Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 29 de abril de 2010

ENTREVISTA / EL PASADO DE ESPAÑA, LA OBSESIÓN DE ALMUDENA GRANDES

Buenos Aires, 29 abr (dpa) ­ - La española Almudena Grandes anda por Buenos Aires con un ambicioso proyecto literario bajo el brazo, nuevamente vinculado con la historia reciente de su país, y pocos días antes de cumplir los cincuenta años asegura sentirse mejor que nunca como narradora.

Almudena Grandes, una de las invitadas centrales a la 36 Feria Internacional del Libro que culmina el 10 de mayo en la capital argentina, revela que publicará una serie de seis novelas, y la primera de ellas, "Inés y la alegría", se editará en septiembre próximo.

Serán "como unos episodios nacionales del siglo XX, de la posguerra y de la dictadura, siguiendo el modelo de (Benito Pérez) Galdós, con historias de ficción que pasan en momentos históricos reales, con personajes de ficción, pero historias en las que intervienen los personajes reales, interactuando con los de ficción", anticipa a dpa. "Y estoy muy contenta, porque tengo trabajo hasta 2016 o 2017", acota con humor.

"Inés y la alegría" (Tusquets) transcurre durante la invasión del Valle de Arán en 1944. "Es la historia de una mujer republicana que cuando se entera de que se ha producido la invasión roba un caballo y se va con los guerrilleros con cinco kilos de rosquillas y tres mil pesetas", cuenta la autora que se dio a conocer a los 29 años con su primera novela, "Las edades de Lulú", XI Premio La Sonrisa Vertical.

Su próximo libro tiene dos niveles, explica. "Tiene el nivel del poder, los centros donde se tomaban las decisiones, que es la primera vez que meto no ficción en una novela, y luego está la historia de los peones, de la gente que hizo el trabajo, que esa es la historia de ficción".

Almudena Grandes cultiva una posición política progresista y de izquierda y no titubea al explicar su obsesión por la memoria: "Yo creo que por un lado hay un factor personal, que tiene que ver con que los españoles de mi generación realmente hemos tenido que aprender todo esto por nuestra cuenta porque nadie nos lo ha enseñado. La versión oficial de la historia de España del siglo XX es muy incompleta y muy ambigua".

"Y hay otra cosa que tiene que ver más con la literatura, y es que yo descubrí que si haces el esfuerzo por ponerte de puntillas y mirar sólo dos centímetros por encima de la versión oficial, lo que hay detrás es un filón tan extraordinario para un narrador, hay una cantidad tan descomunal de historias, de personajes, de situaciones desmesuradas y desconocidas, que es muy difícil resistirse", señala la escritora nacida en Madrid el 7 de mayo de 1960.

Asimismo opina que se ha escrito mucho sobre la Guerra Civil española y "que nunca se escribirá demasiado, porque es un tema sobre el que se podrá seguir escribiendo eternamente". Sin embargo, apunta, "se ha escrito mucho pero desde muy pocos puntos de vista".

"La literatura que ha recreado la Guerra Civil en tiempos más recientes normalmente ha escrito siempre desde el mismo punto de vista, un punto de vista muy contemporizador, de repartir las culpas y los méritos. Hay muchos puntos de vista que no se han tocado y todavía hay mucho territorio virgen", aclara la autora dispuesta a explorarlos.

"Éste ha sido el gran asunto pendiente de mi generación, que es la generación de los nietos. Entonces mi literatura tiene que ver con eso, no es un fenómeno aislado, ni es un fenómeno singular. Se inserta en una preocupación general, y esa obsesión en mi caso va a proseguir vayan las cosas mejor o peor", apunta.

Almudena Grandes confiesa que tras finalizar "El corazón helado", que le llevó casi cuatro años y le deparó el VII Premio de Novela Fundación José Manuel Lara y el Premio al Libro del Año 2007 del Gremio de Libreros de Madrid, se sintió "bastante perdida". "Y cuando yo estoy perdida hago cosas raras siempre".

"Había una serie de historias que se me habían quedado colgando cuando escribí 'El corazón'. Y con una de ellas, la que me gustaba más, la que me obsesionaba más, decidí hacer un guión de cine", relata. "En algún periodo de este fracaso que tuve con el guión comprendí que lo que tenía que hacer era escribir novelas, que era mi trabajo".

"Para mí en general desprenderme de las novelas es muy complicado", admite la autora de "Malena es un nombre de tango", "Los aires difíciles" y "Castillos de cartón".

