Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 30 de noviembre de 2017

MANGUEL EVOCA EN UN LIBRO SU NOSTALGIA POR SU BIBLIOTECA EMBALADA

Gentileza FIL/Nabil Quintero Milián
La última biblioteca del argentino-canadiense Alberto Manguel, integrada por unos 35.000 ejemplares, se encuentra actualmente en cajas, lo que lo movilizó a escribir su última obra, presentada en la 31 Feria Internacional del Libro (FIL) de la ciudad mexicana de Guadalajara.
"Mientras embalo mi biblioteca" (Almadía) surgió "de una gran tristeza y una gran furia cuando me vi obligado a vender la casa en Francia en la que viví durante 15 años con mi biblioteca y tuve que embalar mis libros y mandarlos a un depósito", relata a dpa el experto en lectura y Premio Formentor de las Letras.
La obra resulta también un disparador para un recorrido por su amor a los libros y contiene una variedad de temas en los que el director de la Biblioteca Nacional argentina se traslada de lo literario a lo histórico. 
El escritor, que cumplirá 70 años en 2018, señala: "Sé que no me quedan muchos años y quiero pasarlos con mis libros en un lugar de calma, de reflexión, cosa que había encontrado en mi casa en Francia y que ahora no encuentro en ninguna parte". 
"La biblioteca sigue embalada. Está en Canadá simplemente porque mi editora canadiense me ofreció un espacio suficientemente grande para albergar las cajas y gratis, porque si no cuesta mucho dinero. Vamos a ver qué pasa, estoy curioso por ver qué sucede en el próximo capítulo", apunta el también traductor y editor.
Manguel (Buenos Aires, 1948) explica que le encanta estar en el espacio de una biblioteca. "Porque es un espacio de orden, que da un sentido de coherencia al absurdo del mundo, que cambia del día a la noche".
"De día ese orden es visible en la biblioteca. A la noche ese orden se confunde, se transforma, es más un mundo de ensueño y de imaginación. Pero hay una diferencia muy grande entre las bibliotecas privadas y las bibliotecas públicas", señala.
"Yo siempre he vivido en una biblioteca privada, la mía", indica y analiza que ese espacio define su identidad. "Una biblioteca pública como la que dirijo ahora es un espacio distinto, porque es necesariamente compartido", añade Manguel, cuya obra fue traducida a más de 30 idiomas.
"Como director de la biblioteca pública siento lo fundamental que es esa institución en el seno de una sociedad, simbólicamente la memoria, la identidad de esa sociedad radica en sus bibliotecas públicas", asevera.
Gentileza FIL/Nabil Quintero Milián
Manguel sostiene que la Biblioteca Nacional se encuentra actualmente en "una situación espléndida". "Tenemos una visibilidad muy grande. A diferencia de por ejemplo el año 2015 donde entraron unos 10.000 ítems a la biblioteca, el primer año de esta administración entraron 100.000 y este año entraron 200.000. Con un presupuesto menor".
"Porque lo que hicimos es nombrar una 'fundraiser' que trajo mucho dinero a la biblioteca de fuentes privadas, en donaciones por ejemplo. La donación de la biblioteca de (Adolfo) Bioy Casares y Silvina Ocampo que entró a la biblioteca fue por donación”, señala. "Y también un rastreador, Leopoldo Brizuela, que nos está trayendo y trajo muchísimos archivos personales de escritores, historiadores, novelistas, poetas y demás", dice.
Durante su juventud, Manguel tuvo una inolvidable experiencia como lector para Borges en la década del '60: "Fue ser testigo del pensamiento, el desarrollo de una lectura crítica de uno de los más grandes lectores del mundo. Ser testigo de eso, claro, fue importante para mí".
"Yo le leí a Borges como cientos de otras personas. Borges apenas sabía de mi existencia, yo era un adolescente que trabajaba en una librería, me había pedido que le leyese, él hacía los comentarios para él cuándo yo le leía", rememora el escritor que este año también fue distinguido con el Premio Internacional Alfonso Reyes.
Curiosamente, el autor de "Ficciones" no atesoraba muchos libros. "Pensamos gran lector, gran biblioteca, y no es así. Hay muchos grandes lectores a los que no les importaba tener una colección de libros físicos. Borges leía o se hacía leer un libro y luego lo regalaba. Tenía unos libros por razones sentimentales, pero regalaba muchos de los libros que estaban en sus estanterías", recuerda.
Manguel evoca que cuando partió de Argentina Borges le regaló la edición de "Stalky & Co." de Rudyard Kipling que había leído cuando era adolescente. "Me la dio a mí cuando me fui, de manera que se deshacía de sus libros muy fácilmente".
El autor de novelas como "Noticias del extranjero" y "Todos los hombres son mentirosos" sostiene por otra parte: "Me gusta el libro impreso, me gusta el manuscrito, me gusta el papel, no leo textos electrónicos". 
Gentileza FIL/Nabil Quintero Milián
Y apunta: "Creo que desde el mundo del comercio hay una visión de que lo más nuevo es lo mejor y que lo más nuevo acaba con lo más viejo. Pero en el uso cotidiano en el mundo de la creación, en el mundo intelectual no es cierto. No porque tengamos un Chomsky no vamos a leer a Platón. Esa cronología pertenece solo al mundo de Apple que nos quiere vender una computadora nueva cada tres meses".
Sobre la doble concesión del Formentor y el Alfonso Reyes, comenta: "Es casi ridículo, me siento muy honrado y lo único que puedo decir es que trataré de merecer esos premios en el futuro. La lista de los premiados es tan exorbitante que yo no sé lo que hago entre ellos y supongo que es una demostración de confianza o un deseo de que haga algo mejor en el futuro".
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miércoles, 29 de noviembre de 2017

