Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

lunes, 26 de diciembre de 2011

CHILE Y ARGENTINA BRILLAN EN AÑO LITERARIO ENTRE POLÉMICAS Y SECRETOS

Los países más al sur del continente americano se destacaron en el mapa literario de 2011 con reconocimientos a sus escritores, en un año que también reflejó las tensiones entre literatura y política y que develó varios secretos de las letras latinoamericanas.

   La poesía de Chile protagonizó un trío de aniversarios, premios y fallecimientos. Cuarenta años después de que se le concediera el Nobel de Literatura a Pablo Neruda, el eterno candidato Nicanor Parra fue distinguido finalmente a los 97 años con el Premio Cervantes.

   El máximo poeta vivo de la nación andina se convirtió así en el tercer chileno en obtener el más alto galardón de las letras hispanas. El anterior premiado, Gonzalo Rojas (2003), quien falleció en abril, dijo en su momento que ese Cervantes debería haber sido para Parra. Y Antonio Skármeta sumó otra distinción con el IV Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América de Narrativa con "Los días del arcoíris", ambientada en los días finales de la dictadura.

   Además, 2011 se desplegó entre pérdidas y distinciones para la literatura argentina, que disfrutó a Buenos Aires como Capital Mundial del Libro y conmemoró los 25 años de la muerte del genial Jorge Luis Borges. Ernesto Sabato, último representante de una generación notable de autores argentinos, falleció poco antes de cumplir los 100 años, y también partieron la autora e ícono de la literatura infantil María Elena Walsh y el escritor David Viñas.

   Y Ricardo Piglia fue multipremiado por su última novela, confirmándose como uno de los grandes escritores en lengua española. “Blanco nocturno” se llevó el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, el Premio Hammett de novela negra y el Premio de la Crítica en España.

Martín Caparrós, por su parte, se hizo acreedor del Premio Herralde de Novela por "Los Living", a la que definió como una "farsa trágica" en la que vuelve a adentrarse en la historia argentina reciente. También dio testimonio de acontecimientos de los últimos años en su patria el colombiano Juan Gabriel Vásquez con "El ruido de las cosas al caer", que le valió el Premio Alfaguara 2011.

   En tanto, el colombiano Fernando Vallejo recibió el Premio FIL de Literatura, al ser considerado una de las voces "más personales, controvertidas y exuberantes de la literatura actual en español". Y volvió a confirmarlo con un corrosivo discurso en su país de residencia, México, durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

   Su compatriota Gabriel García Márquez festejó el medio siglo de su llegada a México y salió airoso de una demanda de corte macondiano en Barranquilla: Un hombre cuya historia inspiró "Crónica de una muerte anunciada" le reclamó judicialmente un porcentaje de las ventas del libro.

   Mientras, Carlos Fuentes recibió el Premio Formentor y regresó este año al ensayo con "La gran novela latinoamericana". Y el otro gran exponente vivo del "boom", el peruano Mario Vargas Llosa, se manifestó feliz de que terminara su "cuento de hadas" con la obtención del Nobel en 2010, con los focos en el sueco Tomas Tranströmer, el elegido de la Academia Sueca en 2011.

   Sin embargo, Vargas Llosa se convirtió en fuerte protagonista de la campaña electoral en su país. En segunda vuelta apoyó a Ollanta Humala y suspendió sus colaboraciones con el diario “El Comercio”, al que acusó de favorecer a a Keiko Fujimori. Poco antes ocupó titulares la polémica en torno a su participación en la 37 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, cuestionada por sectores del oficialismo, a los que el autor peruano criticó con dureza.

   Y en un nuevo cruce de literatura y política, el mexicano Jorge Volpi se plantó frente a la Cancillería de su país y denunció que la cancelación de su nombramiento como agregado cultural en Italia fue "en represalia" por sus opiniones y no a causa de los recortes citados por las autoridades. 

Además, la FIL de Guadalajara festejó su cuarto de siglo y honró a dos autores afincados en México fallecidos en 2011: el cubano Eliseo Alberto y el español Tomás Segovia.


   El año que termina también despidió al gran escritor español Jorge Semprún, cuya vida y obra estuvieron marcadas por el horror de los campos de concentración nazis y la lucha contra el totalitarismo, mientras España recordó los 75 años del fusilamiento de su más célebre poeta, Federico García Lorca.

   El galardón mejor dotado de la escena editorial hispana, el Planeta de Novela, quedó en manos del español Javier Moro con "El imperio eres tú" sobre la vida de Pedro I de Brasil. Su compatriota Almudena Grandes se adjudicó premios por partida doble con "Inés y la alegría" (primero de la serie "Episodios de una guerra interminable"): el Sor Juana Inés de la Cruz y el Premio Iberoamericano de novela Elena Poniatowska.

   En otro hecho destacado, la mítica agente literaria Carmen Balcells vendió su archivo al Estado español, unas 2.000 cajas de documentos inéditos, con originales, pruebas corregidas y cartas de los principales literatos iberoamericanos. Entre algunos de los materiales que se difundieron, el chileno José Donoso confiesa estar "muy pobre, más que nunca", y Sabato manifiesta su disgusto por "salir en una editorial de segundo orden" en el mercado anglosajón.

Y si de revelar secretos se trata, la FIL de Guadalajara presentó a autores poco conocidos fuera de sus países en el ciclo "Los 25 secretos mejor guardados de América Latina", como Fabián Casas (Argentina), Andrés Burgos (Colombia), Francisco Díaz Klaassen (Chile) y Emiliano Monge (México). Así buscó derribar fronteras en la literatura latinoamericana y trazar una ruta de las letras a lo largo y ancho del continente.

martes, 20 de diciembre de 2011

ORHAN PAMUK MANIFIESTA SU NOSTALGIA POR LA BUENOS AIRES DE BORGES

Pamuk, tras los pasos de Borges en Buenos Aires.
El Premio Nobel turco Orhan Pamuk caminó por Buenos Aires en busca de la ciudad que Jorge Luis Borges supo transitar y reflejar en su obra, según contó anoche en un diálogo en el Museo Malba de la capital argentina.

Devoto del culto al autor de "El Aleph", se reunió el fin de semana con su viuda María Kodama y contempló manuscritos y fotos en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Pamuk confesó a sus lectores argentinos que ansiaba enormemente recorrer la Buenos Aires de Borges, y que en ese punto su visita terminó siendo "nostálgica y decepcionante". "Todos me decían ¿qué? Pero eso fue hace 50 años atrás", reconoció risueño.


"Tenía un conjunto de imágenes en mi mente, emociones que tenía listas para explorar", señaló el primer turco en recibir el Nobel de Literatura en 2006. Pero se halló con una metrópoli de apariencia más bien europea, que le gustó, y en la que pudo observar igualmente aspectos más locales y también la presencia de la pobreza.


Pamuk (Estambul, 1952), que inicialmente soñó con ser pintor pero finalmente se volcó a las letras, manifestó: "Cuando comencé a escribir, empezaba el boom de la literatura latinoamericana".


"Recuerdo la semana en la que se publicó 'Cien años de soledad' en turco. El primer Borges lo leí en turco”, indicó el autor que se dirigió al público en inglés.



Pamuk en el MALBA
"Cuando llegué a Estados Unidos en 1985 con mi ex mujer como un autor turco de 32 años, todas las librerías estaban llenas de la literatura latinoamericana", evocó Pamuk, quien terminará hoy su gira sudamericana en Buenos Aires, luego de visitar previamente Brasil, Chile y Uruguay.