Próxima a cumplir 50 años la semana que viene, afirma con convicción: "La literatura me ha dado mucho, pero sobre todo lo que me ha dado mucho es la vida. Como narradora me siento muy bien, mejor que nunca, más segura de mí misma y de mis posibilidades, creo que me conozco mejor".

"Siempre he dicho que madurar como escritor es ir encontrando fórmulas que permitan que tus virtudes brillen y tus limitaciones no se noten", manifiesta.

La autora visita estos días Buenos Aires junto a su marido, el poeta Luis García Montero, otro participante en la Feria del Libro porteña.

Consultada acerca de cómo es la convivencia de dos escritores, responde: "A mí me resulta muy fácil. Una de las principales ventajas de vivir con una persona que escribe es tener un lector calificado al lado. Luis es mi primer lector, aunque yo no dejo que nadie lea nada hasta que termino un libro. Ni él, ni nadie".

Almudena Grandes considera que el género de la novela requiere mucha disciplina. Cuenta que normalmente trabaja unas seis horas todos los días, que pueden llegar a extenderse a diez u once cuando está finalizando un libro.

"A mí me gusta escribir. Siempre digo que escribir para mí es una necesidad, y las necesidades no se miden por el grado de placer o de sufrimiento que deparan. Es la vida que me gusta vivir: estar escribiendo", reflexiona.

miércoles, 28 de abril de 2010

ENTREVISTA / FERNANDO VALLEJO: "NO TENGO UN GRAN ENTUSIASMO POR LA LITERATURA"

Buenos Aires, 28 abr (dpa) - "Yo no tengo un gran entusiasmo por la literatura. Lo perdí hace mucho", confiesa sin rodeos el irreverente escritor colombiano Fernando Vallejo. Y afirma sentirse a gusto en Buenos Aires, por donde pasea su crudo escepticismo de la mano de su último libro, "El don de la vida".

"Me interesan la música, los músicos. Te puedo hablar con gran admiración de los músicos que quiero. De Mozart, de Schubert, de Mahler, de Debussy. No te puedo hablar con el mismo entusiasmo de los escritores", apunta el autor de "La Virgen de los sicarios".

"La literatura ya a mí no me interesa. En realidad escribo por molestar y por llenar un tiempo vacío", revela a dpa el escritor antioqueño, de paso por la capital argentina para presentar su nueva novela en la 36 Feria Internacional del Libro.

En sus páginas, un hombre viejo conversa en forma descarnada sobre una diversidad de temas con su compadre. Hablan de recuerdos y de muertos, de sus conocidos y de Colombia, mientras que también filosofan sobre el hombre y el idioma español. A puro diálogo, "El don de la vida" (Alfaguara) arremete contra los escritores Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Octavio Paz y Shakespeare, y también contra los presidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez.

Vallejo, nacido en 1942 en Medellín, expresa sobre el autor de "El Aleph": "Yo no siento una pasión por Borges y pienso que es indebido que estemos haciendo de él el gran escritor de la lengua española. Esa es una decisión que se tomó en idiomas extranjeros, es de los ingleses, de los franceses, de los alemanes, de los italianos, no de nosotros. Ellos no tienen por qué decidir sobre la lengua española".

Por otra parte, Vallejo vuelve a reivindicar en su libro y en sus dichos a la primera persona como la única posible en la literatura, rechazando entrar en la mente de sus personajes. "Yo me niego a escribir novelas en tercera persona, no me interesa, siento un rechazo muy grande por el narrador omnisciente. A duras penas sé lo que pienso yo".

"Simplemente no quiero escribir novelas en tercera persona, me niego a hacerlo. Son las más fáciles de escribir, porque son fórmulas que todos conocemos, son muy fáciles de enseñar y de aprender. Y son las de los bestseller", sostiene el ganador del Premio Rómulo Gallegos con "El desbarrancadero".

Al igual que sus otras novelas, su más reciente obra también transcurre en Colombia, más precisamente en el banco de un parque de Medellín, y asimismo combina autobiografía y ficción. "La verdad es que de Colombia yo no me puedo liberar, pues Colombia fue mi país, mi niñez y mi juventud", dice. Incluso cuando "los 17 libros que he escrito y las tres películas que he dirigido los escribí y las filmé en México", cuenta.

Vallejo, quien lleva viviendo 40 años en el país azteca, se muestra totalmente desencantado del cine y confiesa que hace 15 años que no pisa una sala como espectador. "Me desilusioné del cine, pienso que es un lenguaje muy menor al lado de la literatura. No creo que ni siquiera sea un arte. Es un embeleco del siglo XX que está durando más de la cuenta", sostiene con su habitual lengua filosa.

