Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 17 de abril de 2014

CON EL ÉXITO DE GARCÍA MÁRQUEZ, AMÉRICA LATINA TUVO QUIEN LE ESCRIBA



"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo". La frase inicial de "Cien años de soledad" y los centenares de páginas que le siguen recorrieron el mundo en más de 40 lenguas.

   Y es que, sin proponérselo, Gabriel García Márquez -quien falleció hoy a los 87 años en Ciudad de México- rompió la tradición de un continente poco acostumbrado a contar con escritores de éxito.

   El Premio Nobel de Literatura 1982, dueño de una extensa carrera literaria y una profesión que tampoco abandonó jamás, la del periodismo, lo definió así: "Los lectores de 'Cien años de soledad' son hoy una comunidad que, si viviera en un mismo pedazo de tierra, sería uno de los 20 países más poblados del mundo". No casualmente algunos estudiosos consideran esta novela como la de mayor difusión e influencia de la literatura hispanoamericana. 

   El británico Gerald Martin, autor de la "biografía tolerada" del escritor colombiano "Gabriel García Márquez: Una vida", sintetizó de esta manera la motivación para su labor: "Vi que era la persona que atraía a toda América Latina, que llevaba en ella todo lo que era América Latina". El biógrafo fue aún más lejos, equiparando a García Márquez con Charles Chaplin: "Ambos son héroes populares que llegan al corazón de la gente de manera muy directa".

   Y es que la saga de la familia Buendía en el pueblo de Macondo le dio reconocimiento internacional al novelista y narrador nacido en Aracataca en 1927, a la vez que se convertía en gran obra paradigmática del realismo mágico.

   Pero esto no fue un hecho aislado: mientras el acontecer político del continente atraía las miradas desde los rincones más remotos, lasegunda mitad del siglo XX fue testigo privilegiado de la salida de la novela latinoamericana a la palestra mundial.

   A partir de los años 60, las creaciones de García Márquez y también las del mexicano Carlos Fuentes y del peruano Mario Vargas Llosa recorrieron latitudes lejanas, que descubrían así las historias del continente. Este fenómeno permitió que también otros escritores latinoamericanos con obra anterior recibieran notoriedad internacional.

   Uno de los exponentes del llamado "boom de la literatura latinoamericana", el argentino Julio Cortázar, aseguraba: "Cuando los editores se despertaron a mis libros, a los de Fuentes, a los de García Márquez, a los de Vargas Llosa, se despertaron porque las primeras precarias y difíciles ediciones habían sido bruscamente leídas por un montón de gente que se las pasó de mano en mano y los editores, que no son tontos para ganar dinero, comprendieron perfectamente que esos escritores había que editarlos. Ellos no nos inventaron a nosotros".

   "Cien años de soledad", convertida en engranaje ineludible del "boom", debió atravesar sin embargo diferentes peripecias hasta lograr su publicación, en 1967 en Buenos Aires. 


   García Márquez recordaba que cuando quiso enviar la versión terminada de la novela a Francisco Porrúa de Editorial Sudamericana, no le alcanzó el dinero para remitir todo el paquete y debió dividirlo en dos. Por error mandó la segunda parte, y tuvo la suerte de que Porrúa, ansioso de leer la primera mitad, le anticipara dinero para que pudiera enviarla.

   La obra inspirada en los habitantes de la Aracataca natal de Gabo, con presencia de lo maravilloso y lo sobrenatural, se convirtiórápidamente en un éxito de ventas. Entre las interpretaciones propuestas para la novela, se apuntó a una gran metáfora en la cual se esconden Colombia y América Latina.

   La narrativa del Premio Nobel 1982, que ha transitado entre lacrónica y la ficción, constituye en sí misma un fenómeno de masividad inusitado. El autor de "El otoño del patriarca", "El coronel no tiene quien le escriba" y "El amor en los tiempos del cólera" despertó la admiración por todo el planeta gracias a su personalísima mezcla de realidad y fantasía y su estilo solventado por los ricos aportes de la tradición oral.

   Ryszard Kapuscinski sostenía por ejemplo: "En mi país, Polonia, Gabriel García Márquez es un mito. Desde hace años tiene vastas filas de admiradores y sus libros se venden en grandes cantidades".

   En tanto, en 2010 el otro gran exponente del "boom" y "enemigo íntimo" de Gabo, Vargas Llosa, se adueñó finalmente también del galardón de la Academia Sueca, volviendo a encumbrar a América Latina en el mapa literario. Aunque García Márquez, en las antípodas del credo liberal del peruano, lo antecedió en nada menos que 28 años.

   Al recibir el Nobel en 1982, Gabo manifestó con humildad: "Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de las Letras". 

   "Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual este colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte".


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