Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

sábado, 24 de noviembre de 2001

UNA CÁMARA TRAS LOS RASTROS DEL "GRAN CRONOPIO" JULIO CORTÁZAR


Buenos Aires, 24 nov (dpa) - "No me interesa el Cortázar que les interesa a los demás, yo encontré otro", afirma el realizador argentino Eduardo Montes-Bradley, quien desde hace un año y medio persigue con su cámara los pasos del autor de "Rayuela".

En Julio Cortázar, explica, descubrió a "un liberal consecuente, que está a la izquierda de la izquierda, un escritor fascinante, revolucionario, culto, extremadamente conocedor de sus capacidades y sus limitaciones. Un hombre imprescindible para entender el tiempo en el que le tocó vivir y un hombre a quien no podés entender sin tener en cuenta el tiempo que le tocó vivir. Es la ecuación del hombre y el tiempo".

Montes-Bradley, quien estrenó estos días en Buenos Aires "Los cuentos del timonel", su película sobre el periodista, historiador y escritor Osvaldo Bayer, prosigue de esta forma con documentales sobre destacados escritores argentinos, ya que previamente filmó "Soriano" (sobre Osvaldo Soriano, en 1998) y "Harto the Borges" (sobre el autor de "Ficciones", en 2000).

"Cuando era adolescente leía los cuentos de Cortázar, me gustaban mucho. Yo no soportaba 'Rayuela' en esa época, me parecía un ladrillo. En realidad el ladrillo era yo, de eso me di cuenta mucho más tarde. 'Rayuela' es una novela formidable, más que una novela es una enciclopedia del gusto, es una enciclopedia cultural de los años 60, es una radiografía de esa época", expresa en entrevista con la Agencia Alemana de Prensa (dpa).

El film, al que define como muy ambicioso, traza un recorrido que se extiende desde el nacimiento hasta la muerte del "cronopio mayor". "Llevo ya un año y medio trabajando y me quedará un año más todavía. Son dos años y medio de trabajo en esa película, 36.000 kilómetros recorridos. Hasta ahora he filmado en Managua, en Masaya (también en Nicaragua), Granada, Solentiname, México, Nueva York, San Francisco, Londres, París, Milán, Roma, Tangañika", enumera.

Entre el numeroso material inédito del documental se cuentan "películas filmadas por Cortázar en súper 8 de sus viajes, son maravillosas, donde él está bailando en el Ganges, en la India, pintada la cara de rojo con Octavio Paz, los dos bailando tomados de la mano con un montón de niños. Y más de 200 fotografías originales, nunca vistas antes, nunca publicadas, todas por cortesía y gentileza de Aurora Bernárdez (su primera esposa)", apunta el director.

Asimismo, Montes-Bradley descubrió que existió un primer contacto entre Cortázar y Jorge Luis Borges, previo al que ambos reseñaron haber tenido. "Borges y Cortázar dicen que su primer encuentro fue cuando Borges le publica 'Casa Tomada' en 1944. Y yo encontré que hay uno anterior. Cortázar se presenta a un concurso de poesía organizado por la agrupación Martín Fierro en 1938. Está convencido que va a ganar, y pierde. ¨Y en el jurado quién estaba? Borges. O sea que Borges ya lo había leído en 1938".

Montes-Bradley afirma que las conexiones entre estos dos grandes escritores argentinos que asimismo cosecharon gran prestigio internacional "pasan por el anarcoindividualismo, por el anarcoliberalismo, por toda esta sensación de opresión que el individuo siente frente al Estado, toda esta cosa siniestra del siglo XX."
Uno de los hechos que deja una fuerte impronta en la vida del autor de "Historias de cronopios y de famas", nacido en 1914 en Bruselas y fallecido en París en 1984, es la relación con su padre, señala el director.

"El padre es un nacionalista recalcitrante de una familia salteña, que cuando se entera que Julio Cortázar firma como Julio Cortázar unos artículos en (el diario) 'La Nación' sobre literatura francesa, después de haber desaparecido cuando Cortázar tenía seis años, le escribe por primera vez en 20 años para decirle que por favor no use su nombre, que lo denigra, porque se llama de la misma manera. Y la gente va a pensar que es él el afrancesado. Entonces que firme como Julio Florencio Cortázar", cuenta.