En su más reciente libro, el narrador lleva minuciosamente una libreta de muertos. "Esa libreta existe en la realidad, era muy fácil que simplemente recurriera a ella en el libro. En unos años para acá me puse en la ociosa tarea, por desocupación, de anotar las personas a las que recordaba que había visto al menos una vez y que sé que se murieron. Y ya voy llenando las 700".

Vallejo afirma que le divierte mucho hacer la libreta. "Cada vez me alegro cuando tengo un muerto más que poner en ella, aunque lo haya querido. Me da gusto poner a los que he querido y a los enemigos ni te diga, ya no los veo más".

Por estos días Vallejo no está solo en Buenos Aires: lo acompaña el hispanista Jacques Joset, que acaba de publicar "La muerte y la gramática. Los derroteros de Fernando Vallejo" (Taurus). "Es un halago para mí que él se ocupara de mis cosas, y es una generosidad de su parte", afirma sobre la obra crítica del belga Joset. Ambos viajarán también a Rosario para presentar sus libros.

El escritor que ha publicado "La puta de Babilonia", sumario de los crímenes del cristianismo y el Islam, aclara que no tiene interés en provocar a nadie ni en causar discusiones. "Simplemente hablo de las cosas y de la vida como la veo. La pelea mía es contra el narrador omnisciente y últimamente también contra la Iglesia católica y en general contra el cristianismo y más en general contra el Islam y las religiones políticas".

Vallejo, traducido a una veintena de idiomas, cuenta que una causa que abraza es la defensa de los animales. En tanto, las elecciones presidenciales de mayo en Colombia no despiertan su expectativa, sino mas bien su indignación. "Los políticos son todos iguales. Se las dan de servidores públicos, pero en realidad lo que son es aprovechadores públicos".

Y dispara todavía: "Si tú le pasas revista a los jefes de Estado del planeta hoy en día son todos ignorantes, no hay uno que tenga una mediana cultura".

martes, 20 de abril de 2010

MITOS LITERARIOS: POR MACONDO, COMALA Y LA MANCHA, DE PARÍS A BS AS

Buenos Aires (dpa) - Miguel de Cervantes Saavedra, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Juan Rulfo pueden jactarse de haber consagrado a través de sus páginas a La Mancha, Buenos Aires, París, Macondo y Comala como territorios míticos de la literatura, más allá de su existencia real o imaginaria en los mapas.

Cervantes inicia su obra con una de las frases más conocidas de la literatura universal: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” Cuatro siglos después, cada pueblo manchego asegura estar vinculado con las célebres andanzas y peripecias del caballero de la triste figura y Sancho Panza, así como con el propio escritor español.

Hasta hoy sigue sin amainar la controversia para determinar los sitios por los que el hidalgo debió pasar en cada una de sus aventuras por campos y caminos de la región. Considerada como la primera novela moderna del español, ha dado lugar a un extenso recorrido, la “Ruta del Quijote”, de unos 2.500 kilómetros de extensión.

Y en lo que se refiere a territorios míticos contemporáneos, Macondo se constituye como el espacio literario más poderoso. Macondo es sinónimo de Gabriel García Márquez y el colombiano es sinónimo de Macondo.

Nombre de una finca bananera que el Premio Nobel vio desde un tren en su juventud y también de un árbol del trópico (lo que García Márquez supo recién más tarde), Macondo aparece en varias de sus novelas. Entre ellas, en la saga de los Buendía y obra paradigmática del realismo mágico, “Cien años de soledad”.

Para el mágico pueblo, Gabo se inspiró asimismo en su Aracataca natal, en la región bananera de Colombia. Y tal fue la trascendencia que tomó Macondo que incluso aspiró seriamente a ingresar en los mapas: hubo una propuesta para que Aracataca fuera rebautizada como Aracataca-Macondo, que finalmente no prosperó.

Entre los lugares míticos de la literatura latinoamericana también resuena con fuerza Comala, escenario de una de las novelas más importantes de la literatura en español, “Pedro Páramo”. Comala, ese universo personal que erigió Rulfo, es también un nombre real en la topografía mexicana, en el occidental estado de Colima.

“Posiblemente a Rulfo le gustó el nombre por razones eufónicas, por lo que Comala tiene de comal (disco que se utiliza para cocer tortillas de maíz o para tostar granos), de anafre (asador pequeño)”, considera su compatriota y colega Juan Villoro.

