Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

lunes, 21 de octubre de 2013

SERGIO RAMÍREZ: "EL ESPAÑOL ES UNA DE LAS LENGUAS DEL FUTURO"

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez cree que "el español es una de las lenguas del futuro", ya que la ampliación de sus fronteras es constante, a la vez que también crece su número de hablantes. 

   "Estamos a la cabeza de los idiomas que entran en el futuro", afirma Ramírez a dpa, después de haber protagonizado este domingo la inauguración del VI Congreso Internacional de la Lengua Española junto al Premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa en Ciudad de Panamá.

   "En este momento de globalización algunas lenguas entran en otras, es imposible la antigua compartimentación de los idiomas. Estamos en un momento en que se verá cuáles idiomas sobreviven o no", apunta el también vicepresidente de Nicaragua entre 1985 y 1990. 

   La última asistencia del autor de "Adiós muchachos" y "Castigo divino" a uno de estos congresos trienales había tenido lugar en Zacatecas (México) en 1997. Y Ciudad de Panamá significó su primera participación en un acto de apertura. "Para mí ha sido muy emocionante ver cómo se celebra la lengua", sostiene.


   Ramírez (Masatepe, 1942) destaca la realización de estos foros para debatir diferentes aspectos del idioma. "La experiencia del español es una experiencia tan múltiple que vale la pena comparar puntos de vista. Sobre todo me parece muy acertado que la agenda se centre en el libro".

   Y agrega: "El libro tiene tanto que ver con el idioma como expresión y está cambiando tanto. Es como si se hubiera celebrado un congreso después de que se inventó la imprenta. Estamos en un momento de profundo cambio en cuanto a las expresiones del idioma, de la comunicación y de lo que el libro mismo va a ser".

   Respecto del escepticismo que destilan varios relatos de su último libro de cuentos, "Flores oscuras", Ramírez asevera: "Trato de reflejar el desencanto o la desesperanza que se vive no sólo en Nicaragua sino en América Latina". 

   "Yo me enfrento a unas generaciones de jóvenes muy escépticas", se lamenta, pero también advierte que en el último tiempo se encendió una "chispa de esperanza" por participaciones de grupos juveniles en protestas en las calles, por ejemplo en Brasil. 

   "Creo que eso tiene que ver con devolverle la esperanza a la gente y eso no lo pueden hacer sino los jóvenes. Yo lo relacionaba con lo que escribo, porque siento que estamos en esa etapa, de que podemos mirar hacia el pasado con cierto desdén, con cierta nostalgia como en mi caso, o con cierta desesperanza, pero no es sustituido esto por una visión de futuro".

   Sin embargo, estos movimientos no logran expresión política, porque temen transformarse en partidos políticos. Pero si no dan este salto, alerta, "no tienen futuro". 

   El escenario político de Nicaragua tampoco escapa de este fenómeno por el cual la población se ausenta de la política. Además, "el partido oficial es muy fuerte, y por otro lado la oposición tradicional se ha ido diluyendo", subraya.

   No hay en este momento en su país una alternativa democrática, sostiene Ramírez. "Quizá porque la gente piensa que cuando hay un régimen fuerte, autoritario, entonces la democracia como que no tiene espacio, y al contrario, es cuando hace más falta".

   De todas maneras, aclara que no le tienta en absoluto volver a la arena política. "Me gusta señalar lo que yo siento que falta, los peligros que tiene la democracia en Nicaragua. Pero yo creo que ya pasó mi tiempo".

   El ganador del Premio Alfaguara con "Margarita, está linda la mar" revela que en la adolescencia quería ser cuentista y ni se le ocurría volcarse a la novela. 

   "Tenía enfrente ejemplos como Quiroga, Rulfo, Cortázar, Borges, era un oficio aparte", evoca. Y señala que le dio gran satisfacción la concesión del Nobel a Alice Munro, un galardón que realza al cuento.

   Asimismo cree que, para encontrar inspiración, un escritor tiene que ser un observador muy atento de la realidad y sus detalles. Muchas veces se alimenta de materiales de la prensa o Internet: "ahí me encuentro muchas historias que tienen que ver con la realidad transformable en literatura".

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