ELENA PONIATOWSKA: "LAS MUJERES SON EXTRAORDINARIAS EN MÉXICO"

La escritora mexicana Elena Poniatowska cautivó a la 31 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, donde elogió a las mujeres de su país, llamó a luchar contra los feminicidios y deploró la situación que atraviesa la prensa en México.
Asimismo la periodista y defensora de causas sociales lamentó anoche que haya grandes nombres de la literatura latinoamericana que no hayan sido distinguidos con el Premio Cervantes que ella recibió en 2013.
La autora de "La noche de Tlatelolco", de 85 años, fue desgranando sus consejos y opiniones en la mesa "Mil Jóvenes con Elena Poniatowska", ante un auditorio Juan Rulfo completamente colmado, que le dedicó fuertes aplausos.
La descendiente de la realeza polaca nacida en París en 1932 lamentó: "Creo que es gravísimo que haya en nuestro país tantos feminicidios, por qué atacar a una mujer, por qué matar a una mujer. De América Latina creo que tenemos el número más alto de feminicidios".
Haciendo mención a la violencia en su país, también recordó la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, a la que calificó de hecho "gravísimo" que no se ha resuelto.
Las mujeres han sido una constante en su obra literaria, con novelas como "Tinísima" o "Hasta no verte Jesús mío".
"No es que yo crea que con lo que yo escriba va a cambiar la situación de las mujeres, pero sí siento lo mismo por las mujeres que se puede sentir también por los niños. Siento la falta de respeto. Siento la falta de oportunidades y me pregunto por qué les cuesta todo mucho a las mujeres", aseveró.
Y también advirtió: "Siento que muchas veces las mujeres que acceden al poder adoptan la conducta dictadas por los hombres y se olvidan de sus compañeras por completo".
En este marco, dijo, "es bien importante el apoyo que nos demos nosotras las mujeres entre sí. Creo que ya ha terminado un poco lo de las revistas de moda, que era la competencia entre las mujeres, esa competencia que es inútil. Con quien tenemos que competir finalmente es con nosotros mismos".
"Las mujeres son extraordinarias en México, yo voto siempre por una mujer", señaló.
Poniatowska también tuvo palabras para los jóvenes que quieren ser periodistas y le pidieron su consejo. Para ese oficio, recomendó, "lo único que importa es saber oír, escuchar y ver. Es muy fácil la receta".
"Yo no hago gran diferencia entre el periodismo y la escritura. Puedes escribir de tí mismo pero también puedes escribir de los demás".
Poniatowska, la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Periodismo (1979) en México y que colabora en el diario "La Jornada", señaló: "Un periodista sí corre un riesgo en nuestro país".
"Tenemos muchísimos compañeros de provincia muertos, es mas fácil que te maten en provincia que en el Distrito Federal, porque en provincia todo el mundo se conoce. En el Distrito Federal es mucho más fácil esconderse entre las multitudes".
Asimismo recordó que ser galardonada con el Cervantes "fue una enorme sorpresa" y que cuando la llamaron por teléfono para avisarle no entendía en absoluto lo que le estaban diciendo. "Yo pienso que Fernando del Paso (Cervantes 2015) debió obtenerlo mucho antes que yo", comentó.
"Otro al que nunca se lo dieron fue al gran Juan Rulfo, él se lo merecía. Hay muchos que no lo han recibido. Un premio es en cierta manera aleatorio", señaló.
"Hay gente como Ricardo Piglia, que no lo recibió, Eduardo Galeano, que no lo recibió, son muchas más las injusticias que los aciertos. Pues finalmente así es la vida", dijo.
Poniatowska confesó que suele sentir que "el otro siempre tiene mucho más conocimiento y autoridad de lo que yo pueda tener. Entonces me cuesta trabajo ir a decir lo que pienso. Ahora ya tengo 85 años, ya debo de tener un pensamiento propio, pero sí, lo mío es preguntar, preguntar y preguntar".
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SERGIO RAMÍREZ ESPERA MAYOR VISIBILIDAD PARA LITERATURA CENTROAMERICANA


