La escritora
argentina Claudia Piñeiro publica su primer libro de cuentos, "Quién
no", tras haberse involucrado intensamente en la campaña por la
legalización del aborto. "Tuve otra urgencia este año, que claramente era
una urgencia por encima de la literatura quizás", apunta a dpa.
Y Piñeiro revela que siente un
"cariño especial" por el volumen que presentará este jueves en
el Centro Cultural Kirchner (CCK) en Buenos Aires, porque "Quién
no" (Alfaguara) le permitió seguir el camino de la escritura mientras
apoyaba el proyecto, aprobado en Diputados pero rechazado luego
por el Senado.
La exitosa novelista ("Las viudas de
los jueves", "Las grietas de Jara") afirma que el hilo
conductor de este libro se encuentra en los "personajes que están en un
límite". "El lector puede reaccionar diciendo 'yo jamás haría eso', o
bien 'no pasaría de ese lado, pero a lo mejor puedo entender lo que le pasa al
personaje'. Se pone en juego la pregunta de quién no haría eso si estuviera en
ese lugar. No lo sabemos", explica.
Piñeiro posa su mirada en situaciones
cotidianas, interfamiliares y hasta de la industria editorial en esta
obra que reúne cuentos de los últimos 15 años. Un padre
separado carece de departamento propio para celebrar el cumpleaños de su
hijo ("Lo de papá"), una mujer descubre por una maleta el
secreto de su marido fallecido ("Dos valijas") y un
escritor famoso es acusado de plagio ("La muerte y la
canoa").
dpa: ¿Cómo es su relación con el cuento?
Piñeiro: A mí el género me encanta como lectora. Pero siempre me sentí
más cómoda escribiendo novela, tengo la cabeza más formateada para irme por
ciertos meandros que el cuento no permite tanto. El cuento tiene otra
precisión, otra síntesis. A lo largo de estos años escribí muchos
cuentos por distintas circunstancias. Al principio por el hecho de
asistir a un taller literario con Guillermo Saccomanno. Y después
durante estos años me han pedido para distintos medios del exterior y de acá,
para antologías.
dpa: ¿Hay cuentos que son los pilares del libro o sus preferidos?
Piñeiro: Cada uno tiene cosas por las cuales me interesa. Por ejemplo
tiene el único cuento de terror que escribí en mi vida, "Alquiler
temporario". Y hay algunos que habían sido pequeñas grageas de cuentos
que se llamaban "miniaturas negras" para "El
País" de España, que después hice un poco más extensos.
Tenés que elegir con qué cuento arrancás,
con qué cuento cerrás, qué cuentos ponés en el medio. Hay un cuento que
tiene que ver con el aborto, "Basura para las gallinas",
que escribí hace siete años. Pero arrancar con ese cuento me parecía
demasiado exclamativo. A veces a los lectores hay que llevarlos de a poco
hacia determinado lugar. Entonces preferí arrancar con "Lo de
papá", que tiene que ver con el momento actual desde el punto de
vista de los hombres. Las mujeres hicimos un avance tremendo, estamos en
otra posición con respecto a años anteriores, y los hombres quedaron con cierto
desconcierto.
dpa: Este año estuvo muy involucrada en la campaña a favor de la
legalización del aborto. ¿Pudo seguir escribiendo entretanto?
Piñeiro: Creo que justamente este libro de cuentos
tiene que ver con eso. Muchos de estos cuentos ya estaban escritos, entonces lo
que tenía que hacer era corregirlos. Ese tipo de trabajo de corrección y
tan compartimentado lo podía hacer en medio de esa vorágine. Tenía una
novela para empezar este año y no pude, porque el proceso fue agotador
física y mentalmente. Además si tenés que estar en la calle peleando un derecho no
tenés ese tiempo para estar sentado a tu escritorio escribiendo
una novela.
dpa: Con el debate sobre la legalización
del aborto, más allá de que no se aprobó, ¿se ganó una batalla al plantear una
discusión inédita en el país y en América Latina?
Piñeiro: Absolutamente. La palabra aborto no se decía, era disruptiva. Se
pudo usar la palabra, se pudo hablar en las familias. Gente que lo tenía
totalmente oculto pudo abrazarse, consolarse, contarse sus
experiencias. Es una batalla que ganamos hablando de esto y eso no nos lo
van a quitar. Después nos darán la ley o no. Yo creo que sí, es una ley de
salud pública, es una ley que no se le puede negar a las mujeres. No puede ir
presa una mujer por hacerse un aborto ni puede morirse desangrada en un
consultorio clandestino.
dpa: El narrador del último cuento sostiene: "Hoy un escritor (...)
con solo escribir no llega a ninguna parte". ¿El escritor es cada vez más
una figura mediática?
Piñeiro: Todos somos cada vez figuras más mediáticas, no solamente el
escritor. Lo que pasa, pasa en los medios. Lo que pasa, pasa en los
redes. Si vos no tenés cierta participación en esos lugares te ven menos,
compran menos tu libro. Entramos en una nueva etapa, en la cual si querés que
tus libros se conozcan, tenés que hacer algunas cosas que antes no hacías. Y
algunos están dispuestos a hacerlo y otros no. Algunos con límites y otros no.
dpa: ¿Cree que se está produciendo una renovación entre los
cuentistas argentinos?
Piñeiro: Hay muchas apuestas editoriales a los cuentos que antes no la había.
Últimamente con Mariana Enríquez, con Samanta Schweblin, con otros autores que
han sacado libros de cuentos que se han leído muy bien, también
extranjeros como Lucia Berlin, se empezó a mover ese prejuicio con
respecto a que la gente no lee cuentos.
SOBRE CLAUDIA PIÑEIRO (Gran Buenos Aires,
1960): Escritora, dramaturga y guionista de televisión. Publicó
"Las viudas de los jueves" (Premio Clarín de Novela
2005), "Tuya", "Elena sabe" (Premio LiBeraturpreis
2010), "Las grietas de Jara" (Sor Juana Inés de la Cruz
2010), "Betibú", "Un comunista en calzoncillos",
"Una suerte pequeña" y "Las maldiciones". Varias de
sus novelas fueron llevadas al cine. También es autora de relatos para
niños y obras de teatro.
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