El cambio es de tal envergadura que la industria editorial está a las puertas de una revolución semejante a la invención de Gutenberg, coincidieron varios panelistas en Ciudad de Panamá. "Es como si se hubiera celebrado un congreso después de que se inventó la imprenta", sintetizó el nicaragüense Sergio Ramírez.
Frente a los reparos a este salto, el mexicano Raúl Padilla, fundador y presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), consideró que el libro electrónico representa una oportunidad para ampliar enormemente la influencia de la lengua española.
Pero el propio Mario Vargas Llosa, invitado estelar de la cita bajo el lema "El español en el libro: del Atlántico al Mar del Sur", mostró cautela: "Estoy convencido de que la literatura que se escribiría exclusivamente para las pantallas sería mucho más superficial, de puro entretenimiento, conformista".
Mientras tanto, el español, segunda lengua más hablada del mundo y la tercera más utilizada en Internet, atraviesa una fase de expansión, coincidieron Vargas Llosa y Ramírez. "Sigue creciendo, rebalsando esas fronteras, ocupando por una fuerza natural cabeceras de playa en muchos otros países", destacó el autor de "La ciudad y los perros".
La lengua que trajeron los conquistadores a América se convirtió en denominador común en América Latina. "No se puede navegar ni militar bajo otra bandera que la del panhispanismo", completó en la jornada inaugural el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
"Ninguna otra lengua habita un continente más vasto”, ejemplificó Ramírez. Y evocó que el español burla todos los controles migratorios para instalarse junto con los inmigrantes en Estados Unidos. El impacto de ese fenómeno no se hará esperar: según cifras del Instituto Cervantes, en 2050 Estados Unidos superará a México como el país con más hispanohablantes.
El evento que se desarrolló durante cuatro calurosas y húmedas jornadas a orillas del Pacífico convocó a 212 ponentes de 30 países, entre académicos, escritores, directores de bibliotecas nacionales, editores y otros profesionales vinculados al español.
Ciudad de Panamá dedicó un emotivo homenaje a la Real Academia Española, que celebró allí sus tres siglos velando por el idioma, con 22 ediciones de su Diccionario, 37 de su Gramática, ortografías, diccionarios escolares y de dudas. La celebración de la gran cita del español también fue ocasión propicia para presentar la nueva "Ortografía escolar".
Los Congresos de la Lengua, que la comunidad hispanohablante realiza de manera trienal, suelen convertirse también en escenario de controversias de amplio espectro. Pero esta vez los debates transcurrieron sin mayores polémicas, como la que causara por ejemplo Gabriel García Márquez en Zacatecas en 1997, cuando propuso jubilar la ortografía.
Organizado por el Instituto Cervantes, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, junto al gobierno de Panamá, la sexta edición de la máxima cita del idioma contó con la asistencia de 700 inscriptos -mitad de panameños y mitad del exterior-.
También asistieron 1.250 profesores panameños y unos 130 periodistas, para totalizar unas 2.300 personas, señaló durante la clausura el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez-Ponga.
García de la Concha consideró este miércoles que los docentes panameños "han sido los verdaderos protagonistas", al volcarse masivamente al evento. La ministra de Educación de Panamá, Lucy Molinar, evaluó por su parte que el sexto congreso marca "un antes y un después en la educación panameña".
"La lengua es el camino de la libertad, porque la libertad viene de la posibilidad de adquirir conocimiento", manifestó en tanto en la el director de la RAE, José Manuel Blecua, en la jornada de cierre.
El Congreso de la Lengua -cuyas actividades se concentraron en la infraestructura construida en los 70 del Centro de Convenciones Atlapa y su teatro Anayansi- se distinguió de sus antecesores por celebrarse tras otro evento de grandes proporciones, la XXIII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y gobierno.
Ciudad de Panamá lentamente se despide de su provisorio título de "capital de la lengua española", que cederá a una ciudad aún por determinar, para que continúen allí en 2016 las reflexiones sobre los retos del español.
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