Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 27 de abril de 2006

ENTREVISTA: UN FUGUET CINEASTA QUE NO ERA "UN ESCRITOR TAN FELIZ"




"Nunca quise ser escritor, me convertí en uno. En cambio siempre quise ser director de cine, desde mucho antes", admitió el chileno Alberto Fuguet a su paso por el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI), donde también adelantó detalles de su próximo film, "Perdido".

El autor de "Tinta Roja" y "Mala Onda" estuvo en el BAFICI como jurado y asimismo presentó su primer largometraje, "Se arrienda". "Sin duda yo no me sentía un escritor tan, tan feliz, porque no luché por ser escritor, como que me llegó. Siento en cambio que como director he tenido que luchar, o al menos esperar", declaró en entrevista con dpa.


Fuguet logró resonancia coeditando la antología de jóvenes autores "McOndo" en 1996, que tomaba abrupta distancia del realismo mágico, y es considerado entre los autores más emblemáticos de la nueva narrativa latinoamericana, interesada en la cultura de masas. El cine ya estuvo presente por ejemplo en su última novela, "Las películas de mi vida", a la vez que tituló "Cortos" un volumen de cuentos.


Y la demorada decisión de ocupar la silla de director se vio impulsada justamente cuando visitó unos años atrás el BAFICI. "Vi un par de películas que me parecieron muy simples y me tocaron mucho, de gente mucho menor que yo, y dije basta. Tengo que aprovechar los contactos que tengo".


El autor que se crió en Estados Unidos y vive en Santiago relató que la génesis real de "Se arrienda" tuvo que ver con su propia frustración.


"La película es sobre cómo se adaptan los sueños con la realidad, qué pasa cuando uno se convierte no en lo que uno quiere ser sino en lo que uno se convirtió. Que casi todo el mundo se transforma en lo segundo, no exactamente en lo que quiso ser. Y hay una cierta edad en que uno tiene que decir 'bueno, yo ya no fui lo que quería ser, sino soy lo que soy'".

"Por suerte yo lo logré, y ahora siento que soy director de cine", manifestó risueño. "Para mí el triunfo fue hacerla, y que quedara bien", apuntó respecto de la cinta protagonizada por Luciano Cruz- Coke, en la piel del frustrado compositor Gastón Fernández, que se convirtió en un éxito de público en su país.

El trazado de paralelismos con la literatura resulta prácticamente inevitable. "En un libro de alguna manera tienes todo el dinero del mundo, es gratis, tienes todas las palabras del mundo para usar; en el cine tú tienes sólo cuatro o cinco semanas para rodar", ejemplificó. 



"Eso me gustó del cine, me pareció que era mucho más intenso. Por ejemplo perdí diez kilos, nunca los he vuelto a recuperar".


Fuguet, nacido en 1964, tiene pensado continuar tendiendo puentes entre literatura y séptimo arte. "De hecho ahora estoy haciendo un libro y una película que son muy distintos, pero se van a llamar igual. La película se va a llamar 'Perdido' y el libro 'Extraviado' o 'Missing'. Son historias totalmente distintas, pero vienen de la misma base".

"Me di cuenta que estaba muy interesado en el tema de perderse, de gente que se pierde, de perderse uno en la vida. Las dos tienen que ver con historias reales, pero una es mucho más real, porque es una historia familiar de un tío mío que nunca más se supo de él", la que plasmará en el papel. La otra, que Fuguet planea filmar en marzo, se basa en el libro "El empapado Riquelme", de Francisco Mouat. "Lo leí y quedé muy impactado", dijo.

Consultado acerca de qué le atrae de los personajes perdidos, el escritor, cuya infancia transcurrió en California, reflexionó: "Creo que en una época estuve perdido también. No tener un idioma, no tener una raíz, no sentirte parte de. Me doy cuenta además que yo no soy el único, la mayoría de la gente está perdida".

En cuanto a su participación en la octava edición del BAFICI, entre el 11 y el 23 de abril, Fuguet consideró "loco" haber estado hace pocos años como crítico y luego como cineasta y jurado de la competencia argentina. "Es una buena responsabilidad, es agradable, pero también es agotador, porque te pierdes el lado lúdico", opinó.

Fuguet se manifestó admirador de los cineastas argentinos Lucrecia Martel, Pablo Trapero, Ezequiel Acuña y el también escritor Martín Rejtman, entre otros. En cuanto a las películas de esta generación de realizadores, destacó que "son hechas por gente que le gusta el cine, que ya no están haciendo cine político para quedar bien, toman riesgo económico".

