"Soy una persona común que
escribe", asegura el argentino Hernán Casciari. Y, hace ya un tiempo, el
escritor disfruta narrando sobre diferentes escenarios sus historias, que
suelen inspirarse en sus propias vivencias y las de su entorno.
"Toda la vida escribí y hace un par
de años dejé de hacerlo y me dediqué casi de manera involuntaria a contar los
cuentos que había escrito", dice en entrevista con dpa. "Es una
especie de hobby que tengo en esta época, que de a poquito irá pasándole otra
vez la posta a la escritura".
Sobre la génesis de su obra, que
enhebra humor y drama, apunta: "Soy muy autorreferencial en todo lo
que escribo. En la mayoría de los casos parto siempre de una
verdad; después la maquillo un poco, a veces la exagero. Otras, me
escondo detrás de personajes que no soy yo y me los apropio."
Casciari (Mercedes, 1971) reside desde
2016 en Buenos Aires, tras sufrir un infarto en Montevideo a fines del año
anterior. Previamente vivió en Barcelona y ganó fama con sus
blogs. "No podría contar nada a nadie si no existiera
Internet", añade el escritor y periodista.
Apostando por un proyecto propio, el autor
de "Más respeto que soy tu madre" fundó Editorial Orsai, con la que
publica sus libros y una revista homónima. "Es una maravilla no tener
jefes ni dueños. Y no llevarte el 10 por ciento de tu obra, sino el
70. Es una maravilla de rentabilidad y de placer", subraya.
Casciari, quien presentó su unipersonal
"Personajes secundarios" en el Festival Basado en Hechos Reales
celebrado a principios de mes en Buenos Aires, adelanta que realizará
próximamente lecturas de cuentos en Paraguay y Colombia. Además seguirá
protagonizando diferentes espectáculos en Argentina -entre ellos, con
el cantautor Zambayonny y con el tanguero Hernán "Cucuza"
Castiello-.
dpa: ¿Cómo dio el salto de escribir a narrar sobre un escenario?
Casciari: Fue un poco
casual. Inicialmente hubo como un paso intermedio que fue empezar a contar
historias por radio, lo que me sugirió hace unos años (el conductor Mario)
Pergolini. Le dije que no, que me parecía que iba a aburrir a la gente, y
me insistió. Le mandé desde mi casa en Barcelona unos audios con
algunos cuentos y, conforme se los iba mandando, me di cuenta de que editar un
texto literario a su forma oral me empezaba a resultar muy divertido.
Entonces empecé a hacerlo con muchas
ganas. Y de ahí me invitaron a hacerlo en ferias del libro, en
universidades, y me di cuenta de que la gente disfrutaba mucho en vivo y yo
también. Comenzaba a encontrarle gestualidad a los textos, matices a
la voz, y a descubrir que en todo eso había como adjetivos nuevos además de la
palabra. Empecé a hacerlo con más fuerza en teatros y en auditorios y
después de una forma un poco más profesional.
dpa: ¿Le resulta catártico contar historias de
su propia vida?
Casciari: En general siempre parto de una
emoción, de una imagen que no logra asentarse con tranquilidad en mi memoria,
está todo el tiempo como demasiado activa. Y a esa imagen la envuelvo
alrededor de una historia y la entrego para ver si el otro la puede hacer
propia e incluso si me puede ayudar a calmarla. Sobre todo con los dramas
trabajo de esa manera.
Con la comedia es más una cuestión de
compartir el humor. Pero con el drama trato de que se lo quede otro, de que a
otro le dé vergüenza, de que otro llore. De que otro haga todas esas cosas
que antes hacía en solitario con ese recuerdo.
dpa: ¿Alguna de las personas reales que aparecen reflejadas en sus
textos se molestó alguna vez por eso?
Casciari: En general intento solamente
utilizar personajes de mi familia, de mis amigos o de mi entorno que a
priori sé que se van a sentir homenajeados y no traicionados con lo que
cuento. Por ejemplo estuve en pareja 15 años con la que ahora es mi ex
mujer, una chica catalana, y jamás he hablado de los que fueron mis
suegros, y de hecho podría haber contado libros enteros al
respecto. Yo sé que se hubieran sentido como intimidados al ser expuestos
en la literatura, no lo hubieran entendido.
En cambio otros, familiares y amigos,
siempre lo vivieron con mucho más ligereza y entonces con ellos me cebé y he
contado muchas cosas. Por suerte no he tenido problema con ninguno, pero porque
sé elegir a quién tocar y a quién no.
Casciari: Es una especie de hobby o de fórmula
que tengo para la publicación de mis propios libros sin tener que entregárselos
a la industria, sobre todo a las multinacionales, a las editoriales
grandes, cosa que siempre me resultó muy desmoralizadora. Y además
hacemos una revista con unos amigos que se llama "Orsai" y sale
cada tres, cuatro meses, que también es un hobby más periodístico, más de
edición (...) La editorial es una excusa para generar estas
pequeñas aventuras del papel.
Casciari: Estoy sacando un libro por año;
seguramente saldrá uno en 2019. Va a salir una edición nueva de la
revista a finales de diciembre. Y estoy preparando junto con un grupo
de gente muy joven una versión móvil, digital, de contenido semanal de
"Orsai". (...) Es una revista muy dinámica para toda
Latinoamérica.
HERNÁN CASCIARI (Mercedes,
1971) publicó las novelas "Más respeto que soy tu madre" y "El
pibe que arruinaba las fotos", los libros de cuentos "España
decí alpiste", "El nuevo paraíso de los tontos", "Charlas
con mi hemisferio derecho", "Messi es un perro" y "El
mejor infarto de mi vida" y los libros de historietas "Doce
cuentos de verano" (junto a Horacio Altuna) y
"Papelitos" (con Gustavo Sala). Ganó diversos premios
como el Juan Rulfo (1998) y el de la Deutsche Welle al mejor blog del
mundo (2005).
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