Pamuk, considerado el más importante de los escritores turcos contemporáneos, se presentó anoche en la tercera visita de un Nobel a Buenos Aires en 2011, después de las efectuadas por el peruano Mario Vargas Llosa y el sudafricano John Maxwell Coetzee.


El novelista reconoció como sus cuatro grandes maestros a León Tolstoi, Fedor Dostoievsky, Marcel Proust y Thomas Mann. También citó a Italo Calvino, Borges y Vladimir Nabokov, así como a William Faulkner y Gabriel García Márquez.


Durante el diálogo con Matilde Sánchez, la periodista y escritora invitó a Pamuk a hablar sobre varias de sus novelas como "La vida nueva ("un libro oscuro", "si no quieren demasiada tortura, no lo compren", advirtió con ironía).


"Uno escribe, la novela toma su propio ritmo lúdico", manifestó sobre "El castillo blanco", alabada en su momento por John Updike. A "Nieve", en tanto, la definió como su "primera y última novela política", cuyas 200 primeras páginas reflejan lo que él mismo vivió en la ciudad de Kars.


El laureado escritor, cuya obra se encuentra traducida a más de 40 idiomas, considera que los paisajes le dan sentido a una ciudad. Y destacó que a la hora de escribir “Estambul. Ciudad y recuerdos” se preguntó cuál era “el sentimiento dominante en el paisaje estambulí”.



La melancolía en el paisaje estambulí.
La respuesta fue “la melancolía”. La misma que aparece impregnada en toda su infancia, y a la que consideró un “tanto diferente” de la melancolía occidental, una “suerte de ética” vinculada a lo que los japoneses llaman “la nobleza del fracaso”.

Pamuk llegó a Buenos Aires con su último libro bajo el brazo, “El novelista ingenuo y el sentimental” (Mondadori), que reúne seis conferencias que escribió para el seminario Charles Eliot Norton en la Universidad de Harvard. Allí sostiene que ser novelista siempre le ha parecido “un oficio muy gozoso”, que conjuga “el arte de ser ingenuo y reflexivo al mismo tiempo”.


Asimismo considera a "Anna Karenina” una de las novelas más perfectas jamás concebidas. “La estudié tanto, la conozco muy bien y la enseño, y cada vez que la leo es casi como una experiencia de vida”. “Yo también veo la literatura como algo sencillo”, añadió.


Pamuk sacó fotos con su propia cámara al colmado auditorio y luego respondió algunas preguntas del público. “¿Cuál es la crítica literaria que prefiere?”, fue la primera. “¡Es tan buena pregunta! La que diga que mis libros son muy buenos”, respondió jocoso.



Pamuk y el Museo de la Inocencia
El Nobel cuya obra muestra las tensiones que recorren su país entre Oriente y Occidente también rechazó que exista una fórmula para armonizar modernidad con tradición. “Borges lo hizo, escribió sobre el ‘Martín Fierro’ pero también sobre literatura universal”, destacó.

Respecto de la apertura de un museo homónimo que exhiba los objetos evocados en la novela “El museo de la inocencia” y que acercaría la ficción a la realidad en Estambul, Pamuk se mostró más bien evasivo. "Como todavía no lo abrí, ni lo terminé, no quiero hablar demasiado del tema".


"Los textos son como una especie de mapa que te orientan en tu camino", reflexionó antes de dedicarse con paciencia a la firma de libros en manos de una extensa fila de lectores.



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miércoles, 16 de noviembre de 2011

LA LENGUA ESPAÑOLA, ENVUELTA EN POLÉMICA POR CONTENIDOS EN INTERNET

La discusión tiene como protagonista a la lengua y se ambienta en el espacio de la red virtual, pero promete ir mucho más lejos. La Real Academia Española (RAE) busca controlar el uso de sus contenidos en Internet, lo que genera polémica en y fuera de la web.

   La mecha se encendió hace algunas semanas con la exigencia al portal elcastellano.org de que retirara los avances de la vigésima tercera edición del Diccionario de la RAE, que se publicará en papel en 2014. 

   Sin embargo, este caso podría ser apenas la punta del iceberg de "un problema enormemente complejo y lleno de matices", alerta a dpa el poeta, ensayista y traductor argentino Jorge Fondebrider. 

   "Lo ocurrido con el tradicional blog elcastellano.org es que recibió una inhibición para colgar materiales supuestamente generados por la RAE por parte de un abogado del Grupo Planeta, empresa privada que se está haciendo cargo de las publicaciones de esa academia entre otras academias (ver la Academia Argentina de Letras). Es prueba palmaria y apenas un detalle de ese plan de privatización progresiva de la lengua", apunta.

Soca, fundador de www.elcastellano.org
   El fundador de la página www.elcastellano.org, Ricardo Soca, explica a dpa: "Una entidad académica financiada por los contribuyentes españoles debería poner el saber generado en el dominio público en Internet, independientemente de que una editorial se haga cargo de la edición en papel". "Es decir, no se trata de un tema de derechos de autor, sino de un comportamiento aético de la RAE", se lamenta el periodista uruguayo.
 
   Con un universo de 450 millones de hablantes en 22 países, el español es actualmente la tercera lengua más utilizada en Internet y continúa creciendo, según un reciente estudio del Instituto Cervantes y el British Council. 

   La academia con sede en Madrid prohíbe la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de sus sitios web, incluido el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), que recibe alrededor de un millón de visitas diarias a través del portal www.rae.es.

   Sin embargo, Soca no recibió ninguna comunicación de la RAE. "La intimación a retirar contenidos del DRAE me fue enviada inicialmente por un email anónimo de alguien que afirmaba ser portavoz del Grupo Planeta", apunta.

   El autor de "La fascinante historia de las palabras" desconoce por qué la institución procedió de esa manera. Sin embargo, aventura dos hipótesis: "Una, que está tratando de limpiar el camino para la próxima inauguración de un gran portal, financiado por el BBVA. La otra, que está atendiendo a intereses mercantiles del Grupo Planeta".

   "El mensaje contiene una especie de intimación, en lenguaje jurídico y en tono colonial, en la que se me acusa de haber violado, aquí en Montevideo, ciertas leyes civiles y penales del reino de España", manifiesta el editor de la página que cuenta con unos 215.000 suscriptores.
DRAE, con 1 millón de visitas diarias

   Como Soca no cuestionó el derecho legal que les asistía de proceder de esa manera, resolvió retirar los contenidos cuestionados. El periodista e investigador asegura haber recibido incontables mensajes de solidaridad, mientras el asunto retumba en la web y las redes sociales. 

   Un petitorio online, "La lengua es de todos, no de las corporaciones", suma más de 22.800 firmas y exige que la RAE ponga los contenidos de su web a disposición de todos los hablantes, "sin restricciones impuestas por intereses de corporaciones privadas".

   Soca relata que en cambio no tuvo respaldo alguno desde las academias de la lengua. Un académico uruguayo, "consultado por un periodista sobre este asunto, lo remitió a la oficina de prensa de la RAE, dejando al desnudo la verdadera naturaleza del 'consenso democrático' del que se habla en los prólogos de todos los diccionarios".

   "La RAE sabe que no es 'autoridad del idioma', pero pretende erigirse en una especie de notario que legitime los usos que considera 'correctos', algo que en materia de lengua es anticientífico, como ellos saben muy bien", denuncia al mismo tiempo Soca.