Gentileza FIL/Pedro Andrés
"Muchos escritores centroamericanos pasaron más desapercibidos de lo que realmente merecen", advierte en entrevista con dpa Sergio Ramírez, quien hace unas dos semanas se convirtió en el primer autor de la región en adueñarse del Premio Cervantes.
El nicaragüense, quien devino en invitado estelar de la 31 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, asegura que la centroamericana "es una literatura muy rica, que ha estado siempre formada por hombres muy valiosos, desde la concesión del Premio Nobel a Miguel Ángel Asturias en 1967".
El anuncio del máximo galardón de las letras en español revolucionó su "vida cotidiana y rutinaria" consagrada a las letras. Tras sus gafas, el autor de "Adiós muchachos" hace gala de su habitual sencillez para contar que todavía tiene una innumerable cantidad de mensajes que no termina de responder.
A sus activos 75 años, el laureado narrador, periodista e intelectual presentó estos días dos libros en la importante cita editorial de la ciudad mexicana: su nueva novela "Ya nadie llora por mí" (Alfaguara) y su "Antología personal. 50 años de cuentos" (Océano). 
Gentileza FIL/Pedro Andrés
Sobre su efímero paso por la política nicaragüense, el ex vicepresidente de Nicaragua (1985-1990) expresa sin vueltas en un hotel frente a la feria: "Yo nunca pensé quedarme en la política como oficio. Yo entré como escritor y salí como escritor". 
dpa: ¿Qué se siente en ser el primer centroamericano en recibir este premio, es un reconocimiento en general a esa literatura?
Ramírez: Creo que sí, es una literatura muy rica, que ha estado siempre formada por hombres muy valiosos, desde la concesión del premio Nobel a Miguel Angel Asturias en 1967, que ahora se están cumpliendo 50 años precisamente. 
Pues muchos escritores centroamericanos pasaron más desapercibidos de lo que realmente merecen. Poetas, narradores, poetas de Nicaragua, narradores en Guatemala, pero claro, yo creo que esta plataforma del premio Cervantes permite visualizar más sobre todo a los escritores jóvenes. Hay muchísimo talento en Centroamérica y yo espero que el premio contribuya a hacerlo más visible en el mundo hispanoamericano.
dpa: ¿Cómo ha tomado este premio, es difícil manejar las enormes repercusiones que genera?
Gentileza FIL/Pedro Andrés
Ramírez: Un premio como éste significa una irrupción en la vida cotidiana y rutinaria que llevo de escritor. Pues ya a partir del jueves (16 de noviembre) interrumpí mi vida de escritor para dedicarme al premio y lo que significa. Y luego venía lo de la feria, y ya se juntó y he seguido subido sobre la cresta de la ola.
dpa: ¿Es distinto venir a la feria siendo Premio Cervantes?
Ramírez: Creo que sí, porque hay focos nuevos. Yo soy veterano de la feria. He estado aquí por los últimos 25 años viniendo casi todos los años. De manera que sí es una sensación nueva, un nuevo foco de atención, que yo espero se traduzca en más número de lectores, que es lo que a un escritor le interesa sobre todo.
dpa: ¿Pensó en que dirá en su discurso de aceptación del Cervantes?
Ramírez: Estoy viendo algunas ideas. Quizás me interesaría hablar de la relación de Cervantes, Darío, como renovadores de la lengua, la comunicación nueva que se creó entre el español peninsular y el español latinoamericano, devuelto renovado por Darío. Y lo que Cervantes ha significado para mí como escritor. No lo sé todavía muy bien, tendré que sentarme a meditarlo.
Gentileza FIL/Pedro Andrés
dpa: ¿Cuáles son los mayores placeres y las mayores torturas que depara la literatura?
Ramírez: El placer es inventar, crear, personajes, situaciones, sobre todo cuando son divertidas, y reírse uno mismo de lo que está escribiendo. Y luego la parte difícil viene al corregir, al depurar la página, tachar, suprimir, cambiar. Eso ya es el trabajo verdadero de escritura, el trabajo artesanal, la carpintería.
dpa: Si tuviera que elegir alguno ¿cuál es su libro más querido?
Ramírez: Pues quizá "Un baile de máscaras" (1995), porque es una novela en la que yo cuento la historia de mi familia, y por lo tanto de mi infancia, de mis dos familias, materna y paterna, lo que ocurre un día en mi pueblo, que es el día de mi propio nacimiento. Quizás ésta es la aproximación más sentimental que he hecho a una historia.
dpa: ¿Si su proyecto político hubiera funcionado piensa que habría abandonado la literatura?
Ramírez: Pues a lo mejor sí, si hubiera ganado las elecciones del 96 (cuando se presentó por el disidente Movimiento Renovador Sandinista, MRS) no estaríamos sentados aquí. Pero eso son hipótesis irrealizables, porque la verdad que perdí por muchísimos votos. Eso depende también de la voluntad política que uno tiene. Yo nunca pensé quedarme en la política como oficio. Yo entré como escritor y salí como escritor. Nunca dije voy a ser un político verdadero, porque los políticos verdaderos siguen aunque los derroten, buscando la oportunidad siguiente.
Ramírez, Fidel Castro y Daniel Ortega
dpa: ¿Se puede hablar de que hay una democracia en Nicaragua?
Ramírez: Pues yo diría que no, una democracia como la que conocemos en otros países, no.
dpa: ¿Y cómo piensa que puede cambiar la situación política?
Ramírez: Creo que con participación ciudadana, no sé de dónde va a salir esa fórmula mágica. Todo cambio tiene que ser pacífico y tiene que depender de la conciencia de los ciudadanos. Si esa conciencia no despierta, no hay nada que hacer.
SERGIO RAMÍREZ (Masatepe, 1942). Es parte de la generación de escritores latinoamericanos que surgió después del "boom". Abandonó por un tiempo su carrera literaria para incorporarse a la revolución sandinista, de la que luego se distanció. Entre sus libros traducidos a numerosas lenguas están las novelas "Castigo divino" (Premio Dashiell Hammett), "Margarita, está linda la mar" (Premio Alfaguara de Novela y Premio José María Arguedas), "Un baile de máscaras" (Premio Laure Bataillon), "Sombras nada más", "Mil y una muertes", "El cielo llora por mí" y "La fugitiva", además de volúmenes de cuentos, ensayos y memorias como "Adiós muchachos". También ganó el Premio José Donoso y el Carlos Fuentes.