Entre los acontecimientos políticos que marcaron la vida de Cortázar el director cita el golpe militar de 1943 en la Argentina y la Revolución Cubana en 1959. "Sin el golpe del 43 y sin (el general Juan Domingo) Perón no hubiese habido "Bestiario". No hubiera habido "Casa Tomada", "La banda", no hubiera habido "Los reyes" si no hubiera habido golpe. Es una ironía, a Cortázar se lo debemos a Perón, gracias a Perón tenemos a Cortázar". "El otro momento definitivamente es la Revolución Cubana en el 59. Que lo une en otro lugar, porque para un liberal como Cortázar, Batista, Somoza y Perón eran lo mismo", señala.

Entre los testimonios que recabó Montes-Bradley en diversas latitudes se encuentran los de los mexicanos Carlos Montemayor y Hugo Gutiérrez Vega, los nicaragenses Ernesto Cardenal y Sergio Ramírez, y los argentinos Aurora Bernárdez -quien reside en París-, Martín Caparrós, Liliana Heker y Horacio González. También evocarán al escritor que se fue a vivir en París en 1951 otros dos grandes exponentes del "boom latinoamericano" y amigos de Cortázar: el mexicano Carlos Fuentes y el peruano Mario Vargas Llosa.

"Su última vuelta es una vuelta muy triste. El viene a despedirse de la familia, sobre todo de las calles, de los bares. Muchos bares ya lo habían despedido a él, porque ya no existían. Pero él es un hombre del mundo, él no es ni siquiera un parisino, ni siquiera un francés. Es un hombre internacional, es un liberal", explica el director, que estima que estrenará su documental en septiembre de 2002.

En cuanto a "Los cuentos del Timonel", Montes-Bradley relata que inicialmente entrevistó a Osvaldo Bayer para "Soriano", y tiempo después lo visitó en su casa en Alemania. "Empecé a sacar la cámara y él empezó a contar historias. Esas historias me parecieron cuentos, y en uno de esos cuentos él narra de cuando él era timonel en un barco a vapor entre Buenos Aires y Asunción del Paraguay".

jueves, 24 de mayo de 2001

ENTREVISTA / BAYER: UN AMOR DERROTADO POR EL ESTIGMA DEL HOLOCAUSTO


Buenos Aires, 24 may (dpa) - La historia verídica de un tormentoso amor entre una joven judía y un intelectual alemán hijo de un criminal nazi fue la que impulsó a Osvaldo Bayer a escribir a los 74 años su primera novela.
No en vano el periodista, historiador y guionista de cine nacido en la provincia argentina de Santa Fe sostiene en la introducción de su obra "Rainer y Minou" -recientemente publicada por editorial Planeta- que "la estricta realidad siempre cobra alas y supera en imaginación a toda ficción".

"Recurrí por primera vez a la literatura y estoy muy contento", señaló el autor de "La Patagonia Rebelde", que con sus minuciosas investigaciones arrojó luz sobre temas escondidos de la historia argentina, lo que le valió el exilio en Alemania durante la última dictadura militar.

Bayer accedió a la intimidad de este hecho real a partir de su amistad con los protagonistas, aunque decidió cambiar sus nombres y apelar a la ficción para narrar esta imposibilidad del amor cuando la historia familiar ha dejado secuelas de odio.

Los personajes de esta pasión son Rainer, un funcionario cultural de la ciudad de Berlín y crítico de cine, cada vez más atormentado porque su padre es el "perro sanguinario" Otto Sturm, y Minou, una joven nacida en Argentina cuya familia huyó del nazismo, que quiere filmar su primera película sobre sus orígenes judíos.

"Si bien el amor era muy grande, la tragedia lo derrotó. El era hijo de uno de los más nombrados verdugos de Auschwitz y ese pasado del padre enturbiaba demasiado ese amor. La colonia judía de Berlín le aconsejó a ella repetidas veces que no siguiera con esa relación", dijo Bayer en entrevista con la Agencia Alemana de Prensa (dpa).

"No lo podía relatar en el idioma científicamente histórico. Había que realmente penetrar en la intimidad de toda esta discusión y de todo este amor, para lo cual me tuve que servir de la literatura. Para poder captar toda la imaginación que tiene esa realidad", explicó el escritor, un comprometido defensor de los derechos humanos.

El amor entre ellos no lograba disipar los miedos heredados de Minou ni las obsesiones y vergenza de Rainer por ser hijo de un asesino. Interrogado acerca de si la pasión puede imponerse a estas sombras del pasado, Bayer sostuvo que para gente sensible es muy dificultoso. "Yo los vi, los oí, los escuché en su problemática y resulta muy, muy difícil. ¨Si tienen un hijo y sale con los rasgos del abuelo múltiple asesino, qué pasa? Iba a estar siempre presente la tragedia."