   Fondebrider también señala que la Real Academia es una institución española que se arroga el derecho de legislar unilateralmente sobre el castellano. "Lo hace ejecutando órdenes expresas del Estado español, que en los últimos años ha tratado de imponer 'la marca España' para ejercer un dominio económico y lingüístico sobre el castellano que se habla y escribe en el mundo". 

La RAE, con Internet en la mira
   "Se trata de una operación de naturaleza fundamentalmente económica, ya que implica la imposición de un modelo de lengua por encima de otros modelos, en lo que se percibe como un mercado en franca expansión. Sin ir más lejos, se supone que para el 2050 los Estados Unidos van a ser el país con mayor crecimiento exponencial del castellano y un potencial cliente de los institutos Cervantes, los diccionarios, gramáticas, sistemas de aprendizaje, etc.", explica el autor entre otros de "Elegías" y "Los últimos tres años". 

   "Con todo, detrás del negocio existe un factor ideólógico que no oculta cierta nostalgia imperial que, si nos atenemos a la calidad de literatura y conocimiento que genera España, resultan del todo injustificadas. Así, la alianza de la Real Academia con varios puntales económicos peninsulares –Telefónica, el BBVA, el Grupo Prisa (dueño del Grupo Santillana y del diario El País), el Grupo Planeta– ha generado instituciones satélites, como la Fundéu (Fundación del Español Urgente), que sirven como arietes contra toda forma de oposición a la hegemonía del castellano de España", asevera.

   Soca coincide en que durante los últimos años el Estado español percibió el potencial económico de la lengua "principalmente por la importancia que tiene la unidad lingüística para maximizar las ganancias de las multinacionales con sede en Madrid, al trabajar con un mercado de lengua única en su mercado preferencial, que es América Latina". 

   Mientras el español se encuentra en franca expansión e Internet juega un rol decisivo en la suerte de la lengua, la discusión sobre el patrimonio de las palabras, los diccionarios y las academias  parece que acaba de iniciarse, con mucha tela para cortar.

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miércoles, 26 de octubre de 2011

UN VIAJE EN TREN POR LAS LETRAS, DE BORGES A WALSH Y DE PIGLIA A VIÑAS

El ferrocarril Borges confluye con el Martínez Estrada en la estación "Martín Fierro". Y el "Facundo" es uno de varios cruces de la línea Viñas con Piglia. 

   Estas singulares intersecciones férreas habitan la muestra "200 años, 200 libros". Vías imaginarias por las que el visitante emprende su travesía por las letras argentinas de los dos últimos siglos.

   Junto a Jorge Luis Borges, Ezequiel Martínez Estrada, David Viñas y Ricardo Piglia, también Raúl Scalabrini Ortiz, Néstor Perlongher y Rodolfo Walsh prestan sus apellidos para bautizar siete ferrocarriles, junto al río Conti. 

   El espacio elegido para "200 años, 200 libros" estremece y no es arbitrario: el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en el predio que perteneció a la ex Escuela de Mécanica de la Armada (ESMA). 

   "Haroldo Conti, novelista del río, desaparecido y salvajemente torturado, da su nombre a nuestro centro cultural. Rodolfo Walsh, gran cronista de nuestra época, fue visto sin vida en este predio. Nuestro recorrido por la cultura argentina –uno entre los muchos posibles- es también un modo de rendirles homenaje. Esta muestra bien pudo llamarse Literatura y Memoria", apunta Eduardo Jozami, director del centro cultural.

   Para definir las 200 obras fundamentales de la exposición conmemorativa del bicentenario, organizada conjuntamente con la Biblioteca Nacional, se convocó a 23 intelectuales, escritores y artistas. 

   Entre los selectores se contaron escritores como Viñas, Noé Jitrik, Alan Pauls y Andrés Rivera, el poeta Arturo Carrera, los filósofos José Pablo Feinmann y León Rozitchner, el historiador Norberto Galasso y la dramaturga Griselda Gambaro. Tanto Viñas como Rozitchner fallecieron este año antes de la apertura de la muestra subtitulada "Recorridos por la cultura argentina".

   La propuesta se rige por el concepto de múltiples trayectos, bifurcaciones y cruces. Cada línea luce un color característico y diferentes ramales, donde se enlazan libros afines por sus temas o formas de experimentación. 

   Borges, además de poseer su propia línea férrea con los ramales "La lengua en cuestión" y "Artificios", es el escritor que más libros exhibe, con nada menos que siete, entre los que figuran "Cuaderno San Martín", "El Aleph" y "Ficciones".

   Cada uno de los 200 libros representa una estación, inmersa en el simbolismo de las vías del ferrocarril. Algunas obras se exhiben junto a elementos pertenecientes a su universo, como fotografías, películas, traducciones y obras producidas especialmente para la lúdica muestra.

   Resulta especialmente llamativa la estación dedicada a "En la masmédula" (primera del ramal "Artificios" de Borges), que presenta el poema "La mezcla" en voz de su autor, Oliverio Girondo. 

   En el ramal "Juegos" del Piglia puede encontrarse por ejemplo, además de su obra "La ciudad ausente", a Julio Cortázar con "Final del juego", "Las armas secretas" y "Rayuela", así como a Adolfo Bioy Casares con "La invención de Morel". 

   Mientras, "Gotán" de Juan Gelman es la estación que abre el recorrido de "La lengua en cuestión" de Borges, en la que también se inscriben entre otras "Boquitas pintadas" de Manuel Puig, "Los pichiciegos" de Rodolfo Fogwill y "El lenguaje de Buenos Aires", de Borges y José Clemente.

   Por su parte, el ferrocarril Walsh inicia su recorrido con su sobresaliente investigación periodística "Operación Masacre", y en el ramal "Poder, resistencia y tragedia" se ubican las estaciones "Ciencias morales" de Martín Kohan, "La casa y el viento" de Héctor Tizón y "Nadie nada nunca" de Juan José Saer, así como el informe "Nunca Más" de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).

   La correspondencia entre Juan Domingo Perón y el militante peronista John William Cooke forma parte del otro ramal, "El peronismo como drama personal", al igual que "Mi mensaje" de Eva Perón. 

   Mientras, la investigación "La Patagonia rebelde" de Osvaldo Bayer nutre el ramal "Conspiradores y rebeldes" del Perlongher, junto al libro más antiguo de la muestra, "Plan de operaciones", de Mariano Moreno (1810).

   El otro ramal del Perlongher, "Pasiones", nuclea dos obras de Puig, "Boquitas pintadas" y "La traición de Rita Hayworth", así como "El pasado" de Pauls.

   En forma paralela a la exposición, en octubre se ofrece un ciclo de cine y literatura, mientras que en noviembre se presentarán escritores como Piglia, Kohan y Pauls, que leerán sus obras acompañados por músicos en vivo.

   La muestra, que comenzó a principios de octubre y se extenderá hasta fines de enero de 2012, dedica su primera planta a los ferrocarriles Viñas, Martínez Estrada, Piglia, Borges, Perlongher y Walsh, en tanto que la segunda planta es atravesada por la línea del pensador Scalabrini Ortiz y el río Conti. 

   El Scalabrini Ortiz es el más extenso de la exposición, con más de 40 estaciones, tres ramales y un apeadero por un amplio espectro de textos históricos y políticos, como "Historia de la República Argentina" de Vicente Fidel López, "La República imposible" de Tulio Halperín Donghi o el "Manual de zonceras argentinas" de Arturo Jauretche. 