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martes, 28 de noviembre de 2017

ALMUDENA GRANDES: "ESTABA PREDESTINADA A ENAMORARME DE UN POETA"

La novelista Almudena Grandes y el poeta Luis García Montero conversaron anoche sobre su historia de amor y su convivencia, en un encuentro mano a mano en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara que también se adentró en la literatura y el compromiso.
En el inicio de su intervención, la autora de "Las edades de Lulú" y "El corazón helado" reveló: "Estaba predestinada a enamorarme de un poeta".
"Porque los dos hombres más importantes de mi vida antes de Luis fueron poetas. Yo a veces digo que si Freud me hubiera conocido, el síndrome de Electra se llamaría síndrome de Almudena, porque yo estaba enamorada de mi padre y del padre de mi padre, que eso ya es como rizar el rizo", afirmó.
Grandes (Madrid, 1960) contó que en casi todas sus novelas "hay un abuelo y un nieto o una nieta". Y "todos esos abuelos son mi abuelo Manolo y todos esos nietos o nietas soy yo. Mi abuelo era poeta aficionado, era un poeta modesto que solo leía sus poemas a la familia, pero que a mí me leía muchos poemas". "Fue radicalmente benéfico", lo recordó.
Su padre, en cambio, representó "una presencia mucho más tormentosa" en su vida. "También era poeta, era mucho más exhibicionista, se publicaba libros y los regalaba. Y yo también estaba enamorada de él", dijo la escritora que presentará esta tarde en la feria su última novela, "Los pacientes del doctor García".
La mesa "Poesía y prosa. Amor y matrimonio" formó parte del amplio programa literario de Madrid como invitada de honor a la feria mexicana que se extiende hasta el 3 de diciembre en la Expo Guadalajara. 
Uno de los ingredientes fundamentales del amor es la admiración, sostuvo la novelista. "Creo que es imposible enamorarse de alguien a quien no admiras, alguien que no es capaz de deslumbrarte, y yo empecé a admirar a Luis mucho antes de conocerle más profundamente".
"A mí Luis me parece el mejor poeta de mi generación, pero que lo diga ahora no tiene mucho mérito, porque claro, soy su mujer desde hace 24 años. Pero esto lo decía cuando no le conocía, porque creía verdaderamente que era así", señaló. 
Gentileza Pedro Walter
Respecto de la convivencia entre un poeta y una novelista, Grandes apuntó: "Sobre todo para mí es un privilegio vivir con otro escritor, y es muy fácil porque por un lado tengo a mi lado a un lector de calidad, implacable conmigo, o sea que tiene la confianza suficiente como para destrozarme las novelas cuando las termino".
"Y por otro lado los escritores, incluso los que somos corrientes como nosotros, somos muy insoportables de a ratos. Tenemos fases de autismo en las que no contestamos cuando nos hablan, porque estamos absortos en lo que hacemos. Y hay poca gente tan vulnerable como un escritor antes de publicar, somos proclives a la neurosis", expresó. 
Grandes remató: "Siempre he pensado que es una suerte vivir con otro escritor porque es alguien que sabe exactamente lo que me está pasando, igual que yo sé exactamente lo que le está pasando".
García Montero, en tanto, contó cómo se inició la historia de amor entre ambos: "Nos conocimos en el año 1991 en un acto que se organizaba en el Ateneo de Madrid, un acto para protestar por la guerra de Irak". "Y ahí estábamos los dos".
El poeta aseveró: "A mí la palabra compromiso me gusta, yo creo que los escritores somos ciudadanos, estamos vinculados con nuestra sociedad y es normal comprometerse con aquellas cosas que a uno le interesan".
"Y la palabra compromiso me sirve porque tiene un doble sentido, compromiso sirve para hablar de la persona que se compromete con su sociedad, pero compromiso tiene que ver también con el amor", añadió.
"Para mí la literatura y la poesía son un compromiso con la verdad, y no significa que yo tenga la posesión de la verdad, sino que tengo cada vez que escribo un compromiso conmigo mismo y con mi conciencia de no mentir", dijo García Montero (Granada, 1958).
La literatura, manifestó el poeta y catedrático, "no existe hasta que un lector no llega a un libro y lo hace suyo. La literatura es un ejercicio hospitalario como es el amor. El lector es el que hace posible la literatura, cuando llega, lee nuestros textos y dice, 'sí quiero'". 
El autor de "Habitaciones separadas" o "El jardín extranjero" dijo que veces le preguntan con qué poema conquistó a Almudena. "Yo digo que la verdad que, más que un poema, me hizo falta escribir un libro entero", contó entre risas.
Sin embargo, toda pareja debe sortear diferencias. Grandes y García Montero no tienen más remedio que hacerlo en materia futbolística: Él es del Real Madrid y ella, fanática del Atlético de Madrid.
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CASAMAYOR:"SER EDITOR A VECES ES ESTAR EN EL ABISMO DE UN PRECIPICIO"

