de Pedro Páramo", obras de "Gael García Márquez" o "la novela por la que Borges ganó el Nobel". Estos y otros pedidos insólitos son recopilados en "Diario de un librero" del argentino Luis Mey, en base a experiencias propias y ajenas de este noble oficio.
Inspirada en situaciones reales, la ágil e irónica novela que transcurre mayormente en un local de venta de libros de la ciudad de Buenos Aires, revela el submundo cotidiano de una librería, con diálogos desopilantes, conflictos y malentendidos diversos entre clientes y empleados.
Mey, una de las nuevas voces de la narrativa argentina, dice a dpa: "El libro se escribió solo con el día a día del intercambio en el trabajo. A uno le pasaba una cosa, a otro otra, a alguno le pasaba que después exageraba lo que pasaba y ahí aparecía el cuento. Es decir, la ficción".
"Era imposible no escribir la cotidianeidad de un trabajo así. La literatura de un eslabón de la literatura: la librería", afirma Mey, nacido en Buenos Aires en 1979 y ganador del Premio Décimo Aniversario de la Revista Ñ (2013) con su novela "La pregunta de mi madre".
"Mucha gente colaboró con sus anécdotas. En un momento salí a preguntar a cientos de libreros si tenían esas anécdotas que marcaban su día, o su mes, o su carrera como librero. Muchos aportaron maravillas. Muchos, no. Algunos no ven el cuento ni aunque les pase frente a los ojos. Y no me refiero a libreros. La mayoría no ve que su vida está llena de historias tan literarias como cualquiera de las que leen en sus textos favoritos", sostiene.
Por el recientemente publicado "Diario de un librero" (Interzona) circulan un ladrón de libros que le ofrece al vendedor ir "mitad y mitad", un cliente que pierde su dentadura postiza en la sala de lectura y otro que se quiere llevar un ejemplar sin pagar, convencido de que está en una biblioteca.
Luis Mey reflexiona sobre el oficio de librero
Además hay un hombre que quiere reservar un libro que Stephen King aún no terminó de escribir, como si se tratase de la última versión de un Iphone, y una mujer que reclama el "cuarto volumen" de la trilogía de Ken Follett.
Entre las situaciones insólitas reunidas en la obra con ilustración de tapa del humorista gráfico Miguel Rep, la favorita de Mey es la de un hombre convencido de que existe una sección con libros para curar la homosexualidad. "Me pareció tan tierno el hombre. Tan vulnerable a su desesperación. Me lo imaginé luego pidiendo absurdos en otros locales".
Mey, quien trabajó diez años como librero y actualmente se dedica solo a la literatura, ama las librerías "aun en su peor estadio". El protagonista de "Diario de un librero", en cambio, está desbordado. En las páginas de la novela, el vendedor indignado con un cliente cuestionador de precios "da media vuelta y hace lo de siempre: tomar un café, pensar en renunciar, calmarse y volver a ordenar".
"Seguramente habré estado desbordado, mil veces, pero no con ese nivel de pesimismo del personaje. Es una construcción literaria que, como cualquier texto de taller, empieza con un disparador –la anécdota, en este caso– y parte a otro lado, una estrategia, una construcción diferente que hace que sea ficción en el todo", apunta el autor de la trilogía "Las garras del niño inútil", "En verdad quiero verte, pero llevará mucho tiempo" y Los abandonados".
Buenos Aires es la ciudad con más librerías en el mundo, según indican estadísticas recientes. Mey se lo atribuye "al oportunismo porteño de creer que es un negocio sencillo. Y es de lo más complejo que hay. Abren muchas, cierran muchas. Todo el tiempo".
Ateneo Grand Splendid, donde trabajó Mey
El escritor que por estos días publica otra novela, "El pasado del cielo" (Seix Barral), considera por otra parte respecto del libro electrónico que éste "no reemplaza, se acomoda".
Y traza un paralelismo con las grandes cadenas y las pequeñas librerías: "Es una oportunidad para repensar lo que uno hace y hacerlo mejor o diferente o con reglas nuevas. El libro físico no muere porque es patrimonio. Hay un derecho real sobre la cosa. Es tangible, por eso es patrimonio. El electrónico no. No es nada. No es transmisible. No queda. Son mundos diferentes".