A su vez, Fuguet subrayó que en Chile "están ocurriendo muchísimas cosas muy rápidamente, y principalmente, más que decir si es bueno o malo, es bien diverso, se están estrenando muchísimas películas. Pero lo que más me importa a mí es que la gente las está yendo a ver", algo que antes no sucedía.

El autor elegido en 2002 para la portada de la revista "Newsweek" bajo el título "Latin Literature's New Look", expresó: "Yo no sé si McOndo existe o no, pero efectivamente los nuevos escritores jóvenes, que ya no somos tan jóvenes, todos ellos fuimos criados por el cine y algunos de nosotros hacemos películas ahora. Pero a ningún escritor nuevo latinoamericano el cine le es ajeno".

"La literatura ya no es tan famosa como antes", aseveró. "La idea del 'boom' nunca va a volver a ocurrir. Muchísimos libros salen publicados y ahora nadie se entera. Pero se está escribiendo distinto, sin duda", apuntó. "Un escritor como Roberto Bolaño o mismo Rodrigo Fresán están siendo respetados y leídos afuera y no están entregando el mensaje del realismo mágico", añadió.

jueves, 20 de abril de 2006

"PALABRA VIVA" RECUPERA VOCES NO SILENCIADAS DE AUTORES DESAPARECIDOS

   Buenos Aires (dpa) - "Palabra viva", la primera antología de escritores desaparecidos durante la última dictadura militar en Argentina, recupera con espíritu de exhaustividad las vidas y voces de más de un centenar de autores en biografías y textos.

   "Creemos que hemos hecho un homenaje realmente importante a los desaparecidos, y a la vez una herramienta de lucha y de toma de conciencia política", apuntó Víctor Redondo, presidente de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA). Fruto de casi tres años de investigación, este testimonio de 260 páginas publicado por la SEA se presentará oficialmente en un acto en la 31 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

   "Cada vez que se nombraba a escritores desaparecidos se nombraba a los cuatro o cinco que, con justo motivo, y con gran talento por cierto, habían ya desarrollado una actividad literaria pública, respetada, que tenían lectores... como pueden ser Rodolfo Walsh, Haroldo Conti, Miguel Angel Bustos, Jorge Santoro", expresó Redondo a dpa.

   Pero más allá de estos nombres y otros como los de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Urondo, asimismo hubo desaparecidos con una actividad literaria relativamente extensa y que no fueron conocidos. Y varios, en los comienzos, que vieron truncado el desarrollo de su talento literario. Redondo señaló que
las edades de los 103 escritores de la recopilación oscilan entre los 17 y los 63 años, "aunque el promedio debe estar por debajo de los 30".

   "El escritor en aquellos años había entrado en la vorágine política que se vivía y estaba más cerca de la lucha política que ahora, al menos de la lucha política revolucionaria. La intelectualidad se veía naturalmente arrastrada a acompañar ese movimiento revolucionario; hoy en día el intelectual está mucho más individualista, mucho más temeroso, más escondido", opinó Redondo.

   Cuando se formó la SEA en 2001 uno de los primeros objetivos, "una cuestión de honor", fue saber a ciencia cierta cuántos y quiénes eran los escritores desaparecidos. Pero habían transcurrido ya muchos años desde que la dictadura más cruenta de la historia argentina (1976-1983) instaurara una política de secuestros, torturas y asesinatos. Según estimaciones de organismos de derechos humanos, dejó unos 30.000 desaparecidos.

   "Justamente formamos esta nueva organización de escritores porque la que existía no existe en realidad, que es la llamada Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Es una organización que sólo se ocupa de su vida interna, de rendirse homenajes y de tonterías, pero que de las verdaderas necesidades de los escritores nunca se ocupó", afirmó Redondo.

   "Nos enteramos de que varios de los miembros de comisiones directivas del período de la dictadura habían recibido pensiones graciables de por vida de parte de los militares", señaló el poeta y editor. "Quiere decir que de parte de la SADE hubo una complicidad, al menos en el terreno del silencio, muy grande con respecto a la dictadura".

   La SEA presentó en un acto en marzo de 2002 una primera lista con unos 50 nombres de escritores desaparecidos, y luego una comisión inició la búsqueda de sus textos. En esa labor prácticamente detectivesca surgieron más nombres, hasta llegar a los 103 del libro.

