Buenos Aires, 30 jul (dpa) - El ganador del Premio Alfaguara de Novela 2007, el español Luis Leante, destacó hoy que en su país se está volviendo a reavivar la memoria, y que en la literatura también hay una corriente muy importante: "En los últimos 15 años se ha escrito sobre la Guerra Civil, el pasado y la posguerra muchísimo".
Incluso "ya llega un momento en que costaba trabajo encontrar literatura fuera de ahí", explicó el autor de "Mira si yo te querré", la novela galardonada que actualmente presenta en Buenos Aires, en el marco de una extensa gira por la región.
"A mí me parece que literariamente es muy importante, porque esas obras van a perdurar, y con el tiempo se van a leer. Hay demasiada literatura franquista en los años 40, 50, 60. Hasta que llegó el boom latinoamericano, toda la literatura era esa". De todas maneras, "también hay una contracorriente en la derecha española, como que hay que pasar página", dijo en diálogo con un grupo reducido de periodistas.
"No es exclusivamente, pero que lo estén escribiendo los jóvenes es bueno. Porque hasta ahora era gente que había vivido aquella época, que a veces podían escribir desde el resentimiento, con todo el derecho del mundo. Ahora es como una literatura más en la distancia, más de lo que se ha oído que de lo que se ha vivido, y da otra perspectiva distinta".
"Lo de la memoria histórica está no solamente en literatura: ensayo, libros de historia, actividades de todo tipo", aseveró Leante, nacido en Caravaca de la Cruz, Murcia, en 1963.
"Mira si yo te querré" cuenta las desventuras de una historia de amor que se inicia en Barcelona entre dos jóvenes, Montse Cambra y Santiago San Román, y que también tiene de trasfondo un hecho histórico reciente: la descolonización española del Sahara Occidental.
"La descolonización que hizo España fue mezquina, injusta, terrible, desafortunada. Hay que decir que era el final de una dictadura, en el año 75 Franco está muriendo, estuvo un año muriendo y resucitando, un vacío de poder (...) Pero los propios ministros de Franco que tenían responsabilidad entonces abandonaron al Sahara, porque lo que hicieron fue entregárselo a los marroquíes en lugar de dárselo a los saharauis", apuntó.
El tema tampoco fue abordado por los gobiernos siguientes, ni de derecha, y menos de izquierda, sostuvo. El socialista "Felipe González lo primero que hizo en 1982 cuando llegó al poder fue ir a los campos de refugiados y prometió que España nunca lo olvidaría. Pero luego los intereses son tan grandes con Marruecos, comerciales, de vecindad, de inversiones, de todo tipo (...) A Marruecos es que hay que tratarlo como al hijo rebelde al que no se le puede tocar".
"El pueblo español, los pocos que conocemos aquello, todo el mundo está con los saharauis. Pero nosotros ya no podemos hacer nada, incluso el gobierno español sería incapaz de solucionar ese problema", admitió. "Ya las dimensiones son internacionales, Naciones Unidas es la que tiene que solucionarlo, es la que ha ido haciendo resolución tras resolución, y por supuesto España tiene que presionar ahí".
En "Mira si yo te querré", Montse, ya convertida en una doctora de 44 años, abandona Barcelona con la muerte de su hija y su separación a cuestas, para buscar a su primer amor, Santiago, por el desierto del Sahara.
Respecto de los escenarios en que transcurre la novela, el escritor, que es profesor de Latín en Alicante, relató que conoció Barcelona alrededor de sus 30 años y le fascinó. "Es una ciudad muy literaria. Sin embargo últimamente no estaba tan retratada, y me apetecía meterla ahí".
A la vez, para la historia de amor "necesitaba un lugar con una serie de características, que estuviera lejano, que tuviera un punto exótico, que tuviera una historia. Yo viajé la primera vez a los campamentos de refugiados en el año 2001, sin intención de escribir ninguna novela, y fue como si me lo pusieran delante, 'mira, este escenario para tu novela'.
"Luego volví al Sahara ya sí buscando la historia, la novela, más que nada buscando la documentación, porque no es fácil encontrar datos sobre los saharauis, sobre sus costumbres, sobre su vida, está bastante olvidado en España", indicó.
El ganador del último Premio Alfaguara recordó que por la época que él comenzó a volcarse a los libros, "irrumpen con toda la fuerza del mundo (Mario) Vargas Llosa, (Gabriel) García Márquez, (Julio) Cortázar, y es cuando me engancho a leer". "Descubro otro mundo, que ahora ya no es tan exótico (...) Descubro una literatura fresca, un lenguaje diferente".
Leante lo define como una "entrada de lujo" a la literatura para adultos. "No he dejado nunca de leer a Vargas Llosa, a García Márquez", apuntó, para luego añadir: "Esta primera literatura la sigo teniendo como parte de mi mochila literaria". Y, justamente, Vargas Llosa fue presidente del jurado que lo distinguió.
Leante ya había escrito otras novelas ("Camino del jueves rojo", "Al final del trayecto", "El canto del zaigú", "El vuelo de las termitas" y "Academia Europa", entre otras). También publicó volúmenes de relatos ("El último viaje de Efraín", "El criador de canarios") y trabajó en guiones cinematográficos. Pero desde que recibió el Premio Alfaguara en marzo pasado, su cotidianeidad se vio convulsionada.
"Mi vida antes era muy rutinaria, en el mejor sentido de la palabra, porque escribía, tenía una vida familiar, y me parecía fantástica, y ahora esta locura me parece también fantástica. Si tuviera que vivir siempre así, sería una locura. Pero viajar a 20 países en unos pocos meses, conocer todo esto, para mí es una oportunidad incomparable", apuntó.