Elige dos librerías porteñas como sus favoritas: "La Boutique del Libro de San Isidro (al norte de la ciudad de Buenos Aires), sobre una calle de adoquines y la mejor selección de literatura y el jardín más hermoso del mundo y, también, el lugar en el que trabajé tantos años: el Ateneo Grand Splendid (que funciona en un bello edificio construido como teatro). Pura mística".
¿Cómo coexistieron en él sus facetas de escritor y librero? Mey responde: "Cualquier elemento de mi vida convive y alimenta al escritor. No hay manera de que no explote casi cualquier cosa para darle un ajuste y transformarlo en ficción. No puedo evitarlo. Así vivo. Ficcionando lo que ya es ficción: mi mirada del mundo".
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jueves, 7 de mayo de 2015

MUERTE Y SILENCIO RONDAN "UNA SUERTE PEQUEÑA" DE CLAUDIA PIÑEIRO

La escritora argentina Claudia Piñeiro regresa a temas como la muerte y el silencio en su más reciente obra, "Una suerte pequeña", a la que define como una novela intimista y "más emotiva que otras".
Allí lleva al extremo la ubicación de un personaje "en una situación límite y la decisión que va a tomar", cuenta Piñeiro a dpa. Y es que la protagonista, nacida como María Elena Pujol, quien se transformó en Marilé Lauría y luego en Mary Lohan, huyó a causa de una tragedia. Y 20 años después regresa a Temperley, el suburbio de Buenos Aires donde residía con su familia hasta que su vida sufrió ese quiebre y resolvió irse.
Piñeiro (Gran Buenos Aires, 1960), una de las autoras más leídas de la literatura argentina, presentará el próximo sábado en la 41 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires este thriller familiar que explora el sentimiento de culpa de la protagonista, la condena social que sufrió de su entorno y el difícil reencuentro con su pasado.
"Para alguno de nosotros es el malestar y no la felicidad el hábitat donde podemos vivir", dictamina Lohan, que rehízo como pudo su vida en Boston, donde modificó su aspecto y dicta clases de español. "Una suerte pequeña" (Alfaguara), con la que Piñeiro toma distancia del género policial que la consagró, acaba de publicarse en Argentina y aparecerá en los próximos días en México y España.
La autora define el concepto de "suerte pequeña" que da título al libro como "esa que va naciendo en lo cotidiano, en el día a día, y que quizás uno no reflexiona sobre el efecto que esa pequeña suerte puede ocasionar en algo mucho mayor, que es la vida completa. Y a veces nos quedamos esperando esa gran suerte que nunca va a llegar".
Y afirma también que "la hipocresía y la mirada del otro, el juzgar apresurado de los otros, tiene mucho que ver con lo que escribo. El encierro, la muerte y esa mirada que juzga permanentemente sin poderse poner en los zapatos del otro me parece que se repiten mucho en las historias que he contado hasta ahora".
"Una suerte pequeña" trabaja especialmente sobre "el silencio de años de no haber dicho, el silencio que alguien hace, pero también el silencio que otro recibe, la falta de respuesta a una pregunta que queda suspendida en el aire", considera la ganadora del Premio Clarín de Novela 2005 con "Las viudas de los jueves" y del Sor Juana Inés de la Cruz 2010 con "Las grietas de Jara".
A causa de diferentes compromisos, Piñeiro se había ido demorando en la escritura de su más reciente novela. Pero un día después de que terminó la feria el año pasado le dio una trombosis cerebral. "Y después de estar diez días internada, varios de ellos en terapia intensiva, cuando me recuperé suspendí todas las actividades excepto la escritura".
"Eso me permitió no solamente terminar la novela en el plazo que me había puesto a mí misma. Esta suerte pequeña en la desgracia me permitió suspender todo por prescripción médica y solamente escribí. Creo que ese estado personal también está reflejado de alguna manera en la novela", relata.
Piñeiro ya recibió ofertas para la traducción de la obra al alemán y al francés, mientras que este mes viajará a presentarla a varias ciudades de España, donde fue distinguida el año pasado con el galardón Rosalía de Castro del PEN Club de Galicia. "No lo pude ir a retirar justamente por la trombosis, así que este año tenía pendiente visitarlos y recibir el premio que no pude recibir antes. Y de paso presentar esta nueva novela por allá, que es de donde viene mi familia".