El autor expresó que le causó muchísimo dolor el final trágico de la historia, y se propuso escribirla "para que sirviera un poco de lugar de pensamiento sobre las complicaciones que pueden venir, como una especie de alerta a los verdugos mismos. No es cuestión de matar, de cometer crímenes de lesa humanidad y listo. Después vienen las consecuencias que muchas veces o casi siempre las pagan los hijos, en algunos casos los nietos".

"Siempre tuve por la novela y por el guión literario, no diría desprecio, pero me sentía superior en mi lenguaje de historiador. Pero una vez que comencé a utilizarlo es una cosa que me inundaba el cerebro, escribía de las cinco a las ocho de mañana sin parar. Gocé muchísimo, no tenía ninguna dificultad", contó.

Bayer, guionista de varias películas en Argentina como "La Patagonia Rebelde" y "La Maffia"; "Cuarentena, exilio y regreso", "Juan, como si nada hubiera pasado" en Alemania; "Plaza de Mayo" en Holanda y "Todo es ausencia" en España confesó que su sueño sería la filmación de la novela.

El escritor no cree que sus obras pierdan vigor o rigurosidad al ser transportadas a la pantalla grande. "Las cuido mucho, por ejemplo en 'La Patagonia Rebelde' exigí ser asesor histórico y autor del guión, yo no acepto que otro lo escriba. Por supuesto me he peleado muchísimo con muchos directores de cine, que son gente muy difícil."

"Tengo tantas películas hechas como peleas con directores, y proyectos que terminaron nada más que en el proyecto por mi tozudez de no aceptar variaciones, que son siempre tergiversaciones. Siempre la verdad tiene una imaginación increíble, y los directores tratan de meterle fantasías que tergiversan la realidad y la vuelven pequeña", aseveró.

En el libro también se exhibe, como en un espejo perverso, la repetición de esos crímenes durante la última dictadura militar argentina, con la desaparición de personas.

"Tal vez el sistema más cruel de la historia del mundo, porque el sistema nazi fue la industrialización de la muerte en los campos de concentración, el de la bomba atómica era el del rayo repentino que dejaban muertas a miles de personas en un instante, pero la desaparición de personas era tener entre sus manos al presunto enemigo, torturarlo con sus propias manos, hacerlo sufrir y luego terminar con él en la forma más infame".

Bayer indicó que tanto le ha atraído escribir "Rainer y Minou" que su próximo libro también será una novela. "Va a ser de la Argentina de los años sesenta, que yo los viví muchísimo. Pero siempre novelado, no la historia tal cual documentada", anticipó.

viernes, 27 de abril de 2001

EN SU REGRESO A BUENOS AIRES, SAER DEFENDIÓ LA POESÍA


Buenos Aires, 27 abr (dpa) - Juan José Saer, considerado uno de los más importantes escritores argentinos de la actualidad y que reside desde hace más de tres décadas en París, está dejando su impronta estos días en la 27 edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Además de convertirse en el primer escritor invitado a abrir una edición de la muestra, Saer participó anoche en un diálogo abierto con el público, durante el cual realzó a los poetas. "Muchos escritores escriben obras realmente valiosas y que en este tipo de sociedad tan mercantilista, tan superficial, pasan completamente desapercibidas. Es el caso de los poetas".

"Los poetas son los guardianes del idioma. Acá en Argentina todavía existe mucha poesía, en español en general existe mucho, pero en Francia no existe más. En todo caso existen los viejos poetas clásicos, pero la poesía no tiene existencia cultural en Francia", advirtió el ganador del Premio Nadal por su obra "La ocasión".

Desde su juventud Saer ha escrito poesía y destacado la importancia que adjudica a su ejercicio paralelo junto con la narración. "Yo no pensaba escribir relatos, yo quería escribir poesía. Los primeros años de mi adolescencia yo escribí toneladas de poemas", relató en el marco de una charla de tono intimista.

Saer también ahondó en sus personajes, su particular forma de narrar y su vasta obra, integrada por novelas como "Responso", "La vuelta completa", "Cicatrices" -recientemente llevada al cine-, "El entenado", "Nadie nada nunca" y "El limonero real", volúmenes de cuentos como "En la zona" y "Palo y hueso", poesía bajo el título paradojal de "El arte de narrar" y ensayos como "El río sin orillas".

El escritor recordó que en un primer cuento, cuando tendría unos doce años, narraba la historia de "un joven que esperaba una carta y no le llegaba". "El personaje se llamaba Marcos, después aparece en un cuento de 'En la zona', aparece en 'La vuelta completa', en 'Cicatrices'. Y si Dios quiere va a aparecer en mi próxima novela", señaló.

