Rosario, 20 nov (dpa) - El III Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en la ciudad argentina de Rosario bajo el lema "Identidad lingüística y globalización" finalizó hoy tras culminar su programa académico y tributar un emotivo homenaje del mundo hispanohablante a Ernesto Sábato.
Sábato, de 93 años, se vio desbordado por la emoción con el repleto Teatro El Círculo como marco. El portugués José Saramago destacó que le tocó el honor de verse elegido mensajero de todos los que en América y el mundo admiran, respetan y leen los libros de su amigo Sábato.
Previamente, se había presentado un resumen de las ponencias de los tres grandes ejes centrales del encuentro: Aspectos ideológicos y sociales de la identidad lingüística, Identidad y lengua en la creación literaria y Español internacional e internacionalización del español.
El portugués Premio Nobel de Literatura señaló asimismo que su iniciación en el universo narrativo de Sábato "sucedió hace ya mucho tiempo, hacia el final de los remotos años 50, cuando, en un ya desaparecido café de Lisboa, nos reuníamos unos cuantos amigos para hablar de libros en voz alta y de política en voz baja, por razones que, tanto en el primer caso como en el segundo, no necesitan mayor explicación".
Durante el transcurso del multitudinario acto, el autor de "El túnel" saludó varias veces con la mano, y también se quitó las gafas para pasarse las manos por los ojos húmedos.
El escritor y ensayista no sólo cosechó aplausos de pie del público, sino también de toda la mesa en el escenario, integrada entre otros por el presidente de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha; la primera dama argentina y presidenta honoraria del Congreso, Cristina Fernández de Kirchner; el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, y la subsecretaria de Cultura Magdalena Faillace.
Previamente, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, destacó que "por vez primera en un Congreso de la Lengua se intenta hacer un resumen de los trabajos presentados por sus distintas secciones".
Sobre esta base, señaló, se podrán "esbozar conclusiones, propuestas y lineamientos futuros de aplicación por parte de los gobiernos, las instituciones y para tener en cuenta para el desarrollo de los próximos congresos".
El presidente de la Academia Argentina de Letras aclaró que el resumen presentado incluye la totalidad del material recibido antes del comienzo del congreso, "porque una vez que empezó no podemos seguir incorporando el material que ha llegado a último momento". Antes de iniciarse el Congreso, había arribado el 50 por ciento de las ponencias.
Por su parte, el secretario general del congreso y director académico del Instituto Cervantes, Jorge Urrutia, sostuvo que las grandes lenguas internacionales, entre ellas el español, llevan en la gloria de su extensión geográfica la enfermedad de su empobrecimiento.
"La globalización tiende a reducir el número de idiomas utilizable para los intercambios y, en ellos, busca la coartada para la simplificación al subrayar lo que hay de común y válido para todos", indicó.
Durante los últimos años, afirmó, las Academias de la Lengua y el Instituto Cervantes han trabajado para conseguir la "unidad en la diversidad, algo así como el primer Quijote, pues quijotesca era la empresa", apuntó.
En tanto, esta noche el restaurado Teatro El Círculo fue escenario de la sesión de clausura. Allí hubo intervenciones del escritor rosarino Roberto Fontanarrosa, así como del director del Instituto Cervantes, Molina, y del director de la RAE, García de la Concha.
Por razones de salud, el escritor Juan José Saer fue reemplazado por Fontanarrosa, quien le dio un toque de humor y desacartonamiento al final del congreso. "No se cierra nada, es un envión para nuevos encuentros", aseveró, a la vez que recalcó que el foro le ha servido para darse cuenta "lo que es este idioma del cual disponemos, la riqueza que tenemos a nuestra disposición".
Molina sostuvo: "Lingüistas, escritores, ensayistas, académicos, periodistas, cineastas y editores nos han demostrado una vez más por qué la nuestra es una de las comunidades culturales más pujantes del mundo de hoy". Y tras Zacatecas, Valladolid y Rosario, "dentro de tres años nos espera Colombia, Cartagena de Indias", apuntó.