En el paisaje de ese pueblo desolado, caliente y lleno de voces de muertos puede sospecharse la presencia del estado de Jalisco, vecino de Colima y donde nació el enigmático escritor mexicano.

Y más allá de los espacios imaginarios de la literatura, las grandes ciudades también han sido fuente de inspiración para los escritores que las habitaron. Fue el caso de Cortázar con París, a la que convirtió en paisaje, entre otros, de su novela “Rayuela”.

La metrópoli a orillas del Sena es "una tarjeta postal con un dibujo de Klee al lado de un espejo sucio", sostiene Horacio Oliveira, personaje central de esta “antinovela” que pasea por la ciudad junto a la Maga.

“Caminar por París –y yo por eso califico a París como ciudad mítica- significa avanzar hacia mí”, sostenía el propio Cortázar, cautivado por los lugares mágicos y misteriosos de esta urbe, a la que consideró una “inmensa metáfora”. El “gran cronopio” tuvo allí varios lugares de residencia, y en el último de ellos, en la rue Martel, acaba de descubrirse una placa conmemorativa en su honor.

En tanto, su compatriota Borges sentía un amor "celoso" por Buenos Aires y eligió para su obra la ciudad de su niñez e incluso la anterior a su infancia. En su poesía de juventud, por ejemplo en “Fervor de Buenos Aires”, “Luna de enfrente” o en “Cuaderno San Martín”,  homenajea a la ciudad de casas bajas, con azoteas, patios y aljibes, a barrios como Palermo, Recoleta y Villa Ortúzar.

Sus magistrales cuentos muchas veces rondan el denominado Barrio Sur, que es el que mejor conserva la Buenos Aires de su infancia. Hay una presencia constante del arrabal, donde termina la ciudad y comienza el campo.

Pese a la intensa transformación de la geografía porteña, aún hoy es posible descubrir en algunos rincones la ciudad que Borges caminó y evocó con nostalgia.

En definitiva, luego de Comala, fue Macondo. Y muchísimo antes, el territorio de La Mancha. Estos tres escenarios ficcionales, gracias a García Márquez, Rulfo y Cervantes, se entronizaron como espacios míticos y eternos en la cartografía literaria. En tanto, Buenos Aires y París, urbes con vida propia fuera de la literatura, no se quedan atrás: ya nunca serán las mismas luego de que fueran reimaginadas por Borges y Cortázar.

BORGES Y BUENOS AIRES, UN ROMANCE ETERNO COMO EL AGUA Y EL AIRE


BUENOS AIRES (dpa) - A Jorge Luis Borges y Buenos Aires los unió una relación apasionada, que llevó al ilustre escritor a transformar varios rincones de la ciudad en paisajes de su obra literaria.

"Quizá para extrañar, para querer a Buenos Aires, convenga estar lejos de ella", reflexionaba una de las figuras más prominentes de la letras del siglo XX en su vejez.

Borges redescubrió la capital argentina al regresar de Europa en 1921 y manifestó ese entusiasmo en su primer libro, "Fervor de Buenos Aires" (1923). Sus poesías son un canto a la urbe que amaba recorrer a pie y a la que muchas décadas después afirmaba haber visto "crecer y declinar".

Nació un 24 de agosto de 1899 en pleno corazón porteño, en Tucumán al 800. Poco queda de esa Buenos Aires que albergaba su solar natal, de modo que su obra se constituye en la memoria literaria de una ciudad que se desvanece en el tiempo.

En 1901, su familia se mudó a Palermo, por entonces un arrabal, en el que conoció las andanzas de compadritos y cuchilleros que luego habitarían sus ficciones. Un siglo después, el barrio se convirtió en sofisticado centro gastronómico y de diseño.

Vivió en la calle Serrano 2135, rebautizada Jorge Luis Borges en un tributo que el escritor no deseaba. La homenajeó en su poema "Fundación mítica de Buenos Aires", en el que también confiesa: "A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires:/ La juzgo tan eterna como el agua y el aire". Asimismo evocó en sus versos de juventud otros barrios entonces periféricos como Villa Urquiza, Villa Ortúzar y Chacarita.

Borges, quien imaginaba que el paraíso sería algún tipo de biblioteca, trabajó como auxiliar entre 1937 y 1946 en la Biblioteca Municipal Miguel Cané, en Carlos Calvo al 4300. Su experiencia entre los anaqueles en el barrio de Boedo, hasta donde tenía un largo viaje en tranvía, lo inspiró para su relato "La biblioteca de Babel". Actualmente una habitación atesora allí mobiliario de la época, primeras ediciones de sus libros y una copia de su ficha municipal.