Gentileza Bernardo de Niz
El español Juan Casamayor, fundador del sello Páginas de Espuma y premiado con el Homenaje al Mérito Editorial de la actual Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, dice que "ser editor a veces es estar en el abismo de un precipicio".
En entrevista con dpa habla sobre los gajes de su oficio, al que define como una vocación: "Me parece la mejor de las profesiones posibles, sin duda, y claro que hay momentos buenos y malos". 
Y si de circunstancias gratas se trata, Casamayor (Madrid, 1968) asegura que le sorprendió mucho la concesión del galardón que la FIL le entregó en la noche del lunes por "su militancia, empeño y especialización en torno al cuento". 
Casamayor se siente especialmente contento y tambn con mayor responsabilidad porque el premio se lo concede la feria mexicana, a la que define como su "casa latinoamericana". "Llevo 15 años consecutivos viniendo, es una felicidad absoluta que sea aquí", apunta.
El editor traza una retrospectiva del exitoso camino recorrido por Páginas de Espuma, desde que la fundara en 1999 junto con Encarnación Molina. 
Con presencia tanto en España como América Latina, actualmente el sello publica una veintena de novedades al año, entre escritores clásicos y contemporáneos, autores españoles y latinoamericanos y talentos consagrados y noveles.
"Teníamos muy claro desde el principio que queríamos una editorial en torno al cuento y eso es una semilla importante. Porque a finales de los 90 en España estaban los síntomas de concentración de monopolios que ahora viven su máximo esplendor con Planeta y Penguin Random House", apunta.
"Pero por otro lado empezaba una proliferación en el hábitat en español de muchas editoriales independientes que encontraban fisuras entre ese movimiento", indica Casamayor. Y ese fue el caso de Páginas de Espuma, con su especialización en torno al cuento. 
"Lo teníamos muy claro, no porque hiciéramos un plan de estudio de mercado. Veíamos que no había una editorial del cuento", apunta el licenciado en Filología Hispánica.
A la pregunta de en qué momento y por qué razón este género comenzó a ser subestimado, analiza: "Es algo anterior a mi llegada al mundo de la edición y creo que tiene que ver simplemente porque criterios contables se pusieron por encima de criterios editoriales".
"La novela es el género predilecto del lector en español, claro que lo es. Sería estúpido por mi parte negar esa realidad, pero lo que también es estúpido es esa sentencia que pesa como una losa de que el cuento no vende", argumenta con énfasis.
Gentileza Lisbeth Salas
Casamayor sostiene que esa sentencia "al menos es revisable". "Creo que la propia existencia de una editorial como Páginas de Espuma, que es verdad que es una editorial independiente y pequeña, ha armado un catálogo que indica que el cuento permite otras opciones".
"Porque nuestro catálogo se vertebra en torno a escritores cuyas novelas salen en grandes grupos, pero los cuentos prefieren publicarlos en Páginas de Espuma, porque ahí han tenido una posibilidad de visibilidad y de viabilidad para que sus cuentos tengan más lectores", analiza el editor madrileño.
Los argentinos Clara Obligado, Samanta Schweblin y Andrés Neuman, los españoles José María Merino y Eloy Tizón, el peruano Fernando Iwasaki y el mexicano Antonio Ortuño son apenas algunos de los muchos autores reconocidos que integran la nómina de Páginas de Espuma.
Casamayor redobla su defensa del cuento: "Al final, hablando con otros editores encuentras que hay novelas que venden unos pocos centenares de ejemplares, como yo tengo libros que venden pocos centenares de ejemplares y tengo libros de cuentos que han vendido decenas de miles de ejemplares".
El editor señala por otra parte que hay "una tradición cuentística mayor en Latinoamérica, que ha llegado con calado fuerte al lector. En España eso nos falta".
Sin embargo Casamayor matiza: "Al día de hoy, España tiene un cuento extraordinario. Creo que eso ha igualado a España con otras literaturas, no con Latinoamérica, (sino) con otras literaturas nacionales que están dentro de Latinoamérica".
Y destaca que en España "hay ahora una generación de cuentistas surgidos en los últimos 15 años extraordinaria, valiente, que arriesga, que sin miedo dialoga con lo fantástico y que sin miedo dialoga con distintas estéticas".
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lunes, 27 de noviembre de 2017

