Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

lunes, 28 de febrero de 2005

ENTREVISTA / MONTES Y WOLF GANAN PREMIO ALFAGUARA CON "EL TURNO DEL ESCRIBA"

Buenos Aires, 28 feb (dpa) - "El turno del escriba", de Graciela Montes y Ema Wolf, que se alzó hoy con el VIII Premio Internacional de Novela Alfaguara, narra el encuentro entre Marco Polo y su escriba, "entre el que viajó y el que escribe", en la pluma de dos escritoras argentinas consagradas previamente en el mundo de la literatura infantil.

"En principio era el viaje de Marco Polo, y sólo a medida que empezamos a investigar y a leer vimos lo importante que era la figura del escriba, de Rusticello de Pisa, que en realidad termina siendo el dueño del libro en última instancia", apuntó Montes en diálogo telefónico con dpa.

Por su parte, Wolf indicó que trabajaron sobre una hipótesis histórica. "Rusticello de Pisa era un escriba que estaba preso en la ciudad de Génova desde hacía 14 años, después de la batalla de Meloria, en que Génova derrotó a Pisa, y durante muchos años Génova estaba llena de miles de prisioneros pisanos".

"Rusticello coincide con Marco Polo cuando éste es hecho prisionero a partir de una derrota que sufrió Venecia a manos de los genoveses en la batalla de Curzola. Entonces coinciden los dos presos políticos durante nueve meses en la cárcel de Génova, ahí es donde se produce la escritura de la novela", señaló.

"Nosotros imaginamos una situación clandestina, quizás no fue clandestina, quizás tenían permiso para que uno escribiera y el otro contara, pero era más interesante construirlo como clandestino", apuntó.

El proyecto nació "un poco casualmente, como las buenas ideas, estando juntas tomando una cerveza en un bar que en aquel momento se llamaba Marco Polo en el barrio (porteño) de Belgrano, y hablando de Marco Polo a propósito del nombre del bar y de cuánto nos había gustado el libro a las dos, y entonces surgió la idea de embarcarnos en esto como una aventura", afirmó Montes.

Las dos autoras, cuyos nombres se cuentan entre los principales de la literatura infantil argentina, concibieron esta vez una novela que apunta principalmente a los adultos. "Es una escritura bastante exigente y también de algún modo requiere un contexto, un universo de significaciones bastante amplio, que en general un niño no tiene todavía, pero habrá jóvenes muy buenos lectores que podrán leerla", precisó Montes.

La escritora señaló que a uno lo marca su historia. "Y nuestra historia está vinculada con los libros para chicos, tenemos una gimnasia, un esgrima, una recorrida en un cierto género, en el que contar es muy importante, y no se puede dejar de contar. Y da cierta confianza el poder contar, una cierta economía, un no engolosinarse demasiado con las propias destrezas o con las vanidades, porque cuando los relatos son para chicos son bastante severos en última instancia".

Al ser consultada acerca de si este galardón podía ser interpretado por extensión como un reconocimiento a la literatura infantil, Montes sostuvo: "Ojalá sirva para que se mire con menos prejuicio o más desestructuradamente una literatura muy interesante, que es la literatura para los niños".

Wolf, quien incursionó en la ficción para adultos sólo con algunos cuentos y también se desempeñó como redactora y columnista en medios periodísticos, apuntó: "Yo creo que en todos los casos siempre se trata de contar una historia, que puede ser más sencilla o más compleja, y eso va a determinar los elementos, los ingredientes que vas a usar para narrarlos. Acá estábamos contando una historia en el Medioevo, son nueve meses entre 1298 y 1299".

Montes y Wolf no habían trabajado nunca juntas en un proyecto similar, aunque sí habían coincidido por ejemplo en planes de lectura y la revista "La Mancha". "Tenemos una ligazón de escritoras y lectoras grande, de mucho tiempo", sintetizó Montes.

"Cada una en algún momento tenía la historia en la mano y tenía que empujarla hacia adelante, todo volvía a las manos de las dos, y siempre era vuelto a recorrer, siempre se le hincaba el diente en lo que el otro traía tanto como en lo propio. Hubo un ida y vuelta, un hacer y rehacer de mucha filigrana", indicó.

Wolf contó que para la extensa investigación histórica que realizaron contaron con el aporte de estudiosos de Italia, gente de Pisa y de Génova y la ayuda de instituciones italianas en Argentina, entre otros. "El material que alcanzamos a usar es un veinte, veinticinco por ciento de todo el que reunimos sobre la época, que fue la parte más hermosa realmente", señaló.

El galardón que obtuvieron, uno de los más importantes del ámbito de habla hispana, fue "inesperado totalmente", reveló Wolf. "La última corrección la terminamos a mediados de diciembre, y cerraba casualmente el concurso de Alfaguara", al que finalmente se presentaron 649 novelas.

"Estamos un poco abrumadas, nos enteramos hoy a las nueve y media de la mañana, cada una estaba en su casa desayunando, y empezaron a llamar desde España y balbuceábamos", admitió.

Ahora las ganadoras tendrán la oportunidad de publicar su novela en España y América Latina, lo que asimismo les implicará una agenda ajetreada. "Siguen meses bastante movidos en cuanto a la promoción en todo el área de la lengua española, pasado ese período después volverá todo a la normalidad", estimó Wolf.

"Sabemos que es una historia interesante, atractiva, de un momento histórico muy rico, estas postrimerías de la Edad Media. Pero nuestra principal apuesta fue a la escritura, a cómo la literatura y la conjetura literaria van cubriendo los vacíos, aunque haya un enorme conocimiento, un bagaje de historias", aseveró Montes.