   El río Conti, en tanto, despliega el más breve de los recorridos, con cinco estaciones, entre ellas "Sudeste" del escritor desaparecido. Y también se ofrece como un epílogo posible del itinerario por el territorio de la cultura argentina. 


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miércoles, 12 de octubre de 2011

DE COLÓN A "RAYUELA", LA LENGUA Y EL LIBRO PROTAGONIZAN NUEVO MUSEO

El cuaderno de bitácora de "Rayuela", diversas obras cruciales de la literatura argentina, la historia del idioma español antes de la llegada de Cristóbal Colón a América y murales de Juan Carlos Castagnino y Lino Enea Spilimbergo conviven en Buenos Aires bajo el techo del nuevo Museo del Libro y de la Lengua, considerado el primero del ámbito hispanohablante.

   El edificio de colorida fachada bajo la órbita de la Biblioteca Nacional abrió el martes sus puertas al público en el barrio porteño de Recoleta. Diseñado por los arquitectos Clorindo Testa y Francisco Bullrich, costó más de 14 millones de pesos (unos 3,3 millones de dólares) y cuenta con una superficie total de 1.500 metros cuadrados.

   No existe un museo similar "en ningún país hispanohablante", se enorgulleció su directora, María Pía López. "De todos modos nosotros decidimos no convertirlo en un museo de la lengua española, sino en un museo de la lengua. Porque el objetivo más a largo plazo es que estén presentes todas las lenguas que se hablan en el territorio
argentino", explicó a dpa.
Sólo sobreviven 13 lenguas originarias.

   "Nos interesa cómo en América se fue produciendo una serie de mezclas, de contaminaciones, de roces con las lenguas originarias, con las lenguas de las distintas colectividades migrantes, que fueron produciendo esta singularidad", señaló López. "Tenemos ganas de que en los próximos años podamos ir avanzando con los mismos criterios, pero sobre América Latina. Con la idea de que la riqueza que tenemos, al pertenecer a un continente donde se hablan distintas variedades del español, es enorme", analizó.

   En la planta baja una vitrina refleja el debate acerca de un idioma nacional. "Desde Echeverría hasta Borges pasando por Sarmiento, los escritores argentinos sintieron que el lenguaje era su patria más profunda, y la construcción de un lenguaje que nos
identificara, una misión ineludible", apunta un texto de la lingüista
Ivonne Bordelois. También se reproduce el ya mítico llamamiento del
escritor Roberto Fontanarrosa a amnistiar las malas palabras:
"Integrémoslas al lenguaje".

   El visitante es recibido a la entrada por un audiovisual sobre la historia del castellano hasta 1492. Posteriormente puede seguir en paneles expositivos la historia de la lengua hasta la actualidad, con unos 450 millones de hablantes. Allí se realza que a la llegada de
los españoles al territorio argentino se hablaban más de 35 lenguas originarias, de las que actualmente sólo sobreviven 13.

Los murales, a la vista del público.
   El museo también recuperará cuatro murales. Se trata de lunetas realizadas por los artistas Castagnino, Spilimbergo, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro, que pertenecieron a las Galerías Pacífico antes de su remodelación y reapertura en 1992 y que desde hoy serán restauradas a la vista del público.

   "El de Castagnino es un mural que está muy mal, sufrió un incendio en las Pacífico, va a ser el que más tiempo va a llevar. En términos de patrimonio cultural es muy relevante la recuperación de estos murales", destacó López.

   En la vitrina de manuscritos del primer piso se luce el cuaderno de bitácora de "Rayuela" de Julio Cortázar. "Fue comprado hace unos 20 años y es uno de los manuscritos valiosos que tenemos en la Biblioteca Nacional", explicó López. "La idea es que esa vitrina la
vayamos rotando cada dos meses, que siempre tengamos un manuscrito del tesoro de la biblioteca en exhibición. Probablemente el próximo
sea algo de Borges, o de Lugones", adelantó.
Cuaderno de bitácora de Rayuela

   Justamente en este piso el objeto expositivo es el libro, pensado a partir de núcleos como las prohibiciones de las que fue víctima, la pedagogía política, el surgimiento de nuevos públicos y las
escrituras de emergencia. Junto a la vitrina "El Martín Fierro y su crítica", pueden encontrarse en otros sectores de la muestra libros como "Civilización y barbarie" (Domingo Faustino Sarmiento), "Operación Masacre" (Rodolfo Walsh), "Boquitas pintadas" (Manuel
Puig) o el "Nunca Más" de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).

   Asimismo se ofrecen en planta baja puestos de navegación interactiva para acceder a relatos, poesías, videos y música por provincias, que dan cuenta de las variedades lingüísticas regionales. Idéntico objetivo persigue un mapa parlante de la Argentina, donde puede escucharse una misma frase con divergentes entonaciones.

   Adentrándose en el aspecto más lúdico, el juego "La palabra desconocida" permite elegir un término en una pantalla interactiva, para recibir por ejemplo la explicación del significado de "chafalonía", "frangollo" o "mistongo". También es posible probar
conocimientos con las preguntas sobre la lengua de los "cerebros mágicos", así como jugar a un bingo de voces o a una sopa de letras.

   En tanto, el segundo piso albergará la sala de exposiciones temporarias, donde el público podrá ver desde hoy una instalación artística de Roberto Jacoby. En los techos inclinados, visibles desde todo el museo, se proyectará un mural de letras interactivas que irán
componiendo textos.
El libro, objeto expositivo.

   En la inauguración completa prevista para noviembre se presentará además un espacio de proyecciones, en el que funcionará una
videoinstalación dirigida por la cineasta Albertina Carri, y una sala de recorrido por la lengua en la radio argentina, curada por el periodista Carlos Ulanovsky.

   Mientras, Jorge Luis Borges manifiesta su opinión desde un texto en una de las vitrinas: "¿Qué zanja insuperable hay entre el español de los españoles y el de nuestra conversación argentina? Yo les respondo que ninguna, venturosamente para la entendibilidad general de nuestro decir. Un matiz de diferenciación sí lo hay: matiz que es lo bastante discreto para no entorpecer la circulación total del idioma y lo bastante nítido para que en él oigamos la patria".

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lunes, 19 de septiembre de 2011

EL SUDAFRICANO COETZEE EN UN CIERRE DEL FILBA A TODA LITERATURA

El Premio Nobel sudafricano John Maxwell Coetzee brilló fiel a su estilo en la noche del domingo, en un emotivo cierre del Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires, Filba.


Presentado por la periodista y escritora argentina Matilde Sánchez, el Nobel de Literatura 2003 leyó un relato de ficción inédito en castellano, "The Old Woman and the Cats" ("La anciana y los gatos").

El afamado novelista y ensayista (Ciudad del Cabo, 1940), conocido por su hermetismo, también se abstuvo de dar conferencias o entrevistas en Buenos Aires antes de desgranar su relato ante el micrófono en el museo Malba.

Apenas se limitó a dar una breve introducción previa a su lectura, en un esforzado pero comprensible español: "Quiero agradecer al Filba y su comité literario por haberme invitado a Buenos Aires. Esta noche voy a leer un relato, un capítulo en la vida de Elizabeth Costello, sobre quien ya he escrito un libro titulado 'Elizabeth Costello. Ocho lecciones'".

"Elizabeth es una escritora muy conocida; en el ocaso de su vida ella vive en aislamiento en un pueblo de España. Allí es visitada por su hijo John, un profesor de mediana edad", adelantó.