"Se habla mucho a propósito de mis libros de la reaparición de los personajes. Pero eso es sólo un aspecto, a mí me parece que lo que define mejor mis relatos es la extrema compresión en el tiempo y en el espacio", explicó el escritor nacido en Serodino, provincia de Santa Fe, que viajó a Francia en 1968 con una beca y se quedó allí.

"Me parece que el hecho de conocer a los personajes así como los vamos conociendo, por fragmentos, de manera no lineal, es como conocemos a casi todo el mundo, incluso a las personas más cercanas. Yo lo que busco es un poco más de realidad a través de esta forma fragmentaria de contar las historias", aseveró.

A la vez, apuntó, "hay personajes que toman caminos propios o una dimensión propia que yo no me esperaba".
Saer afirmó que en la labor del escritor deben estar presentes el trabajo y el talento. "No se excluyen y tampoco pueden prescindir uno del otro, están íntimamente ligados. Por supuesto que hay talentos extraordinarios a los cuales no les cuesta ningún trabajo, como por ejemplo (Fernando) Pessoa. Es más fácil que el talento prescinda del trabajo que que el trabajo prescinda del talento", remató.

"Cuando termino un libro a veces hay como una especie de náusea, es imposible volver a la escritura. Hay que esperar un tiempo; después sobre todo hay que tener razones para poder escribir, si uno no tiene razones no debe escribir", sostuvo.

Con más de una docena de libros publicados en Francia, su visita a Buenos Aires coincide con la reedición de su novela "La vuelta completa", tras haber presentado a fines del año pasado "Lugar", un libro de cuentos, y reeditado "El arte de narrar" con nuevos poemas.

La feria, que se extenderá hasta el 7 de mayo, no contará con la mexicana Angeles Mastretta, que canceló su visita, pero sí recibirá en los próximos días al maestro estadounidense de la ciencia ficción Ray Bradbury, a la chilena Marcela Serrano y la española Rosa Montero.

miércoles, 18 de abril de 2001

27 FERIA DEL LIBRO DE BS. AS. RECIBE A RAY BRADBURY Y ANGELES MASTRETTA


Buenos Aires, 18 abr (dpa) - La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se convertirá a partir de mañana en protagonista estelar de la agenda cultural porteña, cuando abra sus puertas para recibir la visita de destacados escritores.

Entre los autores que animarán la 27 edición del megaevento cultural hasta el 7 de mayo se encuentran el maestro estadounidense de la ciencia ficción Ray Bradbury, la narradora mexicana Angeles Mastretta, la escritora chilena Marcela Serrano y los españoles Fernando Savater y Rosa Montero.

La lista de figuras extranjeras se completa con el autor de ciencia ficción británico Brian Aldiss, el economista de Bangladesh Muhamad Yunus, los teóricos franceses Marc Augé (sociólogo) y Roger Chartier (historiador), el escritor y editor español Marcial Souto y la uruguaya Idea Vilariño.

La muestra, que convoca cada año a alrededor de un millón de personas, contará con la participación de 39 países y colectividades y más de 1.300 expositores en el predio de la Rural, en el barrio porteño de Palermo. Además, se realizarán alrededor de 800 actos culturales y un millón de libros aguardarán a los lectores.

El lema elegido este año para la feria, "El placer de la lectura", responde a que en tiempos como los actuales "es útil recordar que sólo con la introspección que requiere leer el hombre puede llegar a conocerse, reflexionar, aprender y disfrutar de las muchas vidas que contienen los libros", explica Hugo Levin, presidente de la Fundación El Libro, entidad que organiza el evento.

A propósito de este particular disfrute, Levin cita al narrador y ensayista francés Daniel Pennac: "El verbo leer no soporta el modo imperativo, aversión que comparte con otros verbos, como el verbo amar y el verbo soñar".

Entre las innovaciones que presenta este año la exposición se encuentra la gratuidad de la entrada de lunes a viernes, una buena noticia para los visitantes que en las horas "pico" atiborran las instalaciones en busca de novedades y ofertas.

En diferentes puntos del predio también habrá sorpresas como, por ejemplo, la instalación "Fuego de libros", realizada por Ariel Mlynarzewycs sobre una idea de Carlos Alonso, que recordará la quema de libros durante la dictadura militar, y la muestra de fotografías de Aldo Sessa "Sesiones y fantasmas", inspirada en un ensayo del célebre visitante Bradbury.

