Buenos Aires, 20 dic (dpa) - Como por un nuevo acto de magia narrativa, la primera novela de Gabriel García Márquez en los últimos diez años, "Memoria de mis putas tristes", se convirtió en uno de los grandes acontecimientos literarios de 2004, año que conmemoró el centenario del natalicio del poeta chileno Pablo Neruda.
La pluma del maestro del realismo mágico nacido en Aracataca volvió a deleitar a sus fieles lectores en las páginas que protagoniza Mustio Collado, quien a sus noventa años decide regalarse una noche de placer con una virgen.
El regreso del Premio Nobel de Literatura colombiano al mercado editorial con la novela inspirada en "La casa de las bellas durmientes" del japonés Yasunari Kawabata levantó una expectación sin precedentes. Y que demostró ser fundada: desde España hasta Argentina vendió medio millón de ejemplares en las dos semanas siguientes a su publicación el 20 de octubre.
El año que finaliza también rememoró el nacimiento de Neruda (1904-1973) en Parral. En el marco del acontecimiento cultural más importante de los últimos tiempos en Chile, el gobierno entregó cien medallas a personalidades del mundo de la cultura, la literatura y las artes, entre ellos Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, José Saramago, Ernesto Sábato, Mario Benedetti, Ernesto Cardenal y Augusto Roa Bastos.
A nivel internacional se celebraron actos culturales en medio centenar de países, entre los cuales los más activos fueron México y España. En Barcelona se realizó en julio el concierto "Neruda en el Corazón", en el marco del Fórum de las Culturas, con 19 artistas que musicalizaron y cantaron sus poemas.
Además de los múltiples homenajes en el país y el exterior, el mexicano José Emilio Pacheco fue distinguido con el Primer Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Asimismo hubo espacio para los ataques: el escritor chileno Leonardo Sanhueza compiló una serie de textos de fuertes críticas al Premio Nobel de Literatura bajo el título "El Bacalao: Diatribas antinerudianas y otros textos".
En el escenario de los más importantes galardones de las letras hispanoamericanas, el Premio Cervantes distinguió al español Rafael Sánchez Ferlosio, en una decisión tomada por unanimidad. Incluso cuando el autor de "El Jarama" no figuraba entre los favoritos para el galardón que distingue el conjunto de la obra de un escritor que haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.
Por su parte, su compatriota Lucía Etxebarría se adueñó del premio mejor dotado de las letras hispanas, el Planeta, con su novela "Un milagro en equilibrio", en la que a caballo entre el pasado, el presente y el futuro, entre Nueva York, Madrid y Alicante, se reconstruye la historia nunca contada de la familia Agulló Benayas.
Laura Restrepo volvió a ratificar la vigencia de las letras colombianas con su novela "Delirio", que le valió la conquista del Premio Alfaguara. "'Delirio' es una expresión de todo lo que Colombia tiene de fascinante, e incluso de terriblemente fascinante", señaló Saramago, presidente del jurado.
El portugués, quien publicó este año "Ensayo sobre la lucidez", fue uno de los numerosos escritores invitados al III Congreso Internacional de la Lengua Española en Rosario, donde participó en un emotivo homenaje a su amigo Sábato. A su vez, en 2004 el autor argentino dio a la luz "España en los diarios de mi vejez", cuyo eje es la experiencia de sus viajes recientes por la Península Ibérica.
El Premio Juan Rulfo, en tanto, fue entregado al español Juan Goytisolo en la inauguración de la XVIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y lo recibió flanqueado por García Márquez y Fuentes.
El autor mexicano reunió en un año electoral en Estados Unidos en su libro "Contra Bush" sus reflexiones sobre la crisis política estadounidense y global provocada por la administración de George W. Bush. También se volcó nuevamente a la ficción con "Inquieta compañía", donde se dan cita seres sobrenaturales en seis relatos.
