Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

lunes, 22 de octubre de 2012

EL IRREVERENTE FERNANDO VALLEJO CUMPLE 70 AÑOS CON LA MANÍA DE CONTRADECIR

Con ira y nostalgia por Colombia

"Tal vez me imagino que de niño quisiera ser escritor, ahora ya no", proclama el colombiano Fernando Vallejo. Provocador, irreverente y polémico, el autor que cumple 70 años el próximo miércoles asegura que escribe "por molestar y por llenar un tiempo vacío".

   En varias oportunidades declaró que se despedía de la literatura, pero no cumplió. "Siempre me queda faltando un libro", dijo recientemente a dpa en Buenos Aires y anunció "El desastre", obra que no se amoldará a ningún género literario.

   El ganador del Premio Rómulo Gallegos y del FIL de Literatura en Lenguas Romances 2011 explora con aspereza en sus ficciones temas recurrentes como la violencia, la homosexualidad –ha reconocido públicamente la suya-, las drogas, la marginalidad y la muerte.

   El autor de "La virgen de los sicarios" reside hace más de cuatro décadas en México, donde escribió la totalidad de su obra, que vuelve una y otra vez a Colombia. "Pues los (colombianos) que se alcancen a ir, no sueñen con que se han ido, porque adondequiera que vayan, Colombia los seguirá. Los seguirá como me ha seguido a mí, día a día, noche a noche, adonde he ido, con su locura".

   Vallejo no se cansa de criticar a su patria, por la que siente rabia y también nostalgia. En 2007 renunció a su nacionalidad, aunque cuatro años después se definió como colombiano y mexicano: "Uno es del país donde nació y del país donde va a morir".

   El controvertido autor dirige su ira contra los políticos, la Iglesia y la narrativa en tercera persona ("siempre he escrito diciendo yo") y también lanza dardos contra colegas como su compatriota Gabriel García Márquez ("un narrador poco original y peor prosista") y el mexicano Octavio Paz. 


   Logró notoriedad internacional con su novela "La virgen de los sicarios" (1994), ambientada en una Medellín violenta y llevada al cine por el francés Barbet Schroeder, con guión del propio Vallejo.

   El hispanista belga Jacques Joset sostiene en su ensayo "La muerte y la gramática. Los derroteros de Fernando Vallejo" que, con excepción de esta última novela, sus autoficciones tienen siempre algo de saga familiar.

   Aunque no le interesa la familia tradicional como concepto sociológico, "la que sí le conmueve es la suya en cuanto objeto literario, a la vez enraizada en las montañas de Antioquia, metamorfoseada y reinventada en el crisol de la autoficción". 

   En las autoficciones, analiza Joset, "la cantaleta contra Colombia se integra con más naturalidad, ya que el género, por definición, acoge todas las ideas fijas de un 'yo' narrador que se autoriza todas las libertades".

   Nacido el 24 de octubre de 1942, es uno de los nueve hijos del político conservador Aníbal Vallejo Álvarez, y su primera vocación fue la música. Luego se licenció en biología y viajó a Europa para estudiar cine en Cinecittá.

   La escritora mexicana Elena Poniatowska destaca en el documental "La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo" de Luis Ospina que éste "critica abiertamente, como si se lanzara al abismo". Y su ya fallecido compatriota Carlos Monsiváis agrega: "Todo lo dice en un tono suave, tranquilo. Es una suerte de pastel envenenado".

Una pentalogía de autoficciones
   En palabras del propio Vallejo: "Y de rencor en rencor me fui adentrando en la noche oscura del odio, donde dispersas brillaban una que otra chispita de amor. El amor, pienso yo, sólo vale así", según escribe en "Los días azules" (1985), la primera de las novelas que componen la pentalogía "El río del tiempo".

   "Los días azules" se centra en su niñez en Medellín y en la finca de sus abuelos, su adolescencia transcurre en "El fuego secreto" (1986), "Los caminos a Roma" (1988) y "Años de indulgencia" (1989) narran sus experiencias en Europa y Nueva York y "Entre fantasmas" (1993) comprende sus años en México.

   Con "El desbarrancadero", que describe la enfermedad y muerte de su hermano Darío, ganó el Rómulo Gallegos en 2003. Asimismo el defensor a ultranza de los animales publicó las novelas "La rambla paralela" (2002), "Mi hermano el alcalde" (2004) y "El don de la vida" (2010).

   Traducido a una veintena de idiomas, Vallejo exploró la escritura biográfica con "El mensajero" y "Almas en pena, chapolas negras", sobre los poetas de su país Porfirio Barba Jacob y José Asunción Silva, mientras que en su reciente "El cuervo blanco" "canoniza" al filólogo colombiano Rufino José Cuervo.

   Apasionado por la lingüística, la lexicografía y la gramática, su primer libro es "Logoi, una gramática del lenguaje literario" (1983). Le siguieron los ensayos "La tautología darwinista" (1998), "Manualito de imposturología física" (2005) y "La puta de Babilonia" (2007), sobre los crímenes del cristianismo y el Islam.

Vallejo, defensor apasionado de los animales
   Entre 1977 y 1981 filmó tres largometrajes: "Crónica roja", "En la tormenta" y "Barrio de campeones". "Creo que yo terminé haciendo cine porque no sabía escribir", analiza Vallejo, quien hace tiempo desprecia el séptimo arte como "un lenguaje muy menor".

   Cuando por razones editoriales debe releer sus libros, busca erratas y no le importa el contenido: "Los escribí para olvidar". Vallejo reivindica la primera persona como la única posible en la literatura: "Siento un rechazo muy grande por el narrador omnisciente. A duras penas sé lo que pienso yo".

