Blog que reúne las entrevistas que realicé para el servicio español de la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en los últimos 20 años.
Desde Carlos Monsiváis a Jorge Edwards, pasando por Ricardo Piglia, Siri Hustvedt, Sergio Ramírez, Elena Poniatowska, Margo Glantz, Almudena Grandes, Luisa Valenzuela, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Juan Villoro y Fernando Vallejo, así como el traductor del "boom" Gregory Rabassa y el poderoso agente literario Andrew Wylie.

También compila otras notas sobre vida y obra de diferentes escritores y sobre las últimas ediciones de actividades culturales como los Congresos Internacionales de la Lengua Española, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

jueves, 25 de marzo de 2010

CASTILLO, MAESTRO EN "CONTAR DE LA ÚNICA MANERA POSIBLE", CUMPLE 75

Buenos Aires, 25 mar (dpa) ­ "Un buen cuento es una historia contada de la única manera posible", confiesa Abelardo Castillo, poderoso cuentista y uno de los grandes escritores argentinos contemporáneos.

El también novelista y dramaturgo, que cumple 75 años el próximo sábado, acaba de concluir su recopilación de ensayos titulada "Desconsideraciones", que verá la luz en mayo editada por Seix Barral.

En su decálogo personal para escribas, Castillo, traducido a una docena de idiomas, apunta: "Los novelistas y los editores creen que una novela es más importante que un cuento. No les creas. Sólo es más larga".

Y advierte luego: "Los cuentistas afirman que el cuento es el género más difícil. Tampoco les creas. Sólo es más corto. El cuento es difícil únicamente para aquellos que nunca deberían intentarlo. Para (Edgar Allan) Poe era facilísimo, para (Julio) Cortázar, (Antón) Chéjov o (Ernest) Hemingway también".

Castillo nació el 27 de marzo de 1935 en Buenos Aires. Sin embargo, adoptó como lugar de nacimiento la ciudad costera bonaerense de San Pedro, adonde su familia se trasladó luego y donde vivió hasta los 17 años.

La localidad a orillas del río Paraná es escenario de varias de sus ficciones, al igual que la capital argentina, a la que regresó en 1952. Hijo de padres separados, fue boxeador amateur en su juventud sampedrina.

Amante de la noche y del ajedrez, Castillo conduce a sus personajes con mano férrea hasta el final de sus cuentos. Entre sus tramas abundan culpa y castigo, violencia y fatalidad. Con su primer volumen de cuentos, "Las otras puertas" (1961), cosechó una mención del Premio Casa de las Américas.

"Hace años vengo sintiendo que mis cuentos pertenecen a un solo libro, 'Los mundos reales', único libro de cuentos que comencé a inventar antes de los 18 años, que crece y se modifica conmigo", explica Castillo, quien publicó posteriormente "Cuentos crueles" (1966), "Las panteras y el templo" (1976) y "Las maquinarias de la noche" (1992).

En 1997 se reunieron en un volumen sus "Cuentos completos", y en 2005 publicó el quinto eslabón de "Los mundos reales", "El espejo que tiembla" (Premio Casa de las Américas de Narrativa José María Arguedas).

"Castillo escribe cuentos, es decir sistemas cerrados, y no meros relatos en los que habitualmente no se pasa del recorte arbitrario de una situación sin esa tensión que le da al cuento su valor de trampolín psíquico", analizaba Cortázar.

Abelardo Castillo trabaja incesantemente sobre sus textos y considera que se vive en una época en que se publica demasiado. Por eso, le satisface que su literatura esté signada por "una especie de demora, de indecisión".

Uno de los mayores exponentes en este sentido es su novela "Crónica de un iniciado", cuya escritura se extendió durante 30 años, hasta su publicación en 1991. También es autor de las novelas "El que tiene sed" (1985) y "El Evangelio según Van Hutten" (1999).

En 1961 se editó su primera obra de teatro, "El otro Judas", y en 1964 la multipremiada "Israfel", donde convirtió a Poe en personaje teatral. Asimismo, antes del próximo "Desconsideraciones", publicó los ensayos "Las palabras y los días" (1989) y "Ser escritor" (1997).

Su primer cuento, "Volvedor", ganó un concurso de la revista "Vea y Lea" con un jurado formado entre otros por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en 1959.

La versión más actual de "Volvedor" está dedicada justamente al autor de "El Aleph" y a Cortázar, ambos integrantes de su "panteón personal" junto a Poe. "A Julio Cortázar y a usted, Borges, y perdón si los salpiqué", apunta la dedicatoria del cuento, con el humor corrosivo que a veces destilan sus páginas.

Muy influido por el existencialismo francés, y especialmente por Jean-Paul Sartre, el autor de "Las otras puertas" manifiesta creer sin embargo en el escritor comprometido "y no en la literatura comprometida".

Castillo cumplió una trascendente labor cultural al frente de tres revistas literarias. En 1959 fundó la primera, "El grillo de papel", de la que aparecieron seis números hasta que fue prohibida por su adscripción al pensamiento de izquierda.

A esa publicación le siguieron "El escarabajo de oro" (1961-1974), junto a la escritora Liliana Heker, y "El ornitorrinco" (1977-1986), que contaron con colaboraciones de los autores más prestigiosos de América Latina. Además, "El ornitorrinco", junto a Heker y Sylvia Iparraguirre -su esposa y también escritora-, encarnó una de las pocas formas de resistencia cultural durante la última dictadura militar.

Cuenta el propio Castillo que, en la década del 70, Cortázar lo sorprendió al despertarlo una mañana con el teléfono. Incrédulo, primero pensó que se trataba de una broma de sus amigos, hasta que reconoció la particular entonación de la "r" del autor de "Rayuela", que estaba en Buenos Aires y quería conocer a los integrantes de "El escarabajo de oro".

Consultado acerca de si es feliz escribiendo, Castillo responde: "Cuando escribo cuentos sí. La novela me produce una gran desazón. Ese no saber bien hacia dónde va uno".

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