A Fuentes, como a Vargas Llosa -junto a Gabo, los escritores vivos más importantes de América Latina- el Premio Nobel de Literatura les volvió a ser esquivo en esta oportunidad. El preciado galardón, otra vez lejos de latitudes latinoamericanas, quedó en manos de la austríaca Elfriede Jelinek.
Por su parte, en España el signo de cambio político en el gobierno trajo el nombramiento en la cartera de Cultura de Carmen Calvo, mientras Arturo Pérez Reverte retornó a la palestra con "Cabo Trafalgar", una novela sobre su particular visión del famoso combate naval.
Asimismo, en 2004 se cumplieron 90 años del nacimiento y 20 de la muerte del argentino Julio Cortázar (1914-1984), otro de los engranajes del "boom", a quien se le rindieron diversos homenajes, como una exposición itinerante titulada "Presencias".
Los tributos del año literario se cierran con el 100 aniversario del natalicio del cubano Alejo Carpentier (1904-1980). En Cuba se están desarrollando congresos, coloquios y otras actividades dedicadas al autor de "El siglo de las luces", con participación de intelectuales de medio centenar de países.
Y el mundo de la cultura se vio enlutado por la muerte en marzo del lingüista y crítico literario español Fernando Lázaro Carreter, guardián del uso correcto del español que escribió más de un centenar de libros. En tanto, en agosto las letras uruguayas perdieron a la poetisa Marosa di Giorgio y al cuentista Mario Levrero, y al otro lado del Río de la Plata fallecía el escritor Isidoro Blaisten.
Además en noviembre murió el librero mexicano Mauricio Achar, quien fundara la cadena de librerías "Gandhi".
Mientras, para el año próximo ya despunta una participación protagónica del Quijote de la Mancha, al conmemorarse el cuarto centenario de la primera parte de la legendaria novela de Miguel de Cervantes. El foro en Rosario sirvió justamente de escenario de presentación de una edición popular del libro publicado por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Cuatro siglos después de su nacimiento, el Caballero de la Triste Figura tendrá su merecido homenaje que, con toda seguridad, trascenderá ampliamente las fronteras de un lugar de La Mancha.
La pluma del maestro del realismo mágico nacido en Aracataca volvió a deleitar a sus fieles lectores en las páginas que protagoniza Mustio Collado, quien a sus noventa años decide regalarse una noche de placer con una virgen.
El regreso del Premio Nobel de Literatura colombiano al mercado editorial con la novela inspirada en "La casa de las bellas durmientes" del japonés Yasunari Kawabata levantó una expectación sin precedentes. Y que demostró ser fundada: desde España hasta Argentina vendió medio millón de ejemplares en las dos semanas siguientes a su publicación el 20 de octubre.
El año que finaliza también rememoró el nacimiento de Neruda (1904-1973) en Parral. En el marco del acontecimiento cultural más importante de los últimos tiempos en Chile, el gobierno entregó cien medallas a personalidades del mundo de la cultura, la literatura y las artes, entre ellos Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, José Saramago, Ernesto Sábato, Mario Benedetti, Ernesto Cardenal y Augusto Roa Bastos.
A nivel internacional se celebraron actos culturales en medio centenar de países, entre los cuales los más activos fueron México y España. En Barcelona se realizó en julio el concierto "Neruda en el Corazón", en el marco del Fórum de las Culturas, con 19 artistas que musicalizaron y cantaron sus poemas.
Además de los múltiples homenajes en el país y el exterior, el mexicano José Emilio Pacheco fue distinguido con el Primer Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Asimismo hubo espacio para los ataques: el escritor chileno Leonardo Sanhueza compiló una serie de textos de fuertes críticas al Premio Nobel de Literatura bajo el título "El Bacalao: Diatribas antinerudianas y otros textos".