En tanto, García de la Concha destacó que "poco importan a estas alturas, con más exactitud no importan absolutamente nada, las dificultades que hubo que salvar. Importa sí, importa muchísimo subrayar que fue posible superar obstáculos gracias a una voluntad decidida de cooperación".
Y agradeció especialmente al pueblo de Rosario por su gran protagonismo en el congreso internacional. "Rosario ha sido una fiesta de la palabra", señaló.
Asimismo participaron Cristina Fernández de Kirchner, Magdalena Faillace, el ministro de Educación argentino, Daniel Filmus, el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, y el alcalde de Rosario, Miguel Lifschitz, para poner punto final a las cuatro jornadas de debate sobre el presente y futuro de un idioma compartido por 400 millones de personas.
El evento cultural que se desarrolló desde el 17 de noviembre en la ciudad argentina, a unos 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, contó con unos 160 invitados oficiales que participaron del programa académico, entre lingüistas, escritores y profesionales de diversos campos de la cultura.
Asimismo llegaron hasta las orillas del río Paraná escritores destacados como el mexicano Carlos Fuentes, quien brilló con su discurso en la sesión inaugural, así como el Premio Cervantes chileno Jorge Edwards, el nicaragüense Ernesto Cardenal, los argentinos Tomás Eloy Martínez y Héctor Tizón y el peruano Alfredo Bryce Echenique.
En el marco del Congreso se lanzó además una edición popular de "El Quijote" publicada por la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (AALE). Lo propio sucedió con el Diccionario Panhispánico de Dudas, una obra que se presentó en carácter de prepublicación y que después de cinco años de trabajo registra las 7.000 dudas más frecuentes de un idioma en expansión, compartido por 400 millones de personas.
La ciudad de Rosario, que brindó un respaldo masivo y entusiasta al encuentro a la par de una nutrida agenda cultural, lentamente se resigna a despedirse ya de su provisorio título de "capital de la lengua española".
Sábato, de 93 años, se vio desbordado por la emoción con el repleto Teatro El Círculo como marco. El portugués José Saramago destacó que le tocó el honor de verse elegido mensajero de todos los que en América y el mundo admiran, respetan y leen los libros de su amigo Sábato.
Previamente, se había presentado un resumen de las ponencias de los tres grandes ejes centrales del encuentro: Aspectos ideológicos y sociales de la identidad lingüística, Identidad y lengua en la creación literaria y Español internacional e internacionalización del español.
El portugués Premio Nobel de Literatura señaló asimismo que su iniciación en el universo narrativo de Sábato "sucedió hace ya mucho tiempo, hacia el final de los remotos años 50, cuando, en un ya desaparecido café de Lisboa, nos reuníamos unos cuantos amigos para hablar de libros en voz alta y de política en voz baja, por razones que, tanto en el primer caso como en el segundo, no necesitan mayor explicación".
Durante el transcurso del multitudinario acto, el autor de "El túnel" saludó varias veces con la mano, y también se quitó las gafas para pasarse las manos por los ojos húmedos.
El escritor y ensayista no sólo cosechó aplausos de pie del público, sino también de toda la mesa en el escenario, integrada entre otros por el presidente de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha; la primera dama argentina y presidenta honoraria del Congreso, Cristina Fernández de Kirchner; el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, y la subsecretaria de Cultura Magdalena Faillace.
Previamente, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, destacó que "por vez primera en un Congreso de la Lengua se intenta hacer un resumen de los trabajos presentados por sus distintas secciones".
Sobre esta base, señaló, se podrán "esbozar conclusiones, propuestas y lineamientos futuros de aplicación por parte de los gobiernos, las instituciones y para tener en cuenta para el desarrollo de los próximos congresos".