Luego, mientras avanzaba irremediablemente su ceguera, fue director de la Biblioteca Nacional entre 1955 y 1973, en el barrio de Montserrat, por entonces llamado Barrio Sur. Funcionaba en México al 500, en un edificio construido para ser sede de la lotería. Eso explica los bolilleros que adornan la escalinata central y que se afirma lo incitaron a escribir el cuento "La lotería en Babilonia".

También en el sur, en la calle Garay, transcurre uno de sus cuentos más famosos, "El Aleph", y en "El Zahir" Borges vuelve a esa zona porteña: "El alba suele sorprenderme en un banco de la plaza Garay".

¿Y cómo fue la despedida de Borges de su ciudad? El reconocido librero Alberto Casares fue testigo de su última tarde porteña en noviembre de 1985, antes de su partida hacia Europa. Evento que define como "un honor inmerecido, inmenso", que lo marcó para toda la vida.

Casares había organizado en su librería de Arenales y Callao la única exposición completa en vida del escritor de sus primeras ediciones. Tras algún rodeo, Borges finalmente asistió. "Yo lo vi muy bien, estaba muy jovial y participativo, muy locuaz, simpático y lúcido", rememora en diálogo con dpa. "Esa tarde nosotros sin saberlo lo estábamos despidiendo. Él sabía y nosotros no".

Borges también pudo despedirse allí de su amigo íntimo Adolfo Bioy Casares. "Estaban bastante alejados en ese momento, no se veían con frecuencia. Se los veía a los dos muy contentos y retomaron sus conversaciones, sus consultas", recuerda Casares desde su actual librería en Suipacha al 500, poblada de fotos de ese encuentro y de otras de Borges y Bioy.

"De alguna manera pienso que él quiso despedirse de Buenos Aires en una librería", evoca Casares, quien apunta también: "Borges entraba en la conversación con la gente con mucha llaneza, con mucha simpatía y generosidad. Era muy fácil hablar con él".

Pero antes, además del Borges poeta, Borges cuentista y Borges en su paraíso de bibliotecas, también brilló en Buenos Aires el Borges docente. En 1956 fue nombrado profesor de literatura inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Lo recuerda claramente Isaías Lerner, alumno suyo hace más de medio siglo: "Borges era un notable expositor y un pensador original. Su reflexión sobre literatura era siempre de extraordinaria inteligencia y agudeza crítica. Por cierto, no era, no quería serlo, un investigador, de modo que su visión de la historia de la literatura era la de un creador. Esto hacía de sus clases una experiencia estética e intelectual sin paralelo".

Lerner, profesor distinguido del programa de doctorado en lenguas y literaturas hispanas y luso-brasileñas en el Centro de Estudios de Posgrado de la City University of New York, relata a dpa: "Sus clases eran más bien conferencias perfectamente estructuradas que no dejaban espacio ni tiempo para comentarios marginales".

Por entonces la facultad funcionaba en la calle Viamonte al 400, cerca de la casa natal de Borges y también del domicilio que más años habitó: un departamento en la calle Maipú 994, en el barrio de Retiro. Buenos Aires le tributa una de varias placas conmemorativas en la entrada de ese edificio, su última morada porteña. Enfrente, la librería La Ciudad, donde el ganador del Premio Cervantes solía pasar horas y horas, abre actualmente de modo esporádico.

En tanto, aunque sus restos no descansen en el cementerio de la Recoleta, ese barrio alberga actualmente la biblioteca del escritor en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, en la calle Anchorena al 1600.
La muerte le llegó el 14 de junio de 1986 en Ginebra. Sin embargo, Borges ya lo insinuaba en su poesía de juventud "Arrabal": "Esta ciudad que yo creí mi pasado/ es mi porvenir, mi presente;/ los años que he vivido en Europa son ilusorios,/ yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires".

FERIA LIBRO DE BS. AS., ENTRE BICENTENARIO, NUMEROSAS VISITAS Y BORGES-KAFKA

Buenos Aires, 20 abr (dpa) - La 36 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que abre sus puertas el próximo jueves, contará con la participación de escritores destacados como el italiano Alessandro Baricco, el estadounidense John Katzenbach, el colombiano Fernando Vallejo y los españoles Enrique Vila-Matas y Almudena Grandes.