   "Palabra viva" logró reunir textos de 71 autores (en algunos casos resultado de una selección, en otros el único que se obtuvo), y de 32 publica solamente la biografía con las circunstancias de su desaparición. Ya con el libro en imprenta, se supo de otros tres escritores desaparecidos, con lo que la cifra subió a 106, y se hallaron textos de dos autores. "Eso quedará para la segunda edición", anticipó Redondo.

   El presidente de la SEA definió al libro como una recopilación: "No elegimos a quiénes poner, aquí pusimos a todos lo que pudimos encontrar. No buscamos a los mejores, buscamos a todos, porque como asesinados todos tienen el mismo valor. Porque además no los asesinaron por ser escritores, obviamente, sino por ser militantes sociales, políticos".

   En "Palabra viva" se despliegan mayormente poemas, pero también cuentos, fragmentos de ensayos, entrevistas y artículos periodísticos. Redondo explicó la predominancia de la poesía indicando que "a la mayoría los mataron muy jóvenes, y lo primero que escribe el joven es poesía".

   En el caso de Walsh, se incluye una carta en la que cuenta cómo asesinaron a su hija Victoria, y en el del cineasta Raymundo Gleyzer, una entrevista. En las páginas dedicadas a Conti se leerá una carta en la que anticipa en enero de 1976 el golpe militar de marzo y las desapariciones de personas.

   Redondo sostiene que la riqueza del libro radica en la mezcla de textos con las biografías, "realmente desgarradoras". "Ese juego entre la realidad brutal a que se vieron sometidos y la belleza, en muchos casos el candor de inocencia, ese choque, transforma este libro no sólo en una muestra literaria que no pudo desarrollarse, sino en una radiografía absolutamente fiel y concreta de lo que fue la crueldad con que fue destrozada esa gente".

   La edición de 5.000 ejemplares fue facilitada por un acuerdo con la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, que compró 2.000 ejemplares para todas las bibliotecas populares del país. La tapa de "Palabra viva" cuenta con una obra de Franco Venturi, el primer artista plástico desaparecido y que perteneció al grupo Espartaco, un movimiento de arte político argentino.

   Los escritores desaparecidos "nos dejaron una palabra de gente que vivía la vida intensamente y que junto a su lucha revolucionaria tenían vivos y a flor de piel un montón de sentimientos que los hacían muchísimo más humanos que el común de los mortales. Porque casi en todos los textos hay amor, solidaridad, está presente el otro", destacó Redondo.

   El presidente de la SEA se mostró esperanzado de que "Palabra viva" tenga gran difusión por América Latina, y que la iniciativa se extienda a otros países. "Lo que buscamos es que el libro sea una herramienta de lucha para que estas cosas no se vuelvan a repetir jamás", aseveró.

miércoles, 19 de abril de 2006

TOMÁS ELOY MARTÍNEZ, O LA CONSTRUCCIÓN DE "UNA POÉTICA DE LA DUDA"


Buenos Aires, 19 abr (dpa) - El escritor argentino Tomás Eloy Martínez, quien inaugurará mañana la 32 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, afirmó hoy haber descubierto que fue "construyendo una poética de la incertidumbre, una poética de la duda".

Respecto de la antología "La otra realidad", que se publica estos días con fragmentos de sus novelas, notas periodísticas, relatos, textos inéditos y críticas literarias con selección de la brasileña Cristine Mattos, sostuvo que le ha sido muy provechoso ver ese texto, en el cual aseguró no tuvo "prácticamente intervención".

"Lo que yo no había visto y esta mujer ha descubierto para mí y fue muy útil es que yo fui construyendo una poética de la incertidumbre, una poética de la duda. Inadvertidamente hice honor a mi nombre, que es Tomás, que es 'el que duda'", aseveró hoy en una charla distendida con periodistas.

Esta realidad puesta en duda implica "la indagación sobre los bordes, entre ficción y realidad, sobre qué bordes estamos caminando. La búsqueda de mi borde es en qué momento nos perdemos entre la ficción y la realidad, cuándo estamos situados de un lado o del otro", explicó el ganador del Premio Alfaguara en 2002 por "El vuelo de la reina", nacido en la norteña provincia de Tucumán en 1934.