JULIO ORTEGA: FUENTES, EL "ESCRITOR TOTAL" QUE DESAFIÓ EL LENGUAJE

El estudioso de la literatura latinoamericana Julio Ortega, amigo de Carlos Fuentes, afirma que el mexicano "tuvo siempre una energía extra, una disciplina feroz y una libertad feliz, que lo convertían en un escritor total".
El autor de "La región más transparente" y "La muerte de Artemio Cruz" atesoró siempre "un apetito de ensayar formas", ya que "no se sentía cómodo con los límites del lenguaje", dice Ortega a dpa.
El crítico literario peruano, que conoció al mexicano en 1969, presentó ayer en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara su libro "Imagen y semejanza de Carlos Fuentes" (Orfila). 
El catedrático de literatura hispánica en la Universidad de Brown traza allí de manera fragmentaria y analítica la historia intelectual del laureado escritor mexicano (1927-2012), con quien compartió debates en diversos foros literarios.
Ortega, estudioso de los escritores latinoamericanos consagrados, también sigue de cerca a los talentos más jóvenes, como da cuenta su antología "Muestra del nuevo relato mexicano" (Orfila), asimismo presentada durante la FIL. 
El ensayista y poeta peruano destaca que esta nueva generación de narradores se caracteriza por su "capacidad de juego, sorpresa, creatividad y formas de innovación".  
dpa: ¿Cómo conoció a Fuentes, cómo definiría su relación con él? ¿Cómo era Fuentes en el contacto personal? 
Ortega: Lo conocí en 1969, cuando México todavía estaba bajo el trauma de Tlatelolco. Todas las respuestas estaban en la literatura. En la más reciente e innovadora, de la que se sentía parte. Carlos tuvo siempre una energía extra, una disciplina feroz y una libertad feliz, que lo convertían en un escritor total. 
dpa: ¿Qué habría sido de la literatura latinoamericana sin Fuentes?
Ortega: Le habría costado demasiado tiempo ponerse al día. La narrativa, para él, era de unas formas privilegiadas de la actualidad. Tuvo siempre un apetito de ensayar formas, proyectar nuevas versiones, y no se sentía cómodo con los límites del lenguaje o del formato narrativo. He concluido que Fuentes fue de los primeros en ensayar el formato como el espacio donde la literatura se inventa cada vez.
dpa: ¿Cómo interactúan imagen y semejanza de Fuentes en su libro?
Ortega: Imagen remite a representación, semejanza a asociación. En sus novelas hay siempre una representación situada y creíble, pero también una semejanza de asociaciones metódicas, que problematizan lo que vemos. Es un narrador que busca exceder el realismo explicando sus procesos de invención. Ese despliegue de tensiones sitúan su trabajo en el vértice de lo nuevo, de la invención como práctica y poética. 
dpa: ¿De qué manera dialoga la obra de Fuentes con la identidad mexicana y con su propia trashumancia?
Ortega: Para él, la identidad era la mezcla, o sea un flujo de energía creativa cuya forma se decidía en la página, no en las ideologías. 
dpa: A poco más de cinco años de la muerte de Fuentes, ¿cuál es la vigencia actual de su obra en un México convulsionado por la violencia?
Ortega: En una de sus últimas novelas, "La voluntad y la fortuna", nos propuso un análisis de la naturaleza del mal. No una versión esencialista del mal sino su poder como destino individual, hecho en el crimen y la mentira. La sangre derramada en su país la convirtió en una tinta desplegada como una sombra herida.
Julio Ortega con Carlos Fuentes
dpa: ¿Qué rasgos comunes destacaría entre los autores de "Muestra del nuevo relato mexicano"?
Ortega: La gran diferencia entre los nuevos narradores y los de una generación anterior es la capacidad de juego, sorpresa, creatividad y formas de innovación. Es como si el mundo literario hubiese dado la vuelta en este conjunto de narradores. No es ésta ya una narrativa traumática, bronca o sombría, sino una que trama la cultura popular, apropia las formas lúdicas, contamina los géneros de la verdad con el juego de sus alternativas y, por esas vías, celebra otra vez el mundo en su relato.
JULIO ORTEGA (Casma, 1942): Tras estudiar Literatura en la Universidad Católica de Lima y publicar su primer libro de crítica, "La contemplación y la fiesta" (1968), emigró a Estados Unidos. Desde 1989 es catedrático en la Universidad de Brown, donde dirige el Proyecto de Estudios Trasatlánticos. Enseñó en diversas universidades latinoamericanas, europeas y estadounidenses. Publicó numerosos libros, entre ellos los ensayos "Retrato de Carlos Fuentes", "Una poética del cambio" y "La imaginación crítica" y las ficciones "Adiós Ayacucho" y "Habanera". Editó la novela póstuma de Fuentes "Aquiles o El guerrillero y el asesino".
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domingo, 26 de noviembre de 2017

PAUL AUSTER ABRE SALÓN LITERARIO DE LA FERIA DE GUADALAJARA

El estadounidense Paul Auster protagonizó hoy la apertura del Salón Literario de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, con un discurso en el que habló sobre los viajes de la poesía y la figura literaria de su compatriota Edgar Allan Poe.
Al finalizar su lectura, Auster, de 70 años, recibió la Medalla Carlos Fuentes de manos de Silvia Lemus, viuda del escritor mexicano, en medio de fuertes aplausos de un auditorio Juan Rulfo absolutamente colmado.
El Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006, vestido con un traje oscuro, leyó de pie su discurso ante un atril sobre el escenario.
El autor de "Leviatán" comenzó su alocución recordando que Walt Whitman fue el único poeta que concurrió a la ceremonia inaugural de la tumba de Poe en Baltimore en 1875, porque los demás poetas declinaron la invitación.
El francés Stéphane Mallarmé, en tanto, escribió posteriormente el poema "La tumba de Edgar Poe" para un volumen conmemorativo. Auster también apuntó que Charles Baudelaire fue el gran responsable de establecer la enorme fama de Poe (1809-1849) en Francia, "que continúa hasta nuestros días".
Mientras tanto, en su país crecía la sensación de que Poe "no era realmente un escritor estadounidense, sino un autor francés que escribía en inglés”.
"Al fin y al cabo, la mayor parte de sus cuentos se desarrollaba en un entorno europeo y sus famosos relatos detectivescos, 'Los crímenes de la calle Morgue' y 'La carta robada' ocurren en París".
El escritor estadounidense sostuvo que "cuando un poeta busca inspiración en un creador de otro país, es porque busca algo que de inmediato no encuentra disponible en su propia lengua o literatura, porque pretende liberarse de los confines de su propia cultura, pero siempre, en definitiva, para hacerlo suyo, para llevarlo de vuelta a su propio lugar".
Auster se refirió además al autor de "El cuervo" como "el infortunado, el incomprendido Edgar Allan Poe, el hombre que no encajó en Estados Unidos, pero estadounidense de todas formas. Y más profundamente estadounidense que los poetas que se negaron en 1875 a asistir a la ceremonia celebrada en su memoria".
"Tuvieron que ser los franceses quienes rescataran a Poe de la oscuridad. Pero desde entonces hemos sido capaces de reclamarlo como nuestro", subrayó el novelista.
El autor de "La trilogía de Nueva York" llegó a la ciudad mexicana con "4 3 2 1" bajo el brazo, una voluminosa novela sobre la vida del joven Archie Ferguson, con la que rompió siete años de silencio literario.
Este lunes Auster presentará en la feria su más reciente obra, en la que explora nuevamente las múltiples posibilidades del azar, con cuatro versiones de la vida del personaje, y también estará en el módulo de firma de libros.
La 31 edición de la FIL que se desarrolla hasta el 3 de diciembre en la capital del estado de Jalisco tiene a Madrid como ciudad invitada de honor.
La máxima cita editorial del mundo hispanohablante convocará en la Expo Guadalajara a más de 700 escritores invitados de 41 países, entre ellos figuras destacadas como el francés Emmanuel Carrère, Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, y el Cervantes nicaragüense Sergio Ramírez.
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PÈREZ-REVERTE: "NO PUEDO PERMITIRME NO SER FELIZ A LA EDAD QUE TENGO"