Por otra parte, el Salón Internacional del Libro Latinoamericano (SILAR) ya está sesionando desde el lunes hasta este jueves, en un encuentro que tiene como objetivo presentar los fondos completos de la mayoría de editores de Latinoamérica y propiciar reuniones con distribuidores y libreros de todo el mundo.

Además, cumpliendo con un ritual de la muestra, que no casualmente se titula "Del Autor al Lector", numerosos escritores -tanto los prácticamente ignotos, los consagrados en el ámbito local como los más conspicuos- se harán presentes en los diversos stands para firmar ejemplares a sus fieles seguidores.

sábado, 10 de febrero de 2001

CORTÁZAR: LA LIBERTAD LÚDICA Y EL COMPROMISO IDEOLÓGICO

Buenos Aires (dpa) - "Hay que luchar contra el idioma para que no imponga sus fórmulas y sus clichés, las frases hechas, todo lo que caracteriza tan bien a un mal escritor", sostenía Julio Cortázar.

El autor argentino afirmaba que el resultado de la confrontación del escritor con la palabra es una alegre batalla". El libró esa pelea de modo incansable, como un boxeador que cuenta con numerosos recursos pugilísticos para saberse invencible ante su "adversario", el lenguaje.

Julio Cortázar incluyó a lo largo de su obra lo que él denominó una "constante lúdica", que no se limita a un recurso narrativo, sino que se contrapone a la vida ordinaria, en busca de otras realidades diferentes de la cotidiana.

Enfrentado a lo que denominaba un falso lenguaje literario, el de la solemnidad y el acartonamiento, aspiraba a un lenguaje que tuviera la misma espontaneidad que el rico estilo oral.

La asombrosa novela "Rayuela" (1963), que es "muchos libros, pero sobre todo es dos libros", ofrece al lector un papel pasivo, con una lectura lineal, o bien convertirse en cómplice, saltando de un capítulo a otro y rechazando el orden cerrado de la novela tradicional.

En el capítulo 68 se encuentra un texto escrito íntegramente en gíglico, idioma inventado por los protagonistas de la novela, Horacio Oliveira y La Maga: "!Evohé! !Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos".

"Historias de cronopios y de famas" (1962) presenta un mundo fantástico habitado por "famas", ordenados, cautelosos y solemnes, y "cronopios", alegres, desordenados y poco afectos a las convenciones.

También describe con franca comicidad el mundo de lo normal conviviendo con una extrañeza inexplicable, como en los cuentos "Instrucciones para subir una escalera", "Pérdida y recuperación del pelo" e "Instrucciones para llorar".

Cortázar, que vivía en París desde 1951 tras abandonar la Argentina debido a sus diferencias con el peronismo, quedó fuertemente impactado por una visita a Cuba poco después de la Revolución.

Allí nació su preocupación política, que marcaría también su literatura. El tema fantástico, por lo fantástico mismo, dejó de interesarle.

"De mi país se alejó un escritor para quien la realidad debía culminar en un libro. En París nació un un hombre para quien los libros deberán culminar en la realidad", decía con su voz profunda de "eres" afrancesadas y acompañado por el gesticular de sus expresivas manos.

En el cuento llamado "Reunión", del libro "Todos los fuegos el fuego" (1966), Cortázar narra el impulso revolucionario que llevó a los "barbudos" al triunfo.

Desde entonces, Cortázar se propuso seguir viviendo en su plena libertad lúdica, pero con la adopción de un compromiso ideológico y político, que implicaba abandonar la torre de marfil de la "literatura pura".

Cuando se produjo la muerte de Ernesto Guevara, escribió un sentido poema, titulado "Che": "Yo tuve un hermano/No nos vimos nunca/pero no importaba./Yo tuve un hermano/que iba por los montes/mientras yo dormía."

Años más tarde, viajó varias veces a Nicaragua para apoyar la revolución sandinista. Donó los derechos de "Los autonautas de la cosmopista" (1983), escrito en colaboración con su mujer Carol Dunlop, al sandinismo nicaragüense.

Cortázar -quien estaba convencido de que el azar hacía mejor las cosas que la lógica- "jugaba en serio", según afirmaba el escritor chileno Volodia Teitelboim. "El juego que descubre la verdad en el fraude de los nombres, de los lugares comunes, de la historia que le contaron en la escuela, de la superficie que vivimos y aprendemos".

El autor de "Rayuela" murió el 12 de febrero de 1984 en París, la metrópoli que tanto le gustó recorrer durante más de tres décadas. Sólo dos meses antes había caminado por última vez por las calles de Buenos Aires, ciudad que decía llevar puesta como otros llevan los zapatos", pese a su larga ausencia.