A partir de ese momento, el hombre de traje oscuro y gafas hipnotizó al auditorio parado en soledad ante el estrado del escenario dominado por el color negro. Su lectura en inglés, de unos 40 minutos y sin traducción, pudo ser seguida también en una pantalla en el hall del museo.

Con voz pausada, moviendo a veces sus manos para darle énfasis a su relato, el autor de "Desgracia" deleitó al público con el conflictivo vínculo del hijo que visita a su madre y que discute con ella, ya sea por los gatos que la mujer cuida o por un hombre, Pablo, que también vive allí con la anciana.

Al finalizar la lectura, Coetzee simplemente se desplazó al medio del escenario y agradeció los aplausos con una pequeña inclinación, para luego dedicarse a firmar con paciencia -ya liberado del saco y las gafas- los libros que le fueron acercando sus lectores.

"Creo que la palabra emoción es importante en este autor, sobre todo porque es muy contenida, muy concentrada, pero llega a puntos de desnudez que pocos autores consiguen por estos días", analizó previamente Sánchez en su presentación.

En palabras de Elizabeth Costello, "uno de los más sorprendentes alter egos que haya dado la literatura en las últimas décadas", el escritor "debe desplegar el destino humano caso por caso", citó Sánchez al único autor que ganó dos veces el premio Booker, el más prestigioso de las letras inglesas.

La presencia de Coetzee, quien reside desde hace casi una década en Australia y suele rehuir a las apariciones públicas, se enmarca también en el festejo de los diez años del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

"Es más o menos como tener a (el ex futbolista Diego Armando) Maradona haciendo jueguito en vivo, pero mucho más. Porque hemos visto a Maradona, pero en cambio a Coetzee no", manifestó su orgullo el director del Filba Pablo Braun momentos antes de la participación del autor de la trilogía autobiográfica "Infancia", "Juventud" y "Verano".

Por estos días también pasaron por la capital argentina otras voces destacadas de la literatura, como el holandés Cees Nooteboom, el italiano Ermanno Cavazzoni, la española Elvira Lindo y la japonesa Minae Mizumura.

El tercer Filba, que se inició el 9 de septiembre y homenajeó a la literatura brasileña, contó con más de 25 invitados del extranjero y medio centenar de la Argentina.

El primer balance arroja que "la tercera edición termina con evidentes signos de crecimiento. Más días, más actividades, más público. Siento que el Filba comienza a instalarse en la agenda de la ciudad y eso no es poco", destacó Braun.

Mientras Coetzee seguía firmando ejemplares en el escenario casi en penumbras y aún resonaban los ecos de su lectura, el auditorio se fue vaciando de a poco. Una mujer de mediana edad, que se alejaba caminando con dos amigas y lamentaba no haber podido ir más allá del hall, describió su sensación a las puertas del Malba: "Muy tierno, en lo escueto que es para escribir y para hablar".

miércoles, 7 de septiembre de 2011

UN FESTIVAL FILBA EN CRECIMIENTO RECIBE A COETZEE Y NOOTEBOOM

El Filba, Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires, recibirá entre el 9 y el 18 de este mes a escritores consagrados como el Premio Nobel de Literatura sudafricano John Maxwell Coetzee y el holandés Cees Nooteboom, firme candidato al galardón de la Academia Sueca.

Por esos días también llegarán a la capital argentina el italiano Ermanno Cavazzoni, la española Elvira Lindo, la japonesa Minae Mizumura y el galés Richard Gwyn. Además habrá una nutrida participación de autores de renombre del ámbito local, como Mempo Giardinelli, Juan Sasturain, Martín Caparrós y Martín Kohan.

Los paneles servirán de escenario para el intercambio de ideas y conceptos de más de 25 invitados del extranjero y otros cincuenta de la Argentina, a la vez que se sucederán entrevistas, lecturas, workshops y performances.

Un rasgo distintivo del Filba es que también le da mayor visibilidad a autores jóvenes, como los argentinos Iosi Havilio y Mariana Enríquez, los españoles Andrés Barba y Javier Calvo, el mexicano Yuri Herrera y la chilena Andrea Jeftanovic.

"Intentamos mezclar en la mayor cantidad de mesas a escritores extranjeros con escritores locales. Y está descentralizado en nueve sedes, con una clara intención de acercar las actividades a distintas zonas de la ciudad", explicó a dpa el director del Filba Pablo Braun.

En su tercera edición, el evento, que además de convocar figuras del panorama literario internacional también invita a descubir nuevos nombres, contará con un programa mucho más extenso que en 2010.

Braun, director del Filba junto a María Soledad Costantini, señaló: "Lo hicimos ya que queríamos tomar dos fines de semana, que son los días que más gente se puede acercar. El desafío redundó en que tuvimos que trabajar mucho más, ya que el festival tiene casi el doble de actividades que el año pasado".

Las expectativas de los organizadores son elevadas: "Esperamos que se acerque tres veces más público", acotó el dueño de la librería "Eterna Cadencia" en el barrio de Palermo, una de las sedes del festival.

El gran broche de cierre del próximo Filba será la participación del sudafricano Coetzee. El Nobel de Literatura 2003 leerá un texto de ficción inédito en el museo MALBA, con retransmisión simultánea en el hall, ya que se aguarda gran afluencia de público.

La inauguración, en tanto, correrá el viernes por cuenta del escritor argentino Luis Chitarroni con la conferencia "Versiones de Babel", también en el MALBA.

Asimismo, en su tercera edición el festival que organiza anualmente la Fundación Filba decidió homenajear la literatura brasileña, que en los últimos años ganó una gran vitalidad y dinamismo en el ámbito literario hispanoparlante.

Algunos de sus referentes actuales recorrerán la obra de Joaquim Machado de Assis, Joâo Guimarâes Rosa y Clarice Lispector. También se debatirá sobre la diversidad de la narrativa brasileña actual y sus cruces con las letras hispánicas.

La delegación del gigante sudamericano incluirá entre otros a los escritores Joâo Gilberto Noll y Santiago Nazarian y a la académica Vilma Arêas. Además entrará en escena la música con Moreno Veloso, quien cantará una selección de poemas.

Entre las novedades, este año se presentará Filbita, un espacio dedicado a la literatura infantil y juvenil que propone tanto actividades lúdicas y literarias para los chicos como paneles y talleres de reflexión sobre la materia.

Otra sección interesante es Industria en Foco, que debatirá cómo los desarrollos en los soportes tecnológicos generan cambios en la industria editorial y cómo repercuten también en la difusión de los textos y en la producción literaria.

Y justamente echando mano de nuevas herramientas de comunicación, la Fundación Filba sintetiza sus aspiraciones al definirse en su cuenta de Twitter (@FundacionFilba): "Queremos que la literatura circule por todos lados"
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sábado, 27 de agosto de 2011

ENTREVISTA / SIRI HUSTVEDT SE VUELCA AL HUMOR EN UNA NOVELA "SIN HOMBRES"

Buenos Aires, 27 ago (dpa) - "La escritura es algo que se apodera de ti", confiesa Siri Hustvedt, una de las voces más interesantes de la narrativa norteamericana actual. Y anticipa que en su última novela "The Summer Without Men" apela al humor, que "puede ser una manera de desenmascarar las pretensiones de la cultura".