La también dramaturga y guionista sostiene que en su caso, al igual que el de muchos otros colegas, "la escritura es una cuestión ontológica. Es parte del ser, yo no podría ser si no fuera escritora. Escribir es parte de lo que organiza mi vida".
A la vez, la autora de "Betibú" y "Tuya" no sabe a qué se debe el enorme éxito de sus novelas, varias de las cuales tuvieron su versión cinematográfica. Ya en los primeros días de venta en la feria, "Una suerte pequeña" se vendió a gran ritmo. "No hay un acto especulativo ni voluntario de escribir determinada historia para que compren el libro o para que lo lean más lectores, de ninguna manera. Escribo lo que puedo escribir y de la mejor manera posible", afirma.
"Hay gente que dice 'tu libro no lo leí porque no leo bestsellers'. El bestseller tiene la voluntad de ser escrito para ser vendido, que es otra cosa. Hay libros que se han vendido mucho y no tienen esa voluntad, en el sentido que no es una especulación de 'le pongo un poquito de esto, un poquito de esto otro, para que se vendan muchos libros'", analiza.
Piñeiro también destaca el rol de la megacita cultural y editorial que culmina el 11 de mayo en el predio de La Rural: "Está muy bien que la gente camine por esos pasillos, se meta en esos stand, toque libros, los huela, se lleve el que más le gusta para su casa. La Feria del Libro de Buenos Aires está pensada básicamente para el lector y en ese sentido es de gran apoyo para la promoción de la lectura".
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domingo, 3 de mayo de 2015

PACO TAIBO II:"YA APRENDÍ A VIVIR CON EL CHE"

"Ya aprendí a vivir con el 'Che'", asegura el multifacético escritor y periodista mexicano Paco Ignacio Taibo II. A su paso por Argentina, el autor de la biografía más leída sobre Ernesto Guevara filmó material para un programa de televisión sobre el legendario guerrillero argentino-cubano.
"El 'Che' era el personaje de mi adolescencia y lo sigue siendo pero de otra manera, de una manera mucho más sólida, mucho más compleja. Pero cuando terminé de escribir el libro, viví bajo niveles de potente desequilibrio", cuenta a dpa Taibo II (Gijón, Asturias, 1949), creador de la nueva novela negra en español con la serie protagonizada por el detective Héctor Belascoarán Shayne.
Taibo II participa en la 41 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se extiende hasta el 11 de mayo con Ciudad de México como invitada de honor. Allí presentó anoche la tercera versión de su biografía "Ernesto Guevara, también conocido como el Che", cuya primera edición data de 1996. Poco antes estuvo filmando en varias ciudades argentinas sobre el "Che" para el ciclo "Los nuestros", que con su idea y conducción se emite por el canal TeleSUR.
"La segunda tanda de 'Los nuestros' va a ser un solo programa de ocho horas sobre el 'Che'", anticipa. "37 ciudades, 16 países, un superproyecto". Una iniciativa que ya lo llevó a grabar también en Guatemala y México y seguirá por Europa -principalmente Praga y París-, Perú y Bolivia y el Congo.
"Los nuestros" rescata en estos días historias imprescindibles de Latinoamérica que "hay que contar", como las del poeta salvadoreño Roque Dalton y el escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh. "Podemos ser cualquier cosa, pero una izquierda latinoamericana sin pasado es un cadáver que camina", sostiene con pasión el activista y autor de una extensa obra de libros de no ficción.
En este nuevo recorrido tras los pasos del "Che", Taibo II cree haber encontrado "miradas que no tenía. Escribir sobre una montaña es una cosa y caminártela es otra". Y destaca: "Afortunadamente estamos haciendo el programa en el momento en que todavía quedan testigos de calidad. Dentro de cinco, ocho, diez años, han desaparecido todos, por razones de edad".
Ante la proliferación del marketing global vinculado a Guevara, "materiales todos para una sociedad que no sabe manejar la sobriedad de la memoria", considera que "hay que impedir que el 'che-bisnes' invada el corazón del mito", dice acuñando un juego de palabras que hace referencia al término "business", "negocio" en inglés. "La única manera de preservar el corazón del mito es contándolo, lo más profundamente, lo más sólidamente, lo menos hagiográficamente, lo menos demagógicamente, lo más ricamente posible. Contra la camiseta, el libro", propone con desenfado.