También llegarán a participar por España en esta nueva edición del evento cultural y editorial a orillas del Río de La Plata los poetas Antonio Gamoneda y Luis García Montero, así como Isaac Rosa, Premio Rómulo Gallegos por "El vano ayer". Asimismo harán su aporte el filósofo alemán Rüdiger Safranski y el historiador del libro francés Alban Cerisier.

Mientras Argentina celebra los 200 años de la revolución que inauguró el camino hacia su independencia, el lema de esta edición será "Festejar con libros 200 años de historias". "En el año 2010 festejamos con libros el comienzo de una historia que empezamos a escribir hace dos siglos y cuya escritura llega al presente", apuntan los organizadores.

El bicentenario será uno de los grandes ejes de este año en la feria, que ofrecerá por ejemplo el Encuentro del Bicentenario, con un diálogo entre políticos y dos conferencias que buscará entender a lo largo de tres jornadas la Argentina de los dos últimos siglos y vislumbrar horizontes posibles.

También habrá un Stand del Bicentenario, a cargo de organismos oficiales, y una exhibición titulada "Bicentenario: 200 años de humor gráfico", con 50 obras originales. El tradicional maratón de lectura tendrá como tema "Argentina: Una aventura de 200 años", con textos vinculados a este aniversario.

El evento organizado por la Fundación El Libro, que cada año convoca a más de un millón de visitantes, girará además este año en torno al argentino Jorge Luis Borges y el checo Franz Kafka, ya que es uno de los escenarios elegidos para el desarrollo de la II Bienal Borges-Kafka/Buenos Aires-Praga.

Una mesa redonda convocará entre otros a los escritores checos Arnost Lustig y Marketa Pilátová y al editor y traductor Josef Cermak, a la vez que se programaron cursos que analizarán los cruces entre dos de los grandes autores de la literatura universal. Asimismo podrá verse la exposición "La Praga de Franz Kafka", con imágenes del fotógrafo checo Jan Lukas.

La multitudinaria muestra en el predio de la Rural en el barrio porteño de Palermo albergará en una superficie de 37.000 metros cuadrados a más de 1.300 expositores, entre directos e indirectos, hasta el 10 de mayo. En total participarán 38 países, entre ellos Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, España, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

La feria, que funciona como un gran escaparate de la literatura de diversas latitudes, servirá como marco para que se celebren incontables actos culturales. Entre otros, se presentarán las ediciones conmemorativas de Pablo Neruda y
Gabriela Mistral preparadas por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, tituladas "Antología general" y "En verso y prosa. Antología".

Asimismo habrá un homenaje al escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, fallecido en febrero, y otro tributo a Manuel Mujica Láinez, que anticipa las conmemoraciones por los 100 años del nacimiento del autor de "Bomarzo" en septiembre próximo.

Por otra parte, la feria celebrará como es tradicional diversos días dedicados a las naciones participantes, entre los que se destaca el "Día de España", con una conferencia de García Montero titulada "Las independencias del poeta".

La muestra exhibirá su veta más noctámbula el 1 de mayo, cuando permanecerá abierta hasta la madrugada en el marco de "La noche de la ciudad en la Feria". En tanto, dos días después será anfitriona de una jornada sobre microficción, fenómeno literario que experimenta un gran boom.

Y en el año en que Argentina es la invitada de honor en la Feria del Libro de Fráncfort, tendrá lugar del 27 de abril al 1 de mayo la 9 Reunión Internacional de Directores de Ferias del Libro, que se convoca por primera vez en Latinoamérica, bajo el lema "El futuro de las ferias del libro".

En tanto, la poesía y la narración oral también dirán presente: El 5 Festival Internacional de Poesía se desarrollará del 25 al 29 de abril, con apertura a cargo del Premio Cervantes Gamoneda, y el 15 Encuentro Internacional de Narración Oral "Cuenteros y Cuentacuentos" se celebrará del 30 de abril al 2 de mayo con varios invitados internacionales, como el grupo español El Silbo Vulnerado.

Y antes de que la feria abra sus pabellones al público, tienen su espacio de encuentro los profesionales vinculados al mundo del libro. Entre otros, se realizan las 26 Jornadas de Profesionales del Libro, las 20 Jornadas Internacionales de Educación, ambas desde mañana al 23 de abril, y el 13 Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro, del 7 al 9 de mayo.

Entretanto, los visitantes de la feria porteña ya se preparan para transitar sus pasillos atestados en busca de ofertas, novedades o bien de sumarse al ritual de la firma de libros de autores ignotos y consagrados.