El presidente de la Academia Argentina de Letras aclaró que el resumen presentado incluye la totalidad del material recibido antes del comienzo del congreso, "porque una vez que empezó no podemos seguir incorporando el material que ha llegado a último momento". Antes de iniciarse el Congreso, había arribado el 50 por ciento de las ponencias.
Por su parte, el secretario general del congreso y director académico del Instituto Cervantes, Jorge Urrutia, sostuvo que las grandes lenguas internacionales, entre ellas el español, llevan en la gloria de su extensión geográfica la enfermedad de su empobrecimiento.
"La globalización tiende a reducir el número de idiomas utilizable para los intercambios y, en ellos, busca la coartada para la simplificación al subrayar lo que hay de común y válido para todos", indicó.
Durante los últimos años, afirmó, las Academias de la Lengua y el Instituto Cervantes han trabajado para conseguir la "unidad en la diversidad, algo así como el primer Quijote, pues quijotesca era la empresa", apuntó.
En tanto, esta noche el restaurado Teatro El Círculo fue escenario de la sesión de clausura. Allí hubo intervenciones del escritor rosarino Roberto Fontanarrosa, así como del director del Instituto Cervantes, Molina, y del director de la RAE, García de la Concha.
Por razones de salud, el escritor Juan José Saer fue reemplazado por Fontanarrosa, quien le dio un toque de humor y desacartonamiento al final del congreso. "No se cierra nada, es un envión para nuevos encuentros", aseveró, a la vez que recalcó que el foro le ha servido para darse cuenta "lo que es este idioma del cual disponemos, la riqueza que tenemos a nuestra disposición".
Molina sostuvo: "Lingüistas, escritores, ensayistas, académicos, periodistas, cineastas y editores nos han demostrado una vez más por qué la nuestra es una de las comunidades culturales más pujantes del mundo de hoy". Y tras Zacatecas, Valladolid y Rosario, "dentro de tres años nos espera Colombia, Cartagena de Indias", apuntó.
En tanto, García de la Concha destacó que "poco importan a estas alturas, con más exactitud no importan absolutamente nada, las dificultades que hubo que salvar. Importa sí, importa muchísimo subrayar que fue posible superar obstáculos gracias a una voluntad decidida de cooperación".
Y agradeció especialmente al pueblo de Rosario por su gran protagonismo en el congreso internacional. "Rosario ha sido una fiesta de la palabra", señaló.
Asimismo participaron Cristina Fernández de Kirchner, Magdalena Faillace, el ministro de Educación argentino, Daniel Filmus, el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, y el alcalde de Rosario, Miguel Lifschitz, para poner punto final a las cuatro jornadas de debate sobre el presente y futuro de un idioma compartido por 400 millones de personas.
El evento cultural que se desarrolló desde el 17 de noviembre en la ciudad argentina, a unos 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, contó con unos 160 invitados oficiales que participaron del programa académico, entre lingüistas, escritores y profesionales de diversos campos de la cultura.
Asimismo llegaron hasta las orillas del río Paraná escritores destacados como el mexicano Carlos Fuentes, quien brilló con su discurso en la sesión inaugural, así como el Premio Cervantes chileno Jorge Edwards, el nicaragüense Ernesto Cardenal, los argentinos Tomás Eloy Martínez y Héctor Tizón y el peruano Alfredo Bryce Echenique.
En el marco del Congreso se lanzó además una edición popular de "El Quijote" publicada por la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (AALE). Lo propio sucedió con el Diccionario Panhispánico de Dudas, una obra que se presentó en carácter de prepublicación y que después de cinco años de trabajo registra las 7.000 dudas más frecuentes de un idioma en expansión, compartido por 400 millones de personas.
La ciudad de Rosario, que brindó un respaldo masivo y entusiasta al encuentro a la par de una nutrida agenda cultural, lentamente se resigna a despedirse ya de su provisorio título de "capital de la lengua española".