"Yo tengo un modo de salvaguardarme, que es cuando miento, y miento a conciencia, y sucede a menudo, le pongo 'novela' a mis textos, o 'cuento' o 'ficción', y determino muy claramente el género. Cuando escribo periodismo nunca miento, y tomo mucho cuidado en eso", afirmó Tomás Eloy Martínez. La justicia rechazó recientemente una demanda por daños y perjuicios en su contra iniciada por el ex gobernador de facto de Tucumán Antonio Domingo Bussi, a raíz de un artículo suyo.

Autor de dos clásicos de la literatura argentina, "La novela de Perón" (1985) y "Santa Evita" (1995), sostuvo que "La mano del amo" (1991), probablemente la novela que más quiere y que recientemente fue reeditada, constituyó una "bisagra" entre ambos.

A la hora de detallar sus proyectos, adelantó que actualmente está en proceso de escribir dos libros, el primero de ellos una novela llamada "Purgatorio". "No viví ni un solo día de la dictadura militar en Argentina. Entonces, como no lo viví, quiero vivirlo a través de la escritura", explicó. Su segundo libro, en tanto, formará parte de una serie sobre diferentes mitos, para la cual eligió el del Olimpo.

El escritor reiteró que trabaja en Estados Unidos y vive en Argentina, donde inaugurará mañana la feria que se desarrollará hasta el 8 de mayo bajo el lema "Los libros hacen historia".

"Los Estados Unidos me han ofrecido una posibilidad que creo que es muy inusual. Mi universidad me ha nombrado escritor residente, por lo tanto mi única obligación es: enseño cuando quiero, atiendo a los estudiantes todo lo que puedo, pero me pagan por escribir lo que sea, novelas, ensayos. No tengo que escribir textos académicos, ni siquiera estoy obligado a eso", destacó.

Sin embargo, el director del Programa de Estudios Latinoamericanos en la Rutgers University de Nueva Jersey manifestó que vivir actualmente en Estados Unidos "no es envidiable".

"La vida durante la época de (Bill) Clinton diría que era casi paradisíaca comparada con esta época de mentiras y de ofensas al sentido común que es la época de (George W.) Bush, es una época belicosa (...) para mantener en alto el prestigio de un régimen que se descascara por las mentiras evidentes que cada día se descubren. Entonces es muy desagradable vivir ahora en los Estados Unidos".

En este sentido, relató que su amigo Paul Auster también se siente muy "descorazonado" y le manifestó estar "con ganas" de exiliarse en Francia. "No hay miras de que esto mejore, por lo contrario, hay una escalada bélica que va en dirección a Irán en este momento", opinó el finalista en 2005 del Man Booker International Prize.

En cuanto al mapa político latinoamericano actual, sostuvo: "En verdad no nos ven, y cuando nos ven, ven el compromiso de orden comercial. Por ejemplo Venezuela les preocupa porque los Estados Unidos son altamente dependientes del petróleo venezolano. La clase media, la clase corriente, ve a América Latina como una enorme masa absolutamente homogénea (...) somos todos los mismo, somos todos hispanos".

A su vez, identificó como "el gran problema" de este momento el alzamiento de los inmigrantes en Estados Unidos. "Es un movimiento de una fuerza que está por fin tomando conciencia de su situación de unidad y de poder. Pero no creo que América Latina pueda despertar interés, a menos que entrañe alguna forma de peligro".

Tomás Eloy Martínez apuntó en este contexto que los autores latinoamericanos en los mercados internacionales, sobre todo el europeo y estadounidense, tienen "una fortuna muy despareja". "'Santa Evita' fue un fenómeno absolutamente inusual en los Estados Unidos, vendió 75.000 ejemplares, pero fue un hecho único", apuntó.

Especificó que "sólo el cinco por ciento de los libros que se publican en Estados Unidos son traducciones en las editoriales comerciales. Y de ese cinco por ciento sólo el tres por ciento tiene reseñas en los diarios".

Lamentó que "en Buenos Aires casi ha desaparecido la crítica, se escriben más bien entrevistas, se escribe muy poca crítica literaria, de modo que la crítica es de poca ayuda para los autores. Por lo tanto depende de las leyes del mercado".

Mercado que en estos días se despliega en la Feria del Libro de Buenos Aires, con más de 1.400 expositores de 35 países, así como con las visitas destacadas de autores como los españoles Arturo Pérez- Reverte, Enrique Vila-Matas y Rosa Montero, y la mexicana Laura Esquivel.

lunes, 17 de abril de 2006

FERIA DEL LIBRO DE BUENOS AIRES TENDRÁ UN FUERTE SELLO IBEROAMERICANO

Buenos Aires, 17 abr (dpa) - Los españoles Arturo Pérez-Reverte, Enrique Vila-Matas y Rosa Montero así como la mexicana Laura Esquivel serán algunos de los protagonistas de la 32 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el gigantesco escaparate literario que abrirá sus puertas al público el próximo jueves 20.