"A través del humor abordo la pérdida y el dolor", cuenta la autora estadounidense de ascendencia noruega en diálogo con dpa. "Es mi primera comedia, estoy muy orgullosa de eso. Aunque es una comedia en el antiguo sentido de la palabra, ya que ocurren cosas bastante tristes". "The Summer Without Men", que se publicará a finales de año en español, "gira en torno a pausas, interrupciones en una vida", explica Hustvedt, casada desde hace 30 años con Paul Auster.

Su quinta novela, con numerosas alusiones al cine y a las comedias de Hollywood, comienza cuando una mujer es abandonada repentinamente por su esposo y termina en un psiquiátrico. "Realmente adoro este personaje. Y esta voz, esta suerte de voz enojada e irónica, me dio mucho placer. Mi esposo llegaba a casa y me escuchaba reírme, realmente me divertí al escribirlo. Y creo que la risa tiene un valor terapéutico muy importante", considera la mujer rubia, delgada y alta que vive en Brooklyn, con obras traducidas a casi 30 idiomas.

La celebrada ensayista y novelista (Minnesota, 1955) relata con franqueza lo que la motivó a pensar en el tema: "Durante los últimos 15 años tuvimos algunas parejas muy amigas, que estuvieron casadas tanto tiempo como nosotros, y de repente se acabó". El impacto de estas rupturas cercanas la llevó a hilar esta novela, a la que clasifica como "comedia feminista". "Busca ser un texto un poco subversivo", señala.

Consultada acerca de cómo es la convivencia de dos escritores, no duda: "Para nosotros fue más fácil, nos leemos nuestros textos. Hemos sido importantes el uno para el otro en el sentido de escucharnos. Nos criticamos, a veces más que otras, pero realmente confiamos en el otro".

La autora de las novelas "Todo cuanto amé" y "Elegía para un americano" sostiene que "uno se hace escritor por impulso, uno debe hacerlo, tienes la necesidad de escribir. Pude haber sido doctora, psicoanalista, enfermera (...) pero la escritura es algo que se apodera de ti de otra manera".

A la hora de escribir, Hustvedt apunta que "todo es autobiográfico y nada es autobiográfico. Yo creo que este trabajo tiene que provenir de alguna parte, pero no proviene de experiencias literales, sino de algún tipo de geografía emocional, psíquica e intelectual del escritor".

"Sean quienes sean la historia y los personajes, tienen que responder a un deseo emocional muy inconsciente. Es como fabricar sueños, tienen una resonancia de los restos diurnos, de lo que hay en el mundo, y se ven completamente transformados en el proceso de ser 'fabricados'", analiza.

El año pasado se editó en español "La mujer temblorosa o la historia de mis nervios" (Anagrama), en la que Hustvedt parte de ataques de temblores que ella misma sufrió a partir de la muerte de su padre para internarse en los vericuetos de la psiquiatría, la neurología y el psicoanálisis en busca de una explicación y un diagnóstico.

Hustvedt afirma no sentirse expuesta en el ensayo: "Todo lo que cuento en 'La mujer temblorosa' es absolutamente verdad. No hay nada inventado. No cuento nada que no quiera contar. El libro no es en realidad una confesión, sino una especie de ejercicio intelectual. Toma un síntoma y trata de entenderlo. Hay mucha distancia en el libro, es como si fuera mi propio objeto de estudio médico".

Y explica: "Lo escribí en menos de un año, porque había hecho antes toda la investigación, durante 35 años". La exploración del cuerpo y la mente es algo que la intriga hace muchísimo tiempo: "Desde muy joven me interesó por qué la gente es quien es. Y desde pequeña tuve dolores de cabeza, experiencias que me llevaron a la psicología y a la neurología".

Durante dos años y medio, dio clases en talleres literarios para enfermos internados en hospitales psiquiátricos. "Comencé a sentir que en los pacientes psiquiátricos había cierto beneficio en el acto de escribir, en volcar algo de ellos en papel. Mientras estaba allí le brindaba a cada paciente absolutamente toda mi atención, y eso en sí ya es terapéutico. Es una doble vía, te entregas emocional e intelectualmente a esa experiencia que está sucediendo en la sala y eso es algo que los pacientes pueden sentir", recuerda con entusiasmo.

Hustvedt, quien participó en Buenos Aires de un diálogo público con la escritora argentina Luisa Valenzuela y también firmó ejemplares de sus libros, recuerda exactamente el momento en que decidió dedicarse a la literatura. "Tenía 13 años. Estaba pasando el verano con mi familia en Reykjavik, Islandia, y fue un verano de lectura, leí decenas de libros. Y pensé: si esto es lo que son las novelas, si esto es escribir, ¡quiero hacerlo!"

viernes, 10 de junio de 2011

JORGE LUIS BORGES, O EL HACEDOR DE UN UNIVERSO LITERARIO INIGUALABLE

Buenos Aires, 10 jun (dpa) - "Sería tan raro que yo me muriera. No por el hecho de morirme en sí, que sería de lo más común, a todos les ocurre, sobre todo a mi edad; sino que sería raro que yo, tan rutinario, hiciera algo fuera de mis hábitos", bromeaba Jorge Luis Borges poco antes de su fallecimiento el 14 de junio de 1986 en la ciudad suiza de Ginebra.

Pero la vida del escritor argentino de mayor proyección universal finalmente se apagó hace un cuarto de siglo, a los 86 años. Lejos de su Buenos Aires natal, y con un enorme reconocimiento en todo el mundo, aunque sin adueñarse del Premio Nobel.

Nacido el 24 de agosto de 1899 en pleno corazón porteño, el precoz Georgie -así lo llamaban en casa- aprendió a leer en inglés antes que en castellano. Poco queda de esa ciudad que supo transformar en paisaje de sus escritos. Pero lo que sí persiste es su obra: con magistrales cuentos, poemas y ensayos, se erigió en una de las figuras más prominentes de las letras del siglo XX.

El autor de "El Aleph" y "El hacedor" trazó un inigualable universo literario habitado por espejos, laberintos, bibliotecas y tiempos circulares, donde también abundan la manipulación de la memoria y la identidad. A la vez, apeló a las citas de libros reales e imaginarios, con un estilo deslumbrante por su precisión.

La ensayista Beatriz Sarlo señala que Borges desclasificó los géneros literarios, las jerarquías culturales y el orden. "Los estremecimientos que recorren sus relatos son el efecto y el síntoma de la desclasificación", apunta.

En tanto, su biógrafo Alejandro Vaccaro explica a dpa: "La vigencia de la obra de Borges está dada por su originalidad y genialidad. Sus relatos de sesgo fantástico son únicos en el mundo. Su obra no sólo está vigente, sino que crece y agiganta su figura año tras año".

Borges se confesaba gran lector de cuentos, pero no así de novelas, género en el que no incursionó. Y comentaba: "No veo una literatura sin cuento o sin poesía, en tanto que una novela de 400, 500 páginas, puede muy bien desaparecer". También admitía: "Mis amigos me dicen que mis cuentos son muy superiores a mis poesías".

"He intentado, no sé con qué fortuna, la redacción de cuentos directos. No me atrevo a afirmar que son sencillos; no hay en la tierra una sola página, una sola palabra, que lo sea, ya que todas postulan el universo, cuyo más notorio atributo es la complejidad", reveló en el prólogo de "El informe de Brodie" (1970).