Incluso "ya llega un momento en que costaba trabajo encontrar literatura fuera de ahí", explicó el autor de "Mira si yo te querré", la novela galardonada que actualmente presenta en Buenos Aires, en el marco de una extensa gira por la región.
"A mí me parece que literariamente es muy importante, porque esas obras van a perdurar, y con el tiempo se van a leer. Hay demasiada literatura franquista en los años 40, 50, 60. Hasta que llegó el boom latinoamericano, toda la literatura era esa". De todas maneras, "también hay una contracorriente en la derecha española, como que hay que pasar página", dijo en diálogo con un grupo reducido de periodistas.
"No es exclusivamente, pero que lo estén escribiendo los jóvenes es bueno. Porque hasta ahora era gente que había vivido aquella época, que a veces podían escribir desde el resentimiento, con todo el derecho del mundo. Ahora es como una literatura más en la distancia, más de lo que se ha oído que de lo que se ha vivido, y da otra perspectiva distinta".
"Lo de la memoria histórica está no solamente en literatura: ensayo, libros de historia, actividades de todo tipo", aseveró Leante, nacido en Caravaca de la Cruz, Murcia, en 1963.
"Mira si yo te querré" cuenta las desventuras de una historia de amor que se inicia en Barcelona entre dos jóvenes, Montse Cambra y Santiago San Román, y que también tiene de trasfondo un hecho histórico reciente: la descolonización española del Sahara Occidental.
"La descolonización que hizo España fue mezquina, injusta, terrible, desafortunada. Hay que decir que era el final de una dictadura, en el año 75 Franco está muriendo, estuvo un año muriendo y resucitando, un vacío de poder (...) Pero los propios ministros de Franco que tenían responsabilidad entonces abandonaron al Sahara, porque lo que hicieron fue entregárselo a los marroquíes en lugar de dárselo a los saharauis", apuntó.
El tema tampoco fue abordado por los gobiernos siguientes, ni de derecha, y menos de izquierda, sostuvo. El socialista "Felipe González lo primero que hizo en 1982 cuando llegó al poder fue ir a los campos de refugiados y prometió que España nunca lo olvidaría. Pero luego los intereses son tan grandes con Marruecos, comerciales, de vecindad, de inversiones, de todo tipo (...) A Marruecos es que hay que tratarlo como al hijo rebelde al que no se le puede tocar".
"El pueblo español, los pocos que conocemos aquello, todo el mundo está con los saharauis. Pero nosotros ya no podemos hacer nada, incluso el gobierno español sería incapaz de solucionar ese problema", admitió. "Ya las dimensiones son internacionales, Naciones Unidas es la que tiene que solucionarlo, es la que ha ido haciendo resolución tras resolución, y por supuesto España tiene que presionar ahí".
En "Mira si yo te querré", Montse, ya convertida en una doctora de 44 años, abandona Barcelona con la muerte de su hija y su separación a cuestas, para buscar a su primer amor, Santiago, por el desierto del Sahara.
Respecto de los escenarios en que transcurre la novela, el escritor, que es profesor de Latín en Alicante, relató que conoció Barcelona alrededor de sus 30 años y le fascinó. "Es una ciudad muy literaria. Sin embargo últimamente no estaba tan retratada, y me apetecía meterla ahí".
A la vez, para la historia de amor "necesitaba un lugar con una serie de características, que estuviera lejano, que tuviera un punto exótico, que tuviera una historia. Yo viajé la primera vez a los campamentos de refugiados en el año 2001, sin intención de escribir ninguna novela, y fue como si me lo pusieran delante, 'mira, este escenario para tu novela'.
"Luego volví al Sahara ya sí buscando la historia, la novela, más que nada buscando la documentación, porque no es fácil encontrar datos sobre los saharauis, sobre sus costumbres, sobre su vida, está bastante olvidado en España", indicó.
El ganador del último Premio Alfaguara recordó que por la época que él comenzó a volcarse a los libros, "irrumpen con toda la fuerza del mundo (Mario) Vargas Llosa, (Gabriel) García Márquez, (Julio) Cortázar, y es cuando me engancho a leer". "Descubro otro mundo, que ahora ya no es tan exótico (...) Descubro una literatura fresca, un lenguaje diferente".
Leante lo define como una "entrada de lujo" a la literatura para adultos. "No he dejado nunca de leer a Vargas Llosa, a García Márquez", apuntó, para luego añadir: "Esta primera literatura la sigo teniendo como parte de mi mochila literaria". Y, justamente, Vargas Llosa fue presidente del jurado que lo distinguió.
Leante ya había escrito otras novelas ("Camino del jueves rojo", "Al final del trayecto", "El canto del zaigú", "El vuelo de las termitas" y "Academia Europa", entre otras). También publicó volúmenes de relatos ("El último viaje de Efraín", "El criador de canarios") y trabajó en guiones cinematográficos. Pero desde que recibió el Premio Alfaguara en marzo pasado, su cotidianeidad se vio convulsionada.
"Mi vida antes era muy rutinaria, en el mejor sentido de la palabra, porque escribía, tenía una vida familiar, y me parecía fantástica, y ahora esta locura me parece también fantástica. Si tuviera que vivir siempre así, sería una locura. Pero viajar a 20 países en unos pocos meses, conocer todo esto, para mí es una oportunidad incomparable", apuntó.