Aunque luego matiza: "No está mal la camiseta, porque un adolescente de 15 años que decide para tocarle los huevos a su papá ponerse una camiseta del 'Che' y no una de Madonna está haciendo una opción ideológica, de un nivel muy primario, pero está haciendo una opción ideológica. Es un acto de rebeldía". "En último caso no es mi problema, yo no me dedico a hacer remeras, yo me dedico a hacer libros gordos y programas largos", se ríe.
El creador de la Semana Negra de Gijón, que se celebra en el norte de España, explica que haber vendido más de un millón de ejemplares de su biografía sobre el "Che" le da sobre todo "un montón de libertad". Cigarrillo en mano, afirma: "Ya tengo la edad suficiente y creo que me he ganado el derecho a escribir lo que me dé la gana".

Pese a sus múltiples compromisos entre literatura y política, el prolífico y multigalardonado autor de más de 50 libros en distintos géneros literarios logra ensamblar sus tiempos.
"El trabajo militante forma parte de mi idea de cómo debes y quieres vivir. Y significa que le dedicas el mayor tiempo posible, entonces me la paso dando conferencias en puertas de huelgas, en campamentos de pobladores, en fábricas, en escuelas, dentro de un trabajo de promoción a veces de la lectura, del libro o de debates sobre los grandes temas de la izquierda, o simplemente soy un agitador antigubernamental, cosa que hago muy bien".
"Y lo que sobra es lo que araño todos los días para preservar el derecho a seguir siendo escritor. Todos los días araño aquí cinco horas, cuatro horas, dos horas y media, tres horas en la noche, y trato de defender un espacio de escritor", cuenta el ganador del Premio Internacional Dashiell Hammett en tres ocasiones ("La vida misma", "Cuatro manos", "La bicicleta de Leonardo").
"Yo llegué a la literatura por placer y me niego a que me roben mi placer. Entonces cuando algo no sale por algo será y lo abandono temporalmente. Tengo cuatro novelas empezadas, pues alguna de ellas avanzará", apunta.
¿Y cuáles son las expectativas de Taibo II, secretario de Arte y Cultura en el Comité Ejecutivo Nacional del partido de izquierda Movimiento Regeneración Nacional (Morena), para los comicios de mitad de mandato del presidente Enrique Peña Nieto el 7 de junio? "Que le metiéramos un susto de verdad al PRI (Partido Revolucionario Institucional). Esto significa ganar la Ciudad de México y avanzar electoralmente fuerte en una docena de estados de la república, pero la victoria de la Ciudad de México se ha vuelto la clave", responde.
Y agrega: "La segunda expectativa es acabar de desmoronar al PRD (Partido de la Revolución Democrática). El PRD es una tristeza, el ex partido de la izquierda se volvió un partido de servidores del sistema, corrupto, incoherente, hiperburocrático, manchado por el dinero. Entonces eliminarlo del mapa político es fundamental".
Entre las luchas ganadas en el terreno literario, Taibo II señala el reconocimiento alcanzado por el género policial. "La batalla ahora está dentro del género, por hacer una literatura de mayor nivel de profundidad, más sólida, con más nivel de experimento". Y cita al español Manuel Vázquez Montalbán, "quien dijo alguna vez que el único sentido que tiene hacer literatura de género es violentarla hasta sus límites. Y es verdad”, concluye.
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martes, 28 de abril de 2015

MORÁBITO: "EN EL FONDO EL CUENTO ESTÁ MÁS CERCA DE LA POESÍA"

"Tengo la esperanza de que frente a tanta novela mediocre que se publica, no solo en México sino en todas partes, el lector y el editor se cansen y empiecen a apreciar más el cuento, donde es más difícil mentir, donde es más difícil ocultar la mediocridad", apunta el escritor Fabio Morábito.
El reconocido cuentista, poeta y ensayista, que cultiva un cuidado particular por el lenguaje, es uno de los integrantes de la delegación mexicana que por estos días participa en la 41 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se extiende hasta el 11 de mayo con Ciudad de México como invitada de honor.
Morábito -nacido en Alejandría y residente en México- dice a dpa: "El cuento te delata enseguida si eres un buen narrador. En la novela puedes jugar con la arquitectura, puedes jugar con los puntos de vista. En el cuento hay que ser eficaz".