Otros escritores que asimismo intervendrán en la nueva edición del megaevento cultural y editorial hasta el 8 de mayo serán el británico Hanif Kureishi, la estadounidense Siri Hustvedt y el argentino residente en Estados Unidos Tomás Eloy Martínez.

La muestra, que convoca cada año a más de un millón de personas, contará con la participación de 35 países (entre ellos Brasil, Chile, Cuba, El Salvador, España, México, Panamá y Paraguay) y más de 1.400 expositores que se acomodarán en 36.500 metros cuadrados en el predio de la Rural, en el moderno y concurrido barrio porteño de Palermo.

El lema de este año, "Los libros hacen historia", responde a que "los libros en sí tienen y hacen historia. Es decir, reflejan un pasado y diseñan un porvenir", según Carlos Alberto Pazos, presidente de la Fundación El Libro, entidad que organiza el evento con más de 1.100 actos programados.

Entre las novedades de 2006 se cuentan dos stands, "uno que se llama Zona de Poesía, donde hemos invitado a participar en forma gratuita a editoriales o autores que publican sus propios libros de poesía y que no tienen cabida en el mercado comercial, y otro dedicado a las revistas culturales, que tampoco pueden estar presentes en la feria por sus propios medios", explicó a dpa Marta Díaz, directora de ferias de la Fundación El Libro.

Los poetas tendrán además otro nuevo espacio de encuentro, ya que se celebrará la primera edición del Festival Internacional de Poesía del 3 al 6 de mayo, al que asistirán entre otros el colombiano Héctor Hernán Zapata Londoño, la cubana Nancy Morejón y el uruguayo Alvaro Ojeda.

Asimismo este año sendas videoconferencias permitirán la participación virtual del estadounidense Ray Bradbury y la mexicana Elena Poniatowska en la feria, que en su inauguración oficial contará con Tomás Eloy Martínez.

Marta Díaz apuntó que a nivel latinoamericano esta feria "no solamente es la más grande en superficie, es la más grande comparativamente con la cantidad de público que accede. Porque hay que ver que si bien la Feria de San Pablo tiene mayor cantidad de público, tiene mayor cantidad de habitantes que viven en esa ciudad y en sus alrededores".

Por otra parte, no faltará en la muestra una evocación a Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, autores emblemáticos de la literatura argentina. El 23 de abril, Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, se celebrará una maratón de lectura dedicada a textos del autor de "El Aleph", con participación de su viuda María Kodama.

A la vez, se presentará un proyecto de índole multidisciplinaria llamado "Cortázar ­ El otro juego", que aborda los textos del autor de "Rayuela" desde distintas miradas. También habrá un panel destinado a homenajear al escritor Juan José Saer, fallecido el año pasado en París.

Y días antes de que la Feria abra al público, sesionan desde hoy actividades especiales como las 22 Jornadas de Profesionales del Libro, hasta el 20 de abril, y las 16 Jornadas Internacionales de Educación, hasta el 19. También se desarrollará el 9 Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro, del 21 al 23, y el 11 Encuentro Internacional de Narración Oral, del 28 al 30.

"La feria tiene éxito porque es un lugar de encuentro. Para el que es lector habitual, es una gran librería donde evidentemente puede hallar cosas que no encuentra habitualmente. Y en cuanto al que no lo es (...) es el lugar donde se desarrolla una intensa actividad cultural", apuntó Marta Díaz.

viernes, 7 de abril de 2006

"LA GULA DEL PICAFLOR", CUANDO LA SEDUCCIÓN CRISTALIZA EN NOVELA


Buenos Aires, 4 jul (dpa) - El escritor boliviano Juan Claudio Lechín, hijo del legendario sindicalista Juan Lechín Oquendo, concibió la excéntrica idea de organizar un congreso de seductores. Y la fantasía, en lugar de volverse realidad, se hizo ficción en "La gula del picaflor", Premio Nacional de Novela de Bolivia y finalista del Rómulo Gallegos.