En el escenario de los más importantes galardones de las letras hispanoamericanas, el Premio Cervantes distinguió al español Rafael Sánchez Ferlosio, en una decisión tomada por unanimidad. Incluso cuando el autor de "El Jarama" no figuraba entre los favoritos para el galardón que distingue el conjunto de la obra de un escritor que haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.
Por su parte, su compatriota Lucía Etxebarría se adueñó del premio mejor dotado de las letras hispanas, el Planeta, con su novela "Un milagro en equilibrio", en la que a caballo entre el pasado, el presente y el futuro, entre Nueva York, Madrid y Alicante, se reconstruye la historia nunca contada de la familia Agulló Benayas.
Laura Restrepo volvió a ratificar la vigencia de las letras colombianas con su novela "Delirio", que le valió la conquista del Premio Alfaguara. "'Delirio' es una expresión de todo lo que Colombia tiene de fascinante, e incluso de terriblemente fascinante", señaló Saramago, presidente del jurado.
El portugués, quien publicó este año "Ensayo sobre la lucidez", fue uno de los numerosos escritores invitados al III Congreso Internacional de la Lengua Española en Rosario, donde participó en un emotivo homenaje a su amigo Sábato. A su vez, en 2004 el autor argentino dio a la luz "España en los diarios de mi vejez", cuyo eje es la experiencia de sus viajes recientes por la Península Ibérica.
El Premio Juan Rulfo, en tanto, fue entregado al español Juan Goytisolo en la inauguración de la XVIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y lo recibió flanqueado por García Márquez y Fuentes.
El autor mexicano reunió en un año electoral en Estados Unidos en su libro "Contra Bush" sus reflexiones sobre la crisis política estadounidense y global provocada por la administración de George W. Bush. También se volcó nuevamente a la ficción con "Inquieta compañía", donde se dan cita seres sobrenaturales en seis relatos.
A Fuentes, como a Vargas Llosa -junto a Gabo, los escritores vivos más importantes de América Latina- el Premio Nobel de Literatura les volvió a ser esquivo en esta oportunidad. El preciado galardón, otra vez lejos de latitudes latinoamericanas, quedó en manos de la austríaca Elfriede Jelinek.
Por su parte, en España el signo de cambio político en el gobierno trajo el nombramiento en la cartera de Cultura de Carmen Calvo, mientras Arturo Pérez Reverte retornó a la palestra con "Cabo Trafalgar", una novela sobre su particular visión del famoso combate naval.
Asimismo, en 2004 se cumplieron 90 años del nacimiento y 20 de la muerte del argentino Julio Cortázar (1914-1984), otro de los engranajes del "boom", a quien se le rindieron diversos homenajes, como una exposición itinerante titulada "Presencias".
Los tributos del año literario se cierran con el 100 aniversario del natalicio del cubano Alejo Carpentier (1904-1980). En Cuba se están desarrollando congresos, coloquios y otras actividades dedicadas al autor de "El siglo de las luces", con participación de intelectuales de medio centenar de países.
Y el mundo de la cultura se vio enlutado por la muerte en marzo del lingüista y crítico literario español Fernando Lázaro Carreter, guardián del uso correcto del español que escribió más de un centenar de libros. En tanto, en agosto las letras uruguayas perdieron a la poetisa Marosa di Giorgio y al cuentista Mario Levrero, y al otro lado del Río de la Plata fallecía el escritor Isidoro Blaisten.
Además en noviembre murió el librero mexicano Mauricio Achar, quien fundara la cadena de librerías "Gandhi".
Mientras, para el año próximo ya despunta una participación protagónica del Quijote de la Mancha, al conmemorarse el cuarto centenario de la primera parte de la legendaria novela de Miguel de Cervantes. El foro en Rosario sirvió justamente de escenario de presentación de una edición popular del libro publicado por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Cuatro siglos después de su nacimiento, el Caballero de la Triste Figura tendrá su merecido homenaje que, con toda seguridad, trascenderá ampliamente las fronteras de un lugar de La Mancha.
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