   El narrador de "El don de la vida" se refiere a su "manía irredenta de contradecir, que es mi más preciada prenda". Páginas después, un personaje le pregunta: "¿Cuándo usted dice 'yo' en sus novelas es usted?", a lo que éste responde: "No, es un invento mío. Como yo. Yo también me inventé".

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miércoles, 10 de octubre de 2012

LIBRERÍA Y EDITORIAL EL ATENEO CUMPLE CIEN AÑOS IRRADIANDO LITERATURA


El Ateneo convocó a Borges, Fuentes y Bradbury.
La tradicional librería El Ateneo, punto de reunión de lo más encumbrado de la literatura argentina, celebra su siglo de vida. Actualmente se despliega en varios locales en Buenos Aires, como el histórico de la calle Florida y el Grand Splendid, sobre la Avenida Santa Fe, elegido como la segunda librería más bella del mundo.

  Los salones de Florida convocaron a lo largo de los años a autores argentinos consagrados que se convirtieron en habitués, como Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Lainez, Victoria Ocampo y María Elena Walsh. 

   Y también llegó hasta allí el escritor mexicano Carlos Fuentes, quien siempre recordaba que a los 15 años compró en ese lugar su primer libro de Borges. "La librería El Ateneo me alimentó con literatura argentina", contó en una entrevista.

   Por allí desfilaron asimismo otros visitantes ilustres del exterior como el español Federico García Lorca, el cubano Nicolás Guillén y el estadounidense Ray Bradbury. 


El Ateneo de Florida 340
   El Ateneo fue fundado en septiembre de 1912 por el inmigrante español Pedro García, perteneciente a una familia de libreros. Hasta el mes de noviembre, la librería y editorial que comparten nombre e historia festeja su nacimiento con una serie de actividades como ciclos, talleres y exposiciones. 

   Su primera sede estuvo en la calle Victoria (actualmente Hipólito Yrigoyen) al 600, en pleno centro de Buenos Aires. Cinco años más tarde se trasladó a Florida 371 y en 1938 se mudó al edificio art noveau de Florida 340, donde continúa funcionando actualmente.

   En 1998 fue adquirido por el Grupo Ilhsa, de capitales nacionales y dueño de la cadena Yenny. Dos años más tarde se inauguró El Ateneo Grand Splendid, elegido como la segunda librería más bella del mundo por el diario británico "The Guardian".

   También considerada la librería más grande de Sudamérica, funciona en un bello edificio construido como teatro en 1903 sobre la elegante avenida Santa Fe. Cuenta con una superficie de 2.000 metros cuadrados en cuatro niveles, en los que no se alteraron las estructuras.

   "Retuvo su antiguo esplendor, con su cúpula pintada, los balcones originales y la ornamentación intacta. Hasta el telón de terciopelo es parte del show", destacó en su momento "The Guardian". De tono arquitectónico ecléctico, cuenta con una cúpula realizada por el artista italiano Nazareno Orlandi, quien compuso una pintura alegórica de la paz.
El Ateneo Grand Splendid, la
segunda librería más bella del mundo

   El escenario dio paso a un café para los clientes, mientras que algunos palcos mutaron a agradables salas de lectura. Convertida en un punto turístico en el barrio de Recoleta, recibe unas 3.000 visitas diarias. Los lectores pueden encontrar unos 80.000 títulos en El Ateneo Grand Splendid, cuyas ventas anuales ascienden a más de 400.000 ejemplares, señalaron fuentes de la empresa a dpa.

   Corrió mucha tinta desde que El Ateneo fuera fundado en 1912 por Pedro García, oriundo de Logroño. El ferviente republicano llegó a implementar un sistema de cuentas corrientes por el cual los clientes podían llevarse libros y pagarlos a medida que su economía se los permitía. Aunque hubo varios que no honraran sus deudas. 

   Luego El Ateneo fue acompañando la pujanza de la industria editorial, cuando la Argentina se convirtió en el primer polo editorial en lengua hispana, durante la censura franquista.

   La editorial tiene publicados más de 5.000 títulos, lanza actualmente unas 60 novedades por año y su red comercial cubre los países de lengua española. 

   Entre sus libros más vendidos está "Mi planta de naranja lima" del brasileño José Mauro de Vasconcelos, que desde 1971 lleva más de cien reimpresiones. Otro clásico -pero en el catálogo de ciencias médicas- es "Fisiología humana" del Premio Nobel de Medicina argentino Bernardo Houssay, que desde 1945 se actualiza periódicamente con nuevas ediciones. 
La impactante cúpula realizada por Orlandi.

   En los últimos años el sello puso énfasis en la publicación de autores argentinos y, a través la convocatoria anual del Premio Internacional de Novela Letra Sur, que va por su quinta edición, abre puertas a nuevos autores.

   Y si de convocar escritores se trata, Francisco Gil, quien trabajó durante 50 años en la librería, organizó a fines de los 60 la "Primavera de las Letras" en El Ateneo de Florida. El evento en el que los escritores dialogaban con el público y firmaban ejemplares de sus obras es considerado precursor de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

   Leopoldo Marechal, un entusiasta participante de la "Primavera de las Letras", recordaba entre risas el reto de una lectora por lo que consideraba un error de ortografía en el título de su novela "Adán Buenosayres".

   La calle Florida cuenta desde 2004 con otro local, más cerca de la Plaza San Martín, que ofrece una exposición permanente dedicada a la vida y obra del escritor Julio Cortázar. El Ateneo actualmente tiene presencia también en el barrio porteño de Belgrano y en las ciudades de La Plata, Rosario, Córdoba y San Miguel de Tucumán.


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