Pasó su infancia en el barrio porteño de Palermo, donde conoció las andanzas de compadritos y cuchilleros que luego habitarían sus ficciones. Tenía apenas nueve años cuando realizó su primera traducción del inglés al castellano: "El príncipe feliz", de Oscar Wilde. En 1914 viajó con su familia a Europa y se instaló en Ginebra, donde cursó el bachillerato. En su posterior paso por España, entre 1919 y 1921, tomó contacto con el ultraísmo.

A su vuelta redescubrió su ciudad natal, que lo inspiró para su primer libro de poemas, "Fervor de Buenos Aires" (1923). Este primer ciclo poético se completó con "Luna de enfrente" (1925) y "Cuaderno San Martín" (1929). Por entonces gestó también sus primeros ensayos, "Inquisiciones" (1925), "El tamaño de mi esperanza" (1926) y "El idioma de los argentinos" (1928).

En la década del 30 inició una larga y entrañable amistad con Adolfo Bioy Casares. Compartieron numerosas aventuras literarias, como la compilación de antologías de la literatura fantástica y policial y la creación de un escritor imaginario, H. Bustos Domecq, seudónimo con el que publicaron entre otros "Seis problemas para don Isidro Parodi" (1942).

Borges, quien imaginaba que el paraíso sería algún tipo de biblioteca, trabajó como auxiliar desde 1937 en la Biblioteca Municipal Miguel Cané. En la década siguiente fue testigo de una experiencia histórica crucial en la Argentina, la del peronismo, al que siempre se opuso. No casualmente el gobierno de Juan Domingo Perón lo degradó en 1946 al cargo de inspector de ferias municipales.

Por esos años, el escritor erudito, irónico y polémico se consagró con la publicación de los libros de cuentos "Ficciones" (1944) y "El Aleph" (1949).

Como consecuencia de una enfermedad congénita, la ceguera le sobrevino en la década del '50, aunque lo había ido alcanzando gradualmente desde la infancia. "Fue como un lento atardecer de verano", explicaba, que sin embargo no le impidió seguir dictando sus obras.

En 1955, el gobierno militar que derrocó a Perón designó a Borges director de la Biblioteca Nacional, cargo que desempeñaría hasta 1973. Fue nombrado profesor de literatura inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en 1956, tras afirmar: "Sin darme cuenta me estuve preparando para este puesto toda mi vida". De hecho, el escritor contaba que la primera vez que emprendió la lectura del Quijote lo hizo en la lengua de Shakespeare.

En la década del 60 comenzó a extenderse el reconocimiento a su obra. Fue galardonado con el Premio Formentor en 1961, compartido con Samuel Beckett, y el Cervantes en 1979, con Gerardo Diego. Pese a que su prestigio no paraba de crecer, no logró ser galardonado con el Nobel. Muchos lo adjudicaron a sus posturas políticas, que desagradaban a la Academia Sueca.

Aunque padeciera a causa del amor, se enamoró muchas veces. En 1967 se casó con Elsa Astete, pero luego se separó y regresó a vivir con su madre, Leonor Acevedo, con quien mantuvo siempre un vínculo muy estrecho. Poco antes de morir contrajo matrimonio con María Kodama, su acompañante de los últimos años. Eligió pasar sus días finales en Ginebra y pidió ser enterrado en esa ciudad, donde actualmente se encuentra su tumba, en el cementerio de Plainpalais.

En su vejez concedió numerosas entrevistas, en las que sorprendía con sus réplicas ingeniosas. Como por ejemplo cuando en un estudio de televisión parisino le preguntaron: "¿Usted se da cuenta de que es uno de los grandes escritores del siglo?" A lo que Borges respondió: "Es que éste ha sido un siglo muy mediocre".

EL PREMIO NOBEL, UN MITO ESCANDINAVO DESLUCIDO POR IGNORAR A BORGES

Buenos Aires, 10 jun (dpa) - Mario Vargas Llosa, eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, pudo romper el año pasado la larga espera y atribuirse el galardón que la Academia Sueca le negó sistemáticamente a Jorge Luis Borges. En sus primeras reacciones, el escritor peruano dijo sin rodeos: "Pues me da un poco de vergüenza recibir yo el Premio Nobel, no habiéndolo recibido Borges".

Y es que a 25 años de la muerte del autor de "El Aleph", sus méritos para acceder al máximo galardón de las letras "son tan universales y actuales, que para siempre el Nobel será el premio que se deslució al ignorar a Borges", analiza el estudioso y testigo de la literatura latinoamericana contemporánea Julio Ortega.

"He sido, lo puedo contar ahora que dejé de serlo, uno de los críticos consultados por el premio. Y aunque el acuerdo era generalizado a favor de Borges, una y otra vez le fue denegado. Más ha perdido el Nobel que Borges", afirma el peruano Ortega a dpa.

María Kodama, viuda del escritor, sostuvo que su marido no inscribió su nombre en la lista de ganadores por "cuestiones políticas", pese a haber sido uno de los mejores autores del siglo XX. "Su forma de pensar no caía bien", dijo Kodama hace un tiempo en España. "Era un hombre íntegro y no se dejaba llevar por la corriente, aunque esto le supusiera perder muchas cosas".

Las razones para que Borges se quedara sin el galardón de la Academia Sueca fueron triviales, observa Ortega. "Porque habían premiado recientemente a otros escritores de lengua española, porque Borges había recibido una medalla de Pinochet, porque para algunos lectores Borges seguía siendo más europeo que latinoamericano, porque la diplomacia argentina ha solido ser muy poco borgiana, y, no hay que descartarlo, por mera ignorancia".

También el escritor argentino Pablo de Santis estima que Borges perdió el Nobel al aceptar una condecoración del dictador chileno y por el discurso que entonces pronunció. "El escritor chileno Miguel Rojas Mix, autor de grandes ensayos sobre América Latina, me recordó en una ocasión la frase que Borges dijo en esa oportunidad: 'Prefiero la clara espada a la furtiva dinamita'", indica De Santis, ávido lector de Borges, a dpa.

Y coincide: "Le quitó más prestigio al premio que a Borges. La fama de Borges está fundada en dos géneros casi olvidados por el siglo XX: el cuento y el ensayo breve. Si su obra alcanzó trascendencia sin haber escrito novelas, bien podía tenerla sin haber ganado el Nobel".

Tras el anuncio de que sería el undécimo hispanohablante en quedarse con la máxima distinción a la que puede aspirar un literato, Vargas Llosa reflexionó en medio de su alegría: "Creo que es una ausencia (Borges) que ha sido muy justamente criticada. También la Academia Sueca se equivoca a veces".

Y antes de llevarse el Nobel, el colombiano Gabriel García Márquez comentaba en una nota periodística la infructuosa espera del asiduo candidato: "Borges es el escritor de más altos méritos artísticos en lengua castellana, y no pueden pretender que le excluyan, sólo por piedad, de los pronósticos anuales". "Lo malo es que el resultado final no depende del derecho propio del candidato, y ni siquiera de la justicia de los dioses, sino de la voluntad inescrutable de los miembros de la Academia Sueca".

"Yo siempre seré el futuro Premio Nobel. Debe ser una tradición escandinava", se resignaba el autor fallecido el 14 de junio de 1986 en Ginebra, cuyas opiniones políticas escandalizaron a la Academia Sueca. El argentino Roberto Alifano, quien fuera secretario de Borges, cuenta a dpa cómo vivía el escritor el anuncio del esquivo Nobel: "La noticia, cada año, cuando no se lo otorgaban, la recibía con una sonrisa y con una broma. Decía: 'Está bien que no me lo den; no me lo merezco. Pero eso hace que muchos se sientan culpables y me otorguen otros premios'".

