Cortesía Isabel Wagemann |
"La condición animal" reúne 12 cuentos de la escritora argentina Valeria Correa Fiz, que escarban hasta dejar al descubierto las aristas más oscuras e inquietantes del ser humano. "Intenté retratar ciertos aspectos del hombre frente al mal, sus modos de comportarse cuando se encuentra ante situaciones límite como la enfermedad, la locura, la muerte", dice la autora a dpa.
Hace algunas semanas, el debut literario de Correa Fiz fue elegido por la española Cristina Fernández Cubas entre sus lecturas de 2016 para el prestigioso suplemento cultural "Babelia". "La condición animal" (Páginas de Espuma), que impacta por su prosa descarnada, intensa y visceral, se publicó en septiembre en España y circula entretanto por librerías de Argentina, Perú, Ecuador, Colombia, Chile y Uruguay, mientras que próximamente llegará a México.
Los personajes del libro son muy diferentes entre sí, al igual que las historias que los ponen en movimiento. Sin embargo, "La condición animal" busca "sumergirse y bucear en los temblores, miedos e inseguridades de cada uno de ellos. En ese sentido, diría que el tema que los vincula es que son exhibidos desde su costado más frágil, en sus debilidades", afirma la escritora desde Madrid.
El volumen -dividido en las secciones Tierra, Aire, Fuego y Agua- se abre con "Una casa en las afueras", relato en el que un grupo de jóvenes toman la vivienda de una mujer y practican rituales con su gato preferido, y cierra con "Criaturas", sobre una pareja en espera de un bebé en un país asolado por una plaga de anfibios.
"La condición animal" es el fruto de una pregunta que Correa Fiz se formula desde que comenzó a estudiar abogacía: "La 'mala conducta' -la ética o socialmente reprochable y también aquella que nos parece inhumana- ¿es un recurso a la naturaleza, es un desvío, el resultado de una zoología errada, o es simplemente una ruptura del código ético-normativo con el que nos regulamos a nosotros mismos?"
Correa Fiz, quien nació y creció en Rosario pero vive hace más de diez años en el extranjero, apunta que el otro interrogante que la obsesiona "tiene que ver con saber qué es verdaderamente lo que nos hace diferentes como especie, en qué consiste la condición humana. Un día me di cuenta de que muchos de los cuentos que tenía en los cajones orbitaban en torno a estas dos preguntas. El título 'La condición animal' surgió inmediatamente".
Por las páginas del primer libro de la escritora argentina se suceden fragilidades como la de una niña angustiada por la muerte de un gorrión durante un verano en el campo ("Lo que queda en el aire") y la de un hombre solo que recuerda a sus seres queridos mientras aguarda su cita con la muerte ("Aún a la intemperie").
Asimismo aparecen personajes disímiles como un joven obsesionado que limpia en una tienda y acosa a una clienta ("La vida interior de los probadores") y una mujer que evoca a sus abuelos, migrantes japoneses a la Argentina, mientras la atiende su manicura ("Las invasiones").
Cortesía Isabel Wagemann |
Correa Fiz, quien dicta talleres de escritura creativa en el Instituto Cervantes de Milán, manifiesta estar "particularmente feliz" con el cuento más largo del libro, "Nostalgia de la morgue". "Creo que me ha permitido mostrar la idea de que el amor y la ternura pueden ser antídotos contra la adversidad, la violencia, las turbulencias de la vida", indica.
Además apunta que el tema del desamor -pasional, fraternal, filial, entre amigos- se encuentra presente a lo largo de "La condición animal". "Puede que la atmósfera oscura en la que se desarrollan la mayoría de los cuentos enturbie un poco esta idea, pero creo que está allí, por debajo de la superficie dura de lo que se cuenta".
La autora vivió en Miami, Milán y actualmente reside en Madrid. "Vivir afuera hizo que me volcara a la escritura de un modo más sistemático. La nostalgia es un sentimiento que me impulsa siempre a escribir. Creo que porque la escritura es sanadora en tanto te permite habitar dos o más territorios contemporáneamente, permitiéndote integrar lo empírico a lo imaginario", analiza.
Sin embargo, "pocos allegados sabían que yo escribía, y me decía a mí misma que escribía para mí, sin ningún proyecto literario", revela Correa Fiz. Hasta que hace unos tres años la escritora argentina Clara Obligado, a quien conoció en el Cervantes de Milán, le hizo un comentario que la sacudió e inspiró. "Me movió a armar este primer libro y a buscar su publicación", añade.
A la pregunta de si se modifica el lugar que ocupa la escritura en su vida a partir de "La condición animal", responde: "La escritura es mi modo de pensar el mundo y de interrogarme. Mi actitud frente a la escritura no ha cambiado porque yo hace unos diez años que escribo casi a diario, aunque sea una idea pequeña en una libreta. Lo que posiblemente haya cambiado es que ahora escribo menos desordenadamente, con miras a un proyecto concreto".
Actualmente trabaja en la corrección del poemario "El invierno a deshoras", con el que se adjudicó el XI Premio Internacional de Poesía "Claudio Rodríguez" y que publicará este año editorial Hiperión.
Mientras tanto, Correa Fiz disfruta de su prometedor debut en las letras: "'La condición animal' ha encontrado muchos más lectores de los que imaginaba que podía tener un primer libro de relatos, y me siento muy feliz y muy afortunada por ello".
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