"El escritor no tiene más obligación que contar bien una buena historia", asegura el español Arturo Pérez-Reverte, quien se encuentra en la ciudad mexicana de Guadalajara para presentar "Eva", su segunda novela protagonizada por el espía Lorenzo Falcó. 
En entrevista con dpa en un hotel frente a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que lo tiene como uno de sus invitados estelares, Pérez-Reverte aclara que no tuvo ninguna intención de escribir sobre la Guerra Civil, telón de fondo del libro. "Es un momento muy interesante, hay muchas intrigas, me da mucho juego narrativo y la elegí por pura técnica".
"Hay un tipo de escritor que me irrita un poco", comenta. Y apunta al "escritor apóstol", "el que hace de su novela una herramienta de reivindicación, de lucha, de convencimiento".
"Es el lector quien debe elegir éste me gusta o éste no me gusta o sacar conclusiones. No hay más misión que contar bien una buena historia y si no, pues no contar nada. Yo procuro de ser de esta clase de escritor", reafirma con contundencia.  
El ex reportero de guerra, curtido en conflictos como el de las Malvinas, El Salvador, Nicaragua o los Balcanes, se define como un escritor profesional que trabaja ocho horas diarias. "Yo no soy un artista, no soy un creador artístico, soy un tipo que cuenta historias lo mejor que puede".
En su más reciente libro -publicado por Alfaguara y que Pérez-Reverte presentará esta tarde en la FIL- una nueva misión encomendada por el franquismo conduce a Falcó hasta Tánger, donde su destino se cruzará nuevamente con la agente soviética Eva Neretva.
Actualmente se encuentra escribiendo la tercera novela de la serie. "Yo creo que todavía queda Falcó, por lo menos una o dos novelas más de Falcó creo que quedan", adelanta.
¿Qué le atrae literariamente del inescrupuloso espía Falcó? "Me apetecía contar un personaje que fuese un antihéroe de verdad, un tipo violento, cruel, capaz de torturar, de matar, que las mujeres le importan como objeto a depredar, sin ningún respeto por ellas, sin ningún respeto por la vida humana".
"El desafío era conseguir que a ese tipo los lectores lo aceptasen como compañero de lectura. Me lo propuse como desafío y parece que lo he conseguido. Llevo 30 años escribiendo novelas, y la vertiente del héroe canalla no la había tocado todavía, es una experiencia nueva para mí y es satisfactoria. Es hasta un desahogo poder ser políticamente incorrecto en este tiempo", apunta el académico de la lengua y novelista.
A la pregunta de dónde se encuentran buenas historias, Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) afirma sin dudar: "Yo tengo una ventaja grande. Fui 21 años reportero en países en guerra y entonces a mí las historias estas no me las han contado, yo no las he aprendido yendo al cine ni leyendo a Stevenson ni a Jack London, las he vivido".
Y reflexiona: "Si hubiera sido un escritor de barra de bar, o de biblioteca, pues a lo mejor ya estaría agotado como escritor hace mucho tiempo. Llevo 30 años escribiendo novelas y todavía me siento ante ellas con la ilusión, con la expectación del que se siente ante algo nuevo. Quizás porque no he dejado de ser lector, siempre digo que soy un lector que accidentalmente escribe novelas". 
Pérez-Reverte valora sobre todo una "actitud de cazador lúcido". "Es la que me hace sentir bien y escribo por eso", afirma. ¿Es algo que le dejó el periodismo? "Supongo que sí", dice. Pero luego se corrige: "Quizás me hice periodista porque era cazador". 
A la pregunta de si escribir es una forma de exorcizar vivencias traumáticas, responde que no. "Exorcizar no, porque eso está ahí. Yo llevo eso, lo llevo ahí y a veces es malo y a veces es bueno, a veces me crea malestar y a veces me hace sentir incómodo". 
"Te despiertas de noche y recuerdas, o de pronto una cosa, un sonido, un niño, un perro que ladra, te vienen imágenes desagradables, pero otras veces las imágenes son buenas, porque también en la guerra y en esa vida hay momentos muy buenos, muy intensos, de reflexión, de lucidez. La guerra es educativa también", subraya. 
¿Por qué sus libros tienen tanto éxito? El autor de novelas como "La tabla de Flandes" y la saga "El capitán Alatriste", con más de 20 millones de lectores en todo el mundo, elude definiciones: "No lo sé, pregúntale a ellos". 
Y añade: "Cuando era pequeño mi abuela me contaba un viejo proverbio que era francés o alemán, que no existe en español. Más o menos es la gallina que puso el huevo de oro murió con el cuello roto queriendo mirar cómo lo ponía. O sea que si quieres poner bien, no mires. Entonces prefiero no analizar, el lector sabe por qué me lee".
Pérez-Reverte disfruta con la literatura. "Escribo por placer, a mí me gusta mucho esto. Yo tengo la vida resuelta hace mucho tiempo. A mi edad, ¿sufrir? Si no fuera feliz no escribiría novelas, haría otra cosa, me dedicaría a tocar el violín, a ver la televisión, a ver cine, a ver películas de John Ford.... pero si hago esto es porque soy muy feliz con esto. No puedo permitirme no ser feliz a la edad que tengo".
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sábado, 25 de noviembre de 2017

