Cartagena de Indias, 23 mar (dpa) - Su letra emblemática es la Ñ, que sobrevive con auténtico heroísmo. Su obra de referencia ineludible, el eterno "Don Quijote de la Mancha". Pero el español también es una lengua en expansión, que comparten más de 400 millones de hablantes a ambos lados del Atlántico.
El español es actualmente nada menos que la cuarta lengua más hablada del planeta: la utiliza el 5,7 por ciento de la población mundial, cifra que podría llegar al diez por ciento en tres o cuatro generaciones, apunta Humberto López Morales en su reciente libro "La globalización del léxico hispánico".
"Una lengua en donde no se pone el sol, desde las Filipinas hasta México, no necesita documentos de identidad", expresó la lingüista argentina Ivonne Bordelois durante su intervención en el III Congreso Internacional de la Lengua Española en Rosario. "Que la lengua española ocupe el segundo lugar entre las del Occidente da crédito no de una amenaza, sino de una oportunidad", sostuvo a su turno el escritor mexicano Carlos Fuentes.
"El español es hoy lo que es por la cantidad de hablantes de que dispone, por la relativa homogeneidad lingüística de la que goza, y por protagonismo indiscutible que ostenta en cientos de universidades, bibliotecas, archivos; en docenas de periódicos de difusión internacional, en poderosas cadenas radiofónicas y de televisión...", indica López Morales.
Este aspecto cuantitativo no tendría demasiada importancia si todos estos hablantes pertenecieran a una misma entidad política nacional, aclara. Es que existe una amplia dispersión que abarca 18 países donde es lengua oficial única, y otros tres en que es lengua cooficial, añade el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Jorge Urrutia, director académico del Instituto Cervantes y secretario general del próximo IV Congreso en Cartagena de Indias, explicó a dpa que "hubo hace años la idea de que podía crearse una fragmentación del español, a la manera de la fragmentación del latín en su tiempo. No (sucederá), porque las diferencias entre las distintas realizaciones de español son fundamentalmente diferencias léxicas, y escasamente hay diferencias que afecten a la estructura del idioma, o por ejemplo a su sintaxis, el voceo y alguna cosa más. Son diferencias que en cualquier caso estarían muy localizadas".
"Y las diferencias léxicas no plantean problema, porque existe siempre un español que podemos llamar de varias maneras, español internacional, español general, español compartido, español estándar, que sirve siempre de referencia", aseveró el secretario general del IV Congreso cuyo lema es justamente "Presente y futuro de la lengua española: Unidad en la diversidad".
Urrutia manifestó que esto lo han entendido muy bien más que los académicos y los profesores, los productores de los medios de comunicación. "Fundamentalmente los productores de televisión, de los culebrones televisivos, que han visto que si sus personajes utilizaban un léxico excesivamente local, pues perdían posibilidad de difusión y venta en otros países. Y son ellos los que en este momento están imponiendo más un español estándar".
El escritor y periodista Daniel Samper Pizano de Colombia, uno de los participantes del IV Congreso, resaltó el lado positivo de que existan diferencias entre el español que se habla en diversos países. "Afortunadamente, porque demuestra que es una lengua viva". "¿Puede, entonces, decirse que el castellano nos separa, cuando hasta las diferencias nos unen? Claro que no", concluyó.
Urrutia destacó asimismo que el español está creciendo en países donde antes prácticamente era una lengua extraña, y es enormemente demandado en la enseñanza primaria y secundaria. "Yo creo que está en un momento excelente y que hay que aprovechar, porque eso ayuda a aumentar la confianza del mundo en los países de lengua española".
Entre las ventajas del español, Urrutia apuntó a sus características fonéticas: "Es una lengua muy sencilla, con pocos sonidos y claros frente a otras lenguas, que tienen mucha más variedad de sonidos". Asimismo, subrayó, cuenta con gran riqueza de vocabulario. "Es una lengua moldeable, que se habla en cuatro continentes y tiene una amplia tradición cultural y que además desde el punto de vista demográfico está en expansión. Todo eso hace que sea atractiva".
Urrutia sostuvo que el "punto caliente" de la lengua de Cervantes se sitúa actualmente en "la frontera entre los Estados Unidos y México". "Ahí es donde se está debatiendo el futuro del español. Porque el español está creciendo enormemente en los Estados Unidos, en estos momentos hay allí más hablantes de español que en muchos países oficiales de lengua española, salvo México -que es el país de más hablantes-, Argentina, Colombia y España".
Y el secretario general del IV Congreso anticipó que "en muy poco tiempo Estados Unidos le gana a Colombia y España en número de hablantes. Es decir que ahí es donde el futuro del español se debate, porque las implicaciones económicas de la lengua van a ser muy grandes".
No casualmente los candidatos de ese país incorporan frases en español en sus discursos: los hispanos se han afirmado como primera minoría. El crítico peruano Julio Ortega ha advertido que, "en contra de los presagios, el español que se habla en Estados Unidos es cada vez más internacional, a la vez operativo y rico de fuentes diversas".
Pero mientras el español crece en Estados Unidos, al igual que en Brasil, Urrutia admitió que "es verdad que hay una presión por parte de otras lenguas muy fuerte, en algunos casos, sobre todo en léxico técnico. Pero a veces ese léxico la lengua lo corrige automáticamente".
Y pone para ello el ejemplo de la palabra inglesa "corner" en la terminología futbolística. "Ahora todos los hablantes de español hablan de saque de esquina. Ha habido un momento en que se ha recogido la lengua sobre sí misma y ha cambiado la palabra. Esto ocurre continuamente: o la palabra es útil y entonces se adapta o es inútil y desaparece sustituida".
Señaló que esta presión de otras lenguas se percibe principalmente en la jerga técnica, como por ejemplo la informática. "A que un sastre no tiene tantas palabras inglesas en su léxico, es un problema puramente jergal, pero que no tiene tanta importancia".
A la vez, se refirió a un tema candente del que se ocupará el IV Congreso entre el 26 y el 29 de marzo: el español y la ciencia, donde queda un largo camino por recorrer. "Es muy importante porque los científicos tienden a dar a conocer sus descubrimientos en inglés. Por dos cosas: porque entienden que es una lengua más difundida y porque las grandes revistas de prestigio se están publicando en inglés. A lo mejor una solución es conseguir tener publicaciones científicas de alto prestigio en español", adelantó.
Mientras, el idioma que se originó como un dialecto del latín continúa su vitalidad demográfica. "Descendemos del gran flujo del habla castellana creada en las dos orillas por mestizos, mulatos, indios, negros, europeos. Estas voces se oyen en América, se oyen en España, se oyen en el mundo y se oyen en castellano", recordó Fuentes.
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