"Yo quería hacer el congreso en verdad. Decían que mi papá había sido un gran seductor de joven y ya estaba muy viejito. Yo quería invitar a amigos, que son espléndidos narrando historias de seducción, a un congreso donde mi papá fuera el presidente", recordó Lechín, de paso por Buenos Aires para el lanzamiento de su novela, recientemente publicada en Argentina por editorial Alfaguara.

El libro enhebra las narraciones de siete seductores que se dan cita en este congreso secreto en La Paz y que hacen gala de las más diferentes técnicas en el arte de la conquista. Sus historias, protagonizadas por hombres y mujeres de diferentes edades y clases sociales, combinan intriga, cinismo, picardía y erotismo.

El personaje de Don Juan, inspirado en su padre, no sólo preside las sesiones, sino que es el encargado de conectar las historias de seducción mientras pelea, con todas sus limitaciones, por una conquista. A sabiendas de que su hijo lo convertiría en un personaje de ficción, se reía y le decía: "Si te contara la mitad tendrías para veinte novelas, no para una". Juan Lechín Oquendo murió en 2001, mientras el libro iba tomando forma.

Lechín explicó por qué eligió retratar a su padre anciano en la ficción: "Si era una historia más (de seducción)... podía ser inferior o superior a las demás historias, pero no cumplía la función de hilvanante". "El, sin cuerpo y sin memoria, sigue siendo un hombre apasionado, que es lo que me parece que de verdad lo define", indicó.

De todas maneras, relató Lechín, ya había "exorcizado" a su padre al escribir su biografía sobre registros magnetofónicos, una tarea que describió como "muy extenuante". "El haber escrito su biografía épica me permite describirlo sin culpa en el momento más duro de su vida, que fue su vejez", expresó el también dramaturgo y ensayista.

Lechín señaló que la novela recibió críticas por la ausencia de la voz de la mujer. "Pero no podemos dejar de inferir que ahí está este universo femenino", afirmó a dpa el escritor nacido en Cochabamba en 1956, que publicó anteriormente la novela "El festejo del deseo" (1993) y la obra teatral "Fernando, el caótico" (1998).

"Un poco corresponde al universo femenino histórico, donde la mujer habla en la trastienda, en el susurro. Paulatinamente en la modernidad ya no, ya no sucede eso, pero históricamente la voz de la mujer es una voz escondida. Y por eso al final pongo un personaje femenino que habla de frente", añadió.

Lechín contó que le conmovió inmensamente recibir el Premio Nacional de Novela 2003 en su país y ser finalista de la última edición del Rómulo Gallegos. "Fue como una ratificación de que había tomado una buena decisión" al retornar a la literatura, ya que pese a escribir desde los 16 años, se había desligado por un tiempo de las letras. "Estudié economía porque íbamos a hacer la revolución, fui político porque la revolución estaba a la puerta. Tuve que ser empresario para mantener una familia".

El riesgo de escribir una novela de siete seductores era que todos se parecieran entre sí. "Gracias a la dramaturgia que aprendí en el teatro y en el cine había que encontrar elementos cordales que diferenciaran a cada uno, antes de las voces. Cada uno en la base de la construcción de cada historia tiene un arquetipo distinto".

A la vez, manifestó que "las voces son distintas porque, como en un buen congreso boliviano, tiene que haber representación por departamento, por provincia. Tengo una facilidad para trocar de acento", apuntó el escritor que vivió en Lima, Caracas y Boston. Lechín viajará más adelante entre otros a España, donde "La gula del picaflor" se publicará próximamente.

Lechín consideró que la figura del seductor solamente se da en presencia de la prohibición. "Si no hay prohibición, hay seducción pero no hay seductor. El seductor solamente se produce cuando hay una prohibición religiosa con la pareja, una prohibición de edades, de clases sociales, de razas".

"En toda la novela siempre existe un elemento de prohibición de edades, de razas, de prejuicios, que hacen que el seductor actúe con ese poder, con ese grado de cinismo, porque no solamente tiene que seducir a la mujer, sino que tiene que convencerla de que esas prohibiciones deben caer, de que se rinda", dijo.

El escritor admitió que el seductor no siempre tiene éxito. "Yo diría que la tasa para los tamaños esfuerzos que pone el seductor en conquistar a las mujeres, el rendimiento, es más bien bajo". Y apuntó con picardía: "Lo que pasa que en un congreso de seductores uno no va a contar la historia de sus múltiples fracasos, sino va a contar la historia de sus éxitos".