CARRÈRE, PREMIADO EN GUADALAJARA, DISERTA SOBRE LOS LÍMITES DE LA NO FICCIÓN

Gentileza FIL/Pedro Andrés
"Empecé como autor de ficción y a medio camino me dediqué a escribir eso que a falta de un mejor término se llama no ficción", reflexionó hoy el francés Emmanuel Carrère al recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, durante la inauguración de la 31 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El escritor y periodista, autor de cinco celebradas novelas de no ficción, se refirió a las fronteras difusas de ese género en auge y también a los riesgos que puede entrañar cultivarlo. 
"No se sabe muy bien qué es la no ficción. Dónde comienza, dónde termina, dónde se sitúa la frontera con la ficción", evaluó. A diferencia del cine, donde se distingue entre películas de ficción y documentales, es más difícil dar con ese límite en la literatura, indicó durante su discurso, que leyó en francés.
Carrère, autor de "El adversario" -novela en la que indaga en la historia real de Jean-Claude Romand, quien asesinó a su familia-, propuso uno muy simple: los nombres propios.
Gentileza FIL/Bernardo de Niz
“Los personajes que tienen nombres imaginarios, inventados por el autor, sin correspondencia con la realidad, son personajes ficticios. Es posible hacer que digan o piensen lo que uno quiera". 
En cambio, si el escritor "pinta un personaje real y elige utilizar su nombre verdadero, corre el riesgo de que ese personaje proteste si algo no le gusta y si fuera el caso, hasta podría demandar al autor judicialmente".
Por lo tanto quien incursiona en no ficción "arriesga a someterse a lo que la realidad exterior implica en términos de imprevisibilidad y de potencialidad peligrosa. Por mi parte, he escrito cinco libros corriendo ese riesgo", expresó. Y dijo haber tenido suerte: "Nadie me ha demandado, nadie ha querido golpearme, o en todo caso nadie lo ha hecho".
Carrère (París, 1957) también refirió que a menudo le preguntan si practicar lo que antes se llamaba "autobiografía" y actualmente se denomina preferentemente "autoficción" no le acarrea problemas.
Gentileza FIL/Natalia Fregoso
El autor de "Limónov" respondió contundentemente que no. "Por una razón muy simple: porque soy yo quien decide qué revelar y qué callar. Soy yo quien decide en qué punto colocar la línea divisoria entre el autoelogio y la autodenigración, que son desde siempre los dos polos entre los que oscila la autobiografía". 
En su discurso de recepción del galardón dotado con 150.000 dólares, también se refirió al estadounidense Truman Capote, considerado padre de la "non fiction novel", y a su obra maestra "A sangre fría" ("un libro que admiro al punto de haber pasado varios años de mi vida intentando imitarlo", dijo), así como a una generosa decisión de Charles Dickens.
El inglés recibió una carta de una lectora en la que le decía que la gente que la rodeaba la identificaba con Miss Mowcher, un malvado personaje de su novela por entregas "David Copperfield", por lo que su vida se había convertido en un infierno.
Dickens no dudó y volvió amable a Miss Mowcher en la entrega siguiente. "Pienso que modificar la realidad soberana de su libro para no lastimar a una mujer pequeña de provincia no fue sólo el mayor gesto de generosidad sino también de la mayor libertad que puede ejercer un escritor. ¿En el fondo, la generosidad y la libertad no son lo mismo?", concluyó Carrère su aplaudido discurso.
Gentileza FIL/Paula Islas
En una 31 edición marcada por la participación estelar de Madrid como invitada de honor, la ceremonia inaugural en el auditorio Juan Rulfo contó con la alcaldesa de la capital española, Manuela Carmena. “El ayuntamiento de Madrid se siente extraordinariamente satisfecho de estar aquí y de haber traído lo mejor que creemos que tenemos en la cultura de nuestra bellísima ciudad”, apuntó.
Bajo el lema "Ganarás la luz", Madrid desembarca con 200 invitados y ofrece hasta el 3 de diciembre una variada programación de literatura, artes plásticas, música, teatro y cine.
La alcaldesa dijo que le gusta citar “ese verso tan precioso de Miguel Hernández que dice que Madrid es la rompeolas de todas las Españas”. “Madrid quiere seguir siendo rompeolas de todas las Españas, de todos los lenguajes, de toda la universalidad, porque queremos ser universales”.
“En esa medida hemos querido traer a Guadalajara todo lo mejor de nuestra literatura y hemos traído tres generaciones de escritores. Hemos decidido que esas tres generaciones tenían que estar presentes”, destacó Carmena. “Hemos querido traer también a todas nuestras editoriales”, incluidas las más pequeñas, aseveró.
Gentileza FIL/Eva Becerra
También recordó que su generación, que nació durante el franquismo y estudió en la universidad cuando todavía no había libertad de prensa, se formó con libros editados en gran parte en México y en Argentina.
“Gracias por aquello que nos aportaron, gracias porque se nos permite también ahora devolver todo aquello, amando extraordinariamente este país”, dijo Carmena, despertando fuertes aplausos del auditorio.
La alcaldesa anunció además durante su intervención la creación de la Casa de México en Madrid e instó al final de su discurso: “Sigamos siendo lectores”.
El presidente de la feria, Raúl Padilla, destacó que la presencia de Madrid en la FIL de Guadalajara "ofrece un aliento de esperanza a todos los que creemos en la libertad de la cultura y en la capacidad de las letras y la palabra para hermanar a los pueblos”.
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