Y recalca: "Espero que el cuento, que debería ser además el género más moderno y más idóneo a este mundo de carrera, de prisa, pues sea más valorado y por lo tanto los editores le hagan más caso".
Justamente recopilados por Morábito, se publicaron hace algunos meses en México "Cuentos populares mexicanos" (Fondo de Cultura Económica), que también llegarán por estos días a Argentina (FCE) y a mediados de junio a España (Siruela). 
Morábito leyó las transcripciones de más de 1.200 historias de la tradición oral y seleccionó y reescribió 125 de ellas. En el volumen de unas 600 páginas están representadas 20 lenguas indígenas, además del español. Su labor tuvo "la intención puramente estética de recomponer las historias". 
"Fue un trabajo de costura gruesa", expresa. O sea, "cambios fuertes cuando se necesitaban, pero siempre mirándose a sí mismo como un adaptador, como un traductor, no como un autor que utilice el cuento para lucirse artísticamente, sino siempre ponerse al servicio de la historia, tratar de conservar su espíritu".
El autor de los volúmenes de relatos "La lenta furia", "La vida ordenada" y "Grieta de fatiga" cree que, con el tiempo, la antología tendrá cada vez mayor difusión. "Es una literatura a la que siempre nos hace falta volver. Es como ir a los materiales puros de la narración, a las fuerzas más elementales del narrar".
Nacido en 1955 en Egipto de padres italianos, pasó su infancia en Milán y llegó a México con 15 años, donde adoptó el español para plasmar sus textos. Escribir en una lengua extranjera "agudiza tu sentido estilístico, tu sentido formal, porque tratas de una manera más objetiva la lengua que trabajas", analiza.   
"El escritor en general extranjeriza el idioma. La literatura ya representa una primera artificiosidad de la lengua, una primera máscara, que lo convierte en otra cosa, de algún modo es como una lengua extranjera para los que lo usan literariamente. Si a eso se añade que además el que lo hace es un extranjero, se duplica esta sensación de lejanía, de artificio, de juego, de máscara".
Para Morábito, la impronta de un "escritor genuino" radica en "siempre ser el primer sorprendido frente a lo que escribes". Forma parte de la madurez de un autor aprender a "dejarse guiar más que imponer la propia voluntad".
"Cuando uno es joven más bien se caracteriza por lo contrario, por imponer el propio sentir, la propia voluntad. Conforme uno madura se da cuenta de que es el texto el que manda, el que ordena". Por eso prefiere "no estar demasiado seguro de lo que uno quiere escribir, no tener demasiadas ideas o no afanarse por manifestar ciertas ideas. Casi siempre eso mata al texto para mí, tanto en el cuento como en la poesía, cuando hay un apremio por expresar algo".
Recientemente Morábito publicó también "El idioma materno", surgido a partir de sus columnas para el suplemento "Ñ" del diario argentino "Clarín". "Desde el primer texto que escribí me di cuenta de que yo quería escribir un libro, de que ese primer texto me estaba dando toda la temática general de un libro posible escrito con ese formato”, explica. El volumen, un singular viaje en busca de sus raíces como escritor, reúne 84 textos breves. 
Aunque tiene en su haber una novela, "Emilio, los chistes y la muerte", se considera "un cuentista que de pronto escribe cuentos largos que se parecen a novelas". "Me gusta una sola mirada, un solo aliento, aunque pueda pasar en 30 o 40 páginas pero como si fuera un solo disparo, esta intensidad que obliga al cuento a ir avanzando poco a poco, sin distraerse, cuando una novela en realidad puede volverse a hacer, se corrige a sí misma".
El traductor y autor de poemarios como "Lotes baldíos", "De lunes todo el año", "Alguien de lava" y "Delante de un prado una vaca" siente que "en el fondo el cuento está más cerca de la poesía, de la forma de escribir un poema, que de una novela, a pesar de que es un género narrativo y que está obviamente más emparentado con la novela".
"En el momento de escribir, al menos a mí me pasa, que escribo más cerca del poema. Igual que un poema no puede ser previsible, no sabemos nunca qué tanto se va a alargar, cuál será su último verso, no se puede predecir a partir de un verso cuál es el siguiente. Mucho de eso pasa en el cuento. En general en la novela hay un mayor control de su material", añade. 
Morábito revela que nunca escribe al mismo tiempo prosa y poesía. "Descanso de un género escribiendo el otro".
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