Borges obtuvo todas las distinciones posibles a excepción del Nobel, subraya el biógrafo y coleccionista argentino Alejandro Vaccaro. "Las razones por las cuales no le han concedido el Nobel son sin dudas de orden político. Fue candidato durante 25 años y en ese lapso lo obtuvieron muchos escritores notablemente inferiores a Borges desde el punto de vista literario. Esa negativa constante ha desprestigiado el premio".

Mientras, el español Agustín Fernández Mallo, quien publicó recientemente "El hacedor (de Borges), Remake", homenaje y reelaboración del libro original, explica a dpa: "Si lo comparamos con el alcance de la obra de otros escritores, sí debería haber recibido el Nobel, ya que Borges es uno de los autores que más ha influido a partir de la primera mitad del siglo XX, y no sólo en habla hispana, sino también en el ámbito anglosajón. Lo que el 'caso Borges' ha demostrado es que ese premio no es el territorio, sino un sesgado mapa del territorio".

Los criterios de la Academia Sueca para decidir el galardón cambian según los jurados, indica Ortega. "En una época favorecían a los escritores de izquierda, porque representaban la resistencia de las sociedades sometidas por la violencia. O a escritores del bloque soviético, censurados y mal traducidos. En otra, favorecieron las voces del Tercer Mundo, para ensayar la inclusividad. Más recientemente, han optado por premiar a escritores de lenguas que no han tenido aún un Premio Nobel de Literatura. Es un premio, qué duda cabe, político hasta cuando no quiere serlo".

El profesor del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Brown (Providence, Rhode Island) considera que el Nobel es más importante en español que en otras lenguas. "Es, como dijo Borges, un mito nórdico. Es remoto, más bien imprevisible, y tiende al patetismo", concluye Ortega.

Entretanto, hasta que la Academia Sueca abra en unos cuantos años los archivos que arrojen luz sobre qué sucedió con la candidatura del escritor argentino, la única certeza es que Borges quedará para siempre como el Nobel que no fue.

jueves, 9 de junio de 2011

ENTREVISTA / ALIFANO:EN BORGES CONVIVÍAN "SER LITERARIO" Y "EXQUISITO CONVERSADOR"

Buenos Aires, 11 jun (dpa) - "Siempre digo que haber trabajado con Borges es un don que debo a la vida", considera Roberto Alifano, colaborador del escritor argentino durante más de una década, a quien describe como un "ser literario", pero también un "exquisito conversador".

Su experiencia junto a la genial figura de las letras -que que quedó ciego en la década del '50- le permitió conocer un Jorge Luis Borges muy diferente. "Hay mucha gente que cree que Borges era el intelectual subido a la torre de marfil, que todo lo contemplaba desde esa altura", explica a dpa desde España, donde se encuentra participando en diferentes actividades culturales.

Autor entre otras publicaciones de "Borges biografía verbal" y "El humor de Borges", Alifano manifiesta que intenta modificar esa opinión, al "mostrar el ser humano, el hombre lleno de gracia, de ironía, que se divertía con los demás y consigo mismo, ya que no se tomaba en serio y hacía bromas todo el tiempo".

Durante los años que compartió con el escritor, hasta que éste partió de Buenos Aires en 1985 para morir en Ginebra el 14 de junio del año siguiente, fueron muchísimas las anécdotas que quedaron grabadas en la memoria de Alifano, quien se define como el amanuense de Borges.

Por ejemplo, apunta, cuando llevó en 1980 a Mario Vargas Llosa a la casa de Borges en la calle Maipú, en el centro de Buenos Aires. El futuro Nobel de Literatura "se asombró mucho, porque esperaba encontrar un cómodo y suntuoso departamento".

"Cuando estábamos conversando empezó a llover. Era una fuerte tormenta y el departamento de Borges tenía goteras. Por lo tanto el pobre Vargas Llosa se empezó a mojar, porque estaba debajo de una. Yo le sugerí que se corriera, pero era tan interesante la conversación que Mario prefirió mojarse", recuerda divertido.

Alifano señala que trabajaba todas las mañanas con el autor de "Ficciones" en el departamento modesto, "apenas setenta metros". "Borges dormía en un cuarto muy pequeño que, en realidad, era la antecocina. Su cama era un catre de hierro. Y el sitio donde trabajábamos era la pieza de su madre, en donde se conservaba la cama, tal cual como cuando doña Leonor vivía".

Cuando llegaba, lo encontraba siempre de buen humor. "Risueño, jugueteando con alguna ocurrencia o algún episodio pasado que su prodigiosa memoria había recuperado". "Trabajar con Borges era una verdadera delicia; tenía la cortesía de hacerme participar de su creación literaria. Nunca le oí decir: 'Le voy a dictar tal o cual cosa', sino, 'qué le parece si escribimos'".

A la hora de escribir, define a Borges como "muy disciplinado". "Decía que si lograba escribir diez líneas por día ya se sentía justificado. Fue el enorme escritor que nos dejó una obra asombrosa y original, pero también el gran comentarista y el enorme lector, quizá el más grande de la historia de la literatura", analiza el autor nacido en General Pinto, provincia de Buenos Aires, en 1943.

Asimismo destaca su calidad humana, como "un caballero respetuoso y respetable, un excelente ser humano. Le encantaba estar rodeado de gente, un hombre de diálogo, curioso por conocer más de todo, porque le interesaba todo, y de escuchar opiniones aún diversas a las suyas. Un exquisito conversador; yo diría que uno de los primeros que ha dado la Argentina".

"Por eso sus conferencias y conversaciones atraían tanto público", indica Alifano. Y "si bien era un ser literario, podía hablar de todo. Eso sí, siempre lo relacionaba a la literatura. Era raro que sus comparaciones no fueran literarias; nunca faltaba un escritor o un hecho de novela o de cuento para ejemplificar su palabra", expresa.

Alifano se cruzó por primera vez con Borges a principios de los años sesenta, en la librería "El Ateneo". Y en 1974, cuando trabajaba como periodista de la revista "Siete Días", le hizo una entrevista. "Una vez concluida, él me propuso dictarme un poema. Fui al día siguiente para corregirlo y, a partir de ese día, empecé a ser su colaborador, o su amanuense, como me gusta decir", relata el director de la revista literaria "Proa", que Borges fundara en 1922.

También recalca que el autor de "Ficciones" era un hombre generoso y desinteresado. "La fama le llegó sin haberla buscado nunca; él tenía prestigio, que es algo distinto. Famoso puede ser cualquiera, prestigioso no. Esa fama no le agradaba debido a que le restaba privacidad. Decía que le hubiera gustado ser el hombre invisible de (Herbert George) Wells".

Borges gozó de casi todo el reconocimiento en vida, a excepción del Nobel. "Pero eso no habla bien del premio, ya que se le negó al escritor más grande y reconocido del siglo XX", dice Alifano. Y evoca con nostalgia: "La última vez que trabajé con él fue día de su partida de Buenos Aires para ya no regresar".

"La muerte de Borges nos dejó inmensamente solos a quienes lo queríamos y admirábamos su obra. Borges fue un ser excepcional desde todo punto de vista. A mí me consuela releer su literatura, en especial su poesía, donde se revela el enorme artista que fue. La muerte de los grandes deja